El nuevo Renault Twingo es mucho más que la última reinterpretación nostálgica. Es la confirmación del designed en China, made in Europe

El nuevo Renault Twingo es mucho más que la última reinterpretación nostálgica. Es la confirmación del designed en China, made in Europe

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“Teníamos que hacer un coche por debajo de 20.000 euros en menos de dos años. Nos pusimos en modo comando”

Con estas palabras resume Paula Fabregat, Directora de Proyectos de Diseño en Renault para los segmentos A y B, la locura que ha sido el lanzamiento del Renault Twingo. Es el último gran encargo de Luca de Meo, quien fuera CEO de Renault hasta el pasado mes de julio cuando se marchó sorpresivamente para dar el salto al mercado del lujo con el grupo Kering. Desde su llegada, la marca vivió una autentica revolución enfocándose en relanzamientos de modelos míticos de la compañía reinterpretados como coches eléctricos dentro del famoso plan Renaulution.

La idea de fondo en este Twingo se parece mucho al de los lanzamientos que ya hemos visto: coche urbano como el Renault 5 y el Renault 4, creado con mucho mimo para mantenerse pegado al pasado y, al mismo tiempo, proponer una alternativa que conquista por diseño para convencer al indeciso.

La cuestión es que la idea de fondo era la misma, la forma de ejecutarla ha sido muy distinta.

Y, pese a todo, el resultado a primera vista (antes de subirnos al coche) está a la altura.

Ficha técnica del Renault Twingo


Renault Twingo

TIPO DE CARROCERÍA.

B-SUV de cinco plazas

MEDIDAS Y PESO.

3,79 metros de largo, 1,72 metros de ancho, 1,49 metros de alto y 2,43 metros de distancia entre ejes. Desde 1.200 kg de peso (no se especifican más detalles)

MALETERO.

360 litros

POTENCIA MÁXIMA.

60 kW (82 CV)

CONSUMO WLTP.

Por confirmar.

DISTINTIVO AMBIENTAL.

Cero emisiones

AYUDAS A LA CONDUCCIÓN (ADAS).

Confirmadas las mínimas exigidas por la Unión Europea. Frenada de emergencia delantera y trasera y mantenimiento en el carril. Hasta 24 ayudas ADAS a la conducción en opción.

OTROS.

Open R Link construido sobre Android Automotive, compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Pantalla de siete pulgadas para el cuadro de instrumentos y de 10 pulgadas para la central.

HÍBRIDO ELÉCTRICO.

No.

HÍBRIDO enchufable.

No.

eléctrico

Sí. Versiