Análisis de Life is Strange: Double Exposure – La doble realidad del regreso de Max Caulfield

La saga Life is Strange es una de las más representativas del sector del videojuego. Durante casi una década desde su creación, ha servido para exponer algunos problemas sociales como la marginalidad social, el bullying, el abuso de menores o el racismo, además de ser un excelente escaparate para la diversidad gracias a la composición de sus personajes. No obstante, tras un arranque fulgurante con la historia de Max y Chloe en 2015, la saga comenzó a perder fuelle con sus entregas sucesivas, perdiendo parte del interés que había generado en los jugadores que se acercaron por primera vez a su propuesta. Por ello, Deck Nine, ahora responsables de la licencia, y Square Enix han querido regresar a donde todo comenzó.

Hace unos días ya ofrecí mis impresiones finales acerca de los dos primeros capítulos de Life is Strange: Double Exposure, que todos los jugadores con acceso anticipado al título ya han podido disfrutar. En aquel momento el título me dejó con buenas sensaciones ante la historia que presentaba. El regreso de Max Caulfield es una noticia excelente por la personalidad que aporta el personaje y por todos los enlaces que se suceden con la historia de Arcadia Bay. Pero, ¿consigue mantener el ritmo la nueva entrega en el resto de episodios? ¿Es una secuela que esté a la altura del fenómeno que supuso la primera entrega de Life is Strange? ¿Se acaban diluyendo sus buenas sensaciones iniciales con una jugabilidad repetitiva y falta de argumentos? Pues quédate cerca y ponte cómodo, porque te lo cuento absolutamente todo en el análisis completo de Life is Strange: Double Exposure.

[pros] El regreso de Max Caulfield es lo mejor que le podría pasar a la saga. La dinámica de pasar del Mundo Muerte al Mundo Vida. Las interacciones profundas con los personajes. Los avances a nivel técnico, especialmente en las animaciones... [/pros]

[contras] ...aunque hay poca profundidad en los entornos. Los puzles no son muy elaborados para lo que podría ofrecer. A nivel narrativo hay giros algo precipitados. [/contras]

80Sobre 100

• Life is Strange: Double Exposure: precio, plataformas y dónde comprar
• La doble exposición frente al rebobinado
  • Un camino de doble sentido: cuando la jugabilidad pasa a un segundo plano
  • La poca profundidad en los escenarios no permite explotar al título
  • El mayor esfuerzo técnico de la saga Life is Strange
• Valoración final de Life is Strange: Double Exposure

Life is Strange: Double Exposure: precio, plataformas y dónde comprar

Life is Strange: Double Exposure es la nueva entrega de la saga de Square Enix, ahora desarrollada por Deck Nine, con lanzamiento el 29 de octubre de 2024 en PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC. En esta ocasión es Max Caulfield la que regresa en esta nueva entrega de la aventura gráfica que cuenta con una gran importancia en su argumento y una fantástica traducción en textos al español.

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La doble exposición frente al rebobinado

Todos aquellos que disfrutaran del primer Life is Strange recordarán que el gran poder de Max Caulfield le permitía rebobinar el tiempo para cambiar algunos de los acontecimientos que surgían a su alrededor, provocando un efecto mariposa que cambiaría su vida para siempre. Con los avances que se han ido realizando en la saga en los últimos años, el rebobinado de Max se queda algo corto respecto a los poderes que ofrecían otros protagonistas, por lo que Deck Nine ha optado por darle un giro de tuerca a las capacidades de la joven, ahora profesora de fotografía, quien descubre que puede viajar entre dos realidades paralelas. Obviamente, algo que también tiene horribles consecuencias. Si jugar con el tiempo era peligroso, hacerlo con el espacio tiene el mismo precio a pagar.

Con la muerte repentina de Safi, su mejor amiga, Max tiene que viajar entre las dos realidades, una en la que su amiga ha muerto, y la otra en la que aún permanece con vida para desentrañar el misterio que se oculta bajo el supuesto asesinato. De este modo, la joven debe obtener información de las dos versiones de los personajes con los que convive a diario, generando relaciones muy dispares en el Mundo Vida y en el Mundo Muerte para tratar de conseguir su objetivo final.

Si bien en un inicio parecía una propuesta prometedora, lo cierto es que con el transcurso de los 5 capítulos en los que se divide Life is Strange: Double Exposure este concepto va perdiendo fuelle. A nivel argumental el título no para de enredarse con giros interesantes, aunque sufre de cierta precipitación en determinados momentos que se podrían haber explorado en mayor profundidad, pues en su totalidad la aventura cuenta con una duración de unas 10 horas aproximadamente. No obstante, el gran punto en el que adolece es en lo jugable, donde la premisa principal pasa a un segundo plano para que la línea narrativa gane más peso, inclinando la balanza de manera exagerada hacia la novela visual, en lugar de generar puzles interesantes con la dinámica de la doble realidad.

Un camino de doble sentido: cuando la jugabilidad pasa a un segundo plano

El cambio del mundo vida al mundo muerte es la mecánica principal del juego.

Si en los dos primeros capítulos Life is Strange: Double Exposure se afana en demostrar todas las opciones que permite ir variando entre el Mundo vida y el Mundo muerte para explorar todas las particularidades que incluye esta dinámica jugable, sorprende la poca presencia que tiene en los tres capítulos sucesivos. Obviamente, no es algo que se abandone por completo, pero dinámicas como el sigilo oculto entre realidades, la posibilidad de escuchar conversaciones privadas al traspasar el umbral del otro mundo y todas las opciones que se podían abrir si se le hubiera sacado partido a la mecánica se van perdiendo con el paso de las horas. Esos dos capítulos son una excelente introducción para algo que finalmente no termina de explotar, por lo que el juego se esfuerza por mantenerte pegado a la pantalla con su argumento.

Me ha sorprendido lo cortos que son los episodios en este sentido, yendo directamente al grano y sin entretenerse en exceso. Por un lado, se agradece que no haya relleno excesivo, pero por otro se echan en falta puzles elaborados que te obliguen a pensar diferentes opciones para su resolución. ¿Tengo que investigar en el Mundo muerte o es mejor que pase al Mundo vida para hablar con otros personajes para ver si me dan detalles que desconozco? ¿Esta puerta estará abierta en la otra realidad? ¿Qué pasará si intento escudriñar desde el otro lado? Las posibilidades eran muy atractivas, pero por desgracia, Life is Strange: Double Exposure te lleva todo el tiempo de la mano para que sepas qué tienes que hacer en todo momento, lo que deja poco lugar a la imaginación.

Las conversaciones entre personajes son mucho más profundas en Life is Strange: Double Exposure.

En este sentido, el juego se siente encorsetado y demuestra que tal vez la dinámica del rebobinado no estaba tan desfasada para traerla de vuelta, ya que podría haber generado puzles más atractivos y que permitieran gozar de un ensayo y error más efectivo. Desde luego, la dinámica que propone esta nueva entrega se centra en todo momento en mantener conversaciones con el resto de los personajes que, si bien son importantes para la narrativa, prácticamente carecen de interés en lo jugable. Me da la sensación de que se han centrado tanto en ciertos salseos y asuntos externos a la jugabilidad que se olvidan de entretener al jugador con el universo en el que le han introducido.

Por supuesto, no todo es negativo en este sentido, porque Life is Strange: Double Exposure, porque la relación entre personajes probablemente es la que ofrece más opciones en toda la saga. Las decisiones de Max son especialmente importantes para definir sus posibilidades de persuadir a ciertos compañeros y amigos, así como los amoríos que se puedan generar entre un gran número de opciones para la protagonista. En lo secundario es donde reside la gran importancia de la propuesta, con una gran ristra de líneas de guion que ofrecen una buena variedad de opciones para el jugador. Incluso hay algunas que pasan totalmente inadvertidas si no exploras lo suficiente, algo que se advierte en el clásico resumen de las decisiones del capítulo que aparece al final de mismo para que puedas consultar tus pasos con el del resto de jugadores. Por supuesto, también hay momentos fotográficos y polaroids repartidas por las diferentes zonas que sirven de coleccionables.

La poca profundidad en los escenarios no permite explotar al título

Los escenarios no varían mucho a lo largo de toda la aventura.

Uno de los aspectos que más me gustó del primer Life is Strange era su variedad de escenarios en cada capítulo. A pesar de formar parte de una línea recta en su mayoría de construcciones, al menos aportaban cierta frescura cada vez que había nuevo material. Sin embargo, en Double Exposure no se produce esta disyuntiva, pues a pesar de contar con dos realidades diferentes, hay muy poca profundidad de escenarios. La casa de Max, el Turtle, los exteriores e interiores de la facultad y la zona del mirador. Para de contar. No hay mucho más que explorar en el mundo del juego y eso es una losa que acaba pesando con el paso de las horas, pues no ofrece mucho lugar a la imaginación para la fabricación de nuevas situaciones. Es cierto que las zonas que se incluyen cuentan con un alto grado de detalle, pero se siente insuficiente y la repetición de estar visitando constantemente los mismos lugares resulta tediosa.

Lo que sí me ha gustado en este sentido es la clara diferencia a nivel visual que existe entre el Mundo vida y el Mundo muerte. El equipo artístico ha hecho un genial trabajo para definir las dos realidades, mientras que en el Mundo vida hay un claro tono que aporta calor y vivacidad, mientras se respira un ambiente casi festivo, en el Mundo muerte todo es mucho más frío, distante y solitario. La pérdida de Safi afecta en gran medida a todo lo que sucede en esta realidad y a nivel cromático se identifica a la perfección, por lo que no queda duda en qué realidad te encuentras en todo momento, aunque el propio juego lo indica con un pequeño texto en la parte superior de la pantalla. La definición de las dos realidades está muy bien conseguida e incluso se juega con la confusión que le puede provocar a Max estar viajando de manera constante entre ellas, generando conversaciones cruzadas en las que el jugador debe estar atento para no cometer errores.

Hay situaciones muy interesantes a nivel argumental, pero pocos puzles.

No obstante, a pesar de que hay ciertas luces en este planteamiento, he de decir que esperaba más. Durante el transcurso de los dos primeros episodios no fue algo que me chirriara en exceso porque lo tomé como una prueba de introducción al nuevo mundo en el que se instala Max, pero que en todos y cada uno de los capítulos la acción se desarrolle en los mismos lugares es algo que juega totalmente en contra de la construcción del título. Como he dicho anteriormente, limita su planteamiento, la posibilidad de establecer puzles interesantes y de darle un giro nuevo a la dinámica de traspasar las dos realidades. En su cómputo global se siente como una posibilidad desaprovechada, aunque tal vez se pueda explorar en mayor profundidad en futuros videojuegos de la saga.

El mayor esfuerzo técnico de la saga Life is Strange

Las animaciones y comportamiento de los personajes alcanzan un nuevo nivel técnico.

Lo que sí hay que reconocerle al equipo de Deck Nine es que han conseguido llevar a Life is Strange: Double Exposure a un nuevo nivel técnico que no había podido explorar la saga hasta el momento. La nueva propuesta dispone de una mecánica que saca lo mejor del SSD de la nueva generación, pues pasar de una realidad a otra se produce con un solo golpe de acción, produciéndose el cambio de manera instantánea. Probablemente este es uno de los motivos por los que el juego no se atreve a ofrecer una mayor profundidad en su mundo, pues hubiera supuesto un esfuerzo técnico mayor para poder llevar a cabo este tipo de transiciones. Desde luego, viajar entre realidades y comprobar sus cambios instantáneos es una absoluta gozada.

Esto va en detrimento del cambio de escenarios, que sí que se reproduce mediante un fundido a negro al que le cuesta generar la imagen siguiente, por lo que se puede apreciar la carga de texturas en los primeros segundos, que es el único inconveniente técnico con el que me he encontrado en la partida. Ya lo ensalcé en las impresiones, pero la verdad es que es la entrega de Life is Strange más realista a la que he jugado, pues las animaciones de los personajes, especialmente las faciales, están muy bien definidas para dotarles de una gran personalidad, sobre todo en lo referente a Max, mucho más expresiva con su rostro. Parece una primera piedra hacia algo mucho mayor que está por llegar en el futuro de la franquicia y eso es una excelente noticia en un juego que cada vez tiene más peso argumental, pues puede definir un mayor realismo a las historias que se suceden en su universo.

Life is Strange: Double Exposure cuenta con tareas secundarias que amplían la propuesta.

Por desgracia, como es habitual en la saga, no cuenta con doblaje al castellano, pero hay que reconocer que todos los actores y actrices realizan un fantástico trabajo para dar la personalidad que define a cada uno de los personajes. Por su parte, la banda sonora vuelve a estar cargada de temas de grupos independientes que encajan a la perfección con la propuesta y que cuentan con su pequeño espacio para relajarse y escucharlos con detenimiento, otra de las marcas distintivas de la saga.

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Valoración final de Life is Strange: Double Exposure

Life is Strange: Double Exposure es un juego notable para cualquiera que se haya adentrado en algún momento en el universo de la saga. Es el título que mejor luce a nivel gráfico y el regreso de Max Caulfield como protagonista siempre es una excelente noticia. No obstante, adolece en lo jugable y se convierte en una propuesta muy repetitiva con el paso de las horas, por lo que el equipo de Deck Nine tiene trabajo por delante para ofrecer una mayor profundidad en futuras entregas. A nivel argumental es una absoluta gozada y sientas las bases para lo que puede definir el futuro de la franquicia, algo que encantará a todos los seguidores de este tipo de aventuras.

El artículo Análisis de Life is Strange: Double Exposure – La doble realidad del regreso de Max Caulfield fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.