Análisis de NEVA - Belleza y conexión se unen en el juego de 2024 que te desgarrará por dentro

Nomada Studio es uno de los grandes baluartes del desarrollo de videojuegos en territorio español. El estudio barcelonés consiguió impactar al mundo del ocio interactivo con GRIS, una obra que ensalza la belleza de los videojuegos y cuenta una historia a través de los colores, donde la protagonista ha de enfrentarse a una pérdida que se refleja en su aspecto y en los rincones del propio mundo que recorre. Debido al impacto que generó la aparición de este título, son muchos los que esperaban el próximo proyecto del estudio español para saber si conseguirían generar las mismas sensaciones. NEVA es todo y más de lo que se podría intuir.

Durante los últimos días he tenido la ocasión de adentrarme de lleno en la propuesta de NEVA, el nuevo videojuego de Nomada Studio que está a las puertas de su lanzamiento oficial que ya pudimos probar hace unas semanas. El estudio español vuelve a demostrar la enorme calidad artística que dispone en sus filas, además de presentar un modelo de evolución en mecánicas jugables que aporta una mayor profundidad de lo que ofreció GRIS en su día. Con NEVA se da el paso al siguiente nivel más allá de la enorme belleza de sus entornos, pero, ¿es suficiente para ser el gran indie de 2024? ¿Consigue evoluciona hasta un nivel superlativo en el que el impacto de GRIS quede en una primera prueba de fuego para lo que estaba por llegar? Todo esto y mucho más te lo cuento en el análisis completo de NEVA en PS5.

[pros] La belleza de todos sus entornos. Variados y con mucha personalidad. El papel de Neva en la aventura y cómo evoluciona. La elaboración de puzles originales y muy imaginativos. El mensaje que transmite en la relación de la protagonista con Neva. Diseño de niveles fascinante. La introducción del combate para dar dinamismo al gameplay... [/pros]

[contras] ...pero tiene poca evolución y es realmente simple. Poco contenido secundario que invite a la rejugabilidad. Escasa variedad de enemigos y situaciones de peligro. [/contras]

87Sobre 100

• NEVA: precio, plataformas y dónde comprar
• La pérdida como elemento conductor para crecer
  • El viaje a través de las estaciones
  • Un combate que apoya, pero que nunca es protagonista
  • Puzles sencillos y con buen sistema de niveles
  • Tan bello en lo visual que podría pertencer a un cuadro
• Valoración final de NEVA

NEVA: precio, plataformas y dónde comprar

NEVA es el nuevo videojuego del estudio español Nomada Studio, creadores de GRIS. Esta nueva propuesta de acción y plataformas acompaña a su protagonista junto a una criatura animal llamada Neva, que va creciendo a lo largo del juego. Con su lanzamiento el 15 de octubre de 2024 para PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One, Nintendo Switch y PC es un juego que destaca por la belleza de sus entornos y la ausencia de voz, pues intenta trasnmitir todas las sensaciones con sus imágenes visuales.

La pérdida como elemento conductor para crecer

Nomada Studio ya demostró con GRIS que se puede generar una historia realmente emotiva sin la necesidad de incluir una sola línea de texto en el jeugo y parece que será una de las notas más distintivas del estudio en sus próximos proyectos. Porque a NEVA tampoco le hace falta generar una historia con diálogos para conmover. La historia comienza con la pérdida de la fiel acompañante de la protagonista, una criatura que parece un ciervo, pero también tiene rasgos de lobo o perro, pero que se antoja como su compañera inseparable. Tras la caída frente a una curiosa fuerza oscura de la naturaleza, el personaje controlable, del que se desconoce su nombre, emprende un viaje junto a la cría de la criatura, que consigue sobrevivir al ataque.

Aquí es donde NEVA adquiere esa personalidad propia que no puede aportar otro videojuego al que haya jugado. La relación entre humanos y animales se ha plasmado en muchas ocasiones en el sector del ocio interactivo, pero creo que nunca se había trasladado con tanto acierto y belleza como lo hace el título de Nomada. El viaje, la constante protección entre los dos personajes principales, el paso de las estaciones que permiten ver el crecimiento de Neva y su simbiosis con su inesperable amiga... Todo conjuga a la perfección en una aventura que no necesita decirte lo que está sucediendo, porque su uso del entorno y del vínculo que existe entre las dos protagonistas lo cuenta todo por sí solo. Una de esas propuestas que respiran magia en todo momento, generando sensaciones muy empáticas e inmersivas, especialmente si tienes mascota.

La belleza de los entornos de NEVA se aprecia en todo momento.

No es un juego perfecto y probablemente sigue los mismos patrones y errores que cometió GRIS en su día, pero es otra demostración más de que los videojuegos son puro arte. Todo lo que se experimenta en las 8 horas que dura aproximadamente el viaje de Neva y su compañera es un derroche de emociones, de hacerte sentir un torrente de sensaciones, de canalizar toda la energía de los entornos más allá de la pantalla y de generar una intensidad sentimental que solo consiguen las obras del estudio barcelonés. Sin duda, el juego que más me ha roto por dentro en lo que va de 2024.

El viaje a través de las estaciones

Cada estación cuenta con las tonalidades adecuadas para expresar todo tipo de emociones.

NEVA se desarrolla mediante un viaje por las estaciones, comenzando en el verano y dividiéndolo en varias fases. La evolución del juego es una constante, no solo a nivel visual por los colores para poder plasmar del mejor modo posible lo que define a cada una de las estaciones en las que se divide el año, sino en las mecánicas que se van ofreciendo poco a poco para completar la fórmula jugable. La capacidad que tiene NEVA de cambiar sus opciones con tan solo un avance en scroll lateral es fantástica, incluyendo un diseño de niveles cada vez más complejo e intrincado para sorprender al jugador. Si en el verano todo es luz y color, el paso al otoño ya deja ver las primeras sombras, mientras la protagonista puede colgarse de diversos escenarios para darles más profundidad y complejidad.

El papel de Neva aquí también es esencial, ya que a medida que va creciendo juega un rol más importante en la jugabilidad. Si en un inicio es un cachorro que hay que guiar y proteger, con el paso de los niveles gana independencia y ya es capaz de acceder a ciertas zonas antes que la protagonista o incluso servir de arma arrojadiza contra las sombras enemigas que te atacan en el camino. Ese viaje y la evolución que hay en él es la verdadera clave de NEVA para ir transformando de manera constante sus mecánicas jugables y lo que permiten. No es un juego especialmente complejo en su manejo, pero sí en su construcción de entornos, porque en todo momento busca sorprender por lo visual y eso es algo que sabe hacer a la perfección. Sin embargo, también aprende a sorprender en lo jugable, ya que maravilla con sus mecánicas, tan simples como efectivas.

Los elementos conjugan a la perfección para regalar imágenes preciosas.

He de reconocer que me he emocionado mucho en el viaje que propone NEVA. No sé realmente si por el conjunto de todos los aspectos que lo definen o si por el hecho de tener una mascota con la que haber generado un vínculo similar, pero he conseguido sentir como mía esa magia que se pretende aportar con el transcurso de los minutos. Neva es capaz de ofrecer una dinámica de avance en línea recta y que sientas cada paso como algo bello que merece la pena observar. Una quimera para muchas otras propuestas que necesitan hacer auténticas virguerías para llamar la atención del jugador, pero que aquí flota en el ambiente desde el primer instante, acompañándote durante todo el camino.

Los niveles del invierno son una auténtica locura en lo visual.

De este hablaré de manera más profunda más adelante en el análisis, pero el reflejo de cada estación en los niveles es superlativo, no solo por el uso de colores, sino también por las sensaciones que se transmiten. Alegría, añoranza, tristeza, depresión, pérdida... Demasiadas emociones que se van amontonando con el paso de las horas y que convergen en la luz que refleja la propia Neva, siempre alzándose como el faro que marca el camino. La naturaleza en su máximo esplendor, tanto la humana como la animal.

Un combate que apoya, pero que nunca es protagonista

Los enemigos aportan ciertos momentos de tensión.

Más allá de este estupendo viaje, NEVA pretende sorprender a aquellos que jugaron a GRIS, pues en esta ocasión la protagonista porta una espada, por lo que no es un elemento simplemente de adorno. Nomada se ha atrevido a incluir mecánicas de combate y, a decir verdad, tengo sentimientos encontrados con esta decisión. Entiendo que es una dinámica para ofrecer algo más de frescura y acción al gameplay para que no todo sea tranquilidad en el camino, pero no veo que fuera un elemento necesario en el gameplay. Principalmente por el poco tiempo que tiene para evolucionar, pues que más allá de soltar espadazos a los enemigos y esquivar, lo máximo que se termina aportando en este sentido es el uso de Neva, primero lanzándola hacia las sombras para paralizarlas y después como una fuerza especial de la propia espada.

En este sentido, el combate se presenta como algo plano y, en ocasiones, aburrido. Hay pocas situaciones que hagan evolucionar lo suficiente la técnica de combate y la escasa variedad de enemigos no le hace mucho favor. En un juego de 8 horas no hay tiempo suficiente a dejar germinar estas ideas o a ofrecer un amplio catálogo de enemigos que puedan presentar fortalezas y debilidades, por lo que el combate se termina quedando en una adición que suma lo justo, pero que no se convierte en un elemento fundamental. Tampoco es que sea la mecánica protagonista de NEVA, pero es cierto que hay que juzgarlo como lo que es, y no es la mejor mecánica que se puede disfrutar en el juego, salvo por un par de combates que sí cumplen con creces con lo que se podría esperar en este sentido.

Neva va adquiriendo protagonismo en el combate.

Tal vez sirva como una prueba de fuego respecto a lo que pueda llegar por parte del estudio en un futuro, pero lo cierto es que su inclusión no me ha terminado de apasionar. Entiendo que no se le haya querido dar una mayor profundidad y complejidad con técnicas de ataque cargado o bloqueo, ya que los patrones de los enemigos tampoco son excesivamente profundas, pero creo que en comparación con GRIS sale perdiendo por la personalidad que aportó el primer título sin tener que recurrir a una dinámica tan básica. Argumentalmente tiene sentido poder enfrentarse a las sombras, pero tal vez hubiera sido interesante darle más protagonismo a Neva para ello, ya que sus habilidades podrían haber encajado de mejor modo en ese sentido.

No es un combate muy elaborado, pero sí efectivo.

Aun así, quiero dejar claro que no es algo que afee en absoluto al título, simplemente es un complemento que no termina de encajar como probablemente creían sus responsables, al menos a mi modo de ver. Si se busca una experiencia simple y que se sitúe en un entorno plano y con pocas amenazas, cumple.

Puzles sencillos y con buen sistema de niveles

Los puzles de NEVA guardan mucha similitud con los de GRIS.

Donde sí que no defrauda es en su excepcional diseño de niveles, el santo y seña de los videojuegos publicados hasta el momento por Nomada Studio. NEVA hace alarde de puzles sencillos en su resolución, pero no en su construcción. Los entornos son capaces de transformarse y amoldarse a lo que requiera el mapa para avanzar, generando figuras arquitectónicas que recuerdan a GRIS y que van ofreciendo una escalera sobre la que seguir ascendiendo por los niveles. A nivel visual es asombroso, pero a nivel jugable lo es incluso más. La capacidad del equipo artístico y de diseño de niveles para conjugar su talento es sublime, algo que alcanza su cénit en el nivel espejo del invierno: pura magia visual y de control.

La originalidad siempre está presente en NEVA, como una nube que sobrevuela el juego en todo momento. Cuando crees que no te puede sorprender más, atraviesas un bosque y te encuentras frente a un paraje sosegado, coronado por una imponente montaña. De repente, te adentras en un lugar subterráneo tras caer desde lo alto de un acueducto y navegas entre las nubes junto a tu insperable amiga resplandeciente. Todo lo que se sucede en Neva forma parte de un todo que encaja como las piezas de un puzle, con la forma y tamaños correctos, con los planos de cámara utilizados con una calidad magnífica, permitiendo sacar el máximo potencial de cada nivel que se presenta ante ti. Y al final eso es puro arte, saber colocar cada elemento donde debe y darle la profundidad que merece para que adopte el protagonismo deseado.

Algunos niveles son una absoluta locura en diseño.

NEVA es pura simpleza en lo jugable, ccomo ya lo era GRIS. No hay mucho que hacer salvo saltar y deslizarse en el aire para poder alcanzar las diferentes plataformas que conforman los puzles del juego. Sin embargo, en su construcción está la cualidad para no hacer un proceso tan simple como algo aburrido, sino como algo que parece que sucede a cámara lenta para poder observar todo lo que te rodea. El plataformeo es simple, pero muy efectivo y para conseguir algunos de los coleccionables resulta un ejercicio de pensar en cómo sacarle todo el partido al entorno para alcanzar el lugar en el que se sitúan.

Tan bello en lo visual que podría pertencer a un cuadro

La belleza de NEVA es singular e impresionante.

Más allá de todas las virtudes mencionadas hasta ahora, los videojuegos de Nomada Studio han demostrado con sobradas razones que su principal atractivo es lo visual. Te puede gustar más o menos en lo jugable, pero lo cierto es que en el diseño artístico tiene pocos rivales en toda la industria del videojuego. NEVA es el videojuego más bonito y con más personalidad en lo visual que he podido disfrutar este 2024 y he jugado a cerca de 50 títulos diferentes en lo que va de año, por lo que el trabajo realizado por el estudio barcelonés es digno de admirar. La capacidad de conseguir que cada frame sea un deleite para la vista y los sentidos es algo realmente difícil de lograr y en esta ocasión se sucede en todo momento.

Creo que las palabras no le hacen ninguna justicia, por lo que solo hay que apreciar las imágenes que acompañan a este análisis para ser conscientes de una mínima parte de lo que aporta NEVA en la pantalla, donde todo se maxifica. Ver este juego en movimiento es un regalo digno de pertenecer a un museo, porque algunos de los entornos que se pueden apreciar en esta travesía parecen sacados directamente de un cuadro, cuyas pinceladas derrochan personalidad y cuentan mucho más de lo que parece en un inicio. No son simples entornos creados para un videojuego, son paisajes que cobran vida más allá de la obra, aportando muchas sensaciones por el color y la composición. Una obra de arte que se va expandiendo en scroll lateral, como un cuadro infinito que sigue una composición de diferentes estaciones y entornos. Maravilloso, no se puede definir de otra manera.

Cada instante es pura magia.

Algo que acompaña en todo momento a lo visual y que lo hace incluso más especial si cabe es la banda sonora. A veces parece que no está, pero si prestas la atención necesaria se encuentra acompañando al entorno, con una ráfaga de viento que aparece silbando en la lejanía. Otras veces se vuelve más intensa, acaparando el protagonismo del entorno y después vuelve a calmarse para sonar al compás del avance. La música de NEVA es el ejemplo perfecto de cómo conformar acordes que se unan del modo correcto a lo que se está presentando en pantalla, aportando aún más emoción y sensibilidad, tensión y potencia. El conjunto de NEVA es arte en todas sus vertientes y es algo digno de celebrar, porque además es una demostración del enorme talento nacional.

Valoración final de NEVA

NEVA me ha cautivado. El viaje que he experimentado con este título ha trascendido más allá del entretenimiento, colándose por mi piel y llegando a lo más profundo del corazón. He sentido cada paso que avanzaba como una parte de mí, me he embriagado con la belleza de su mundo y he conectado con los personajes de un modo intenso, a pesar de que no han pronunciado ni una sola palabra -más allá del nombre de Neva- en todo el juego. La dificultad de conseguir eso en una industria que cada vez es más exigente ha de valorarse y, si Nomada Studio ya consiguió romperme con GRIS al experimentarlo por primera vez, han vuelto a destrozarme por dentro con NEVA. Placer culpable, porque cuando un juego te hace sentir da igual que sea sufrimiento y pesar, porque lo que pretende el arte es expresar cualquier tipo de emoción y aquí las he podido visitar todas.

El artículo Análisis de NEVA - Belleza y conexión se unen en el juego de 2024 que te desgarrará por dentro fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.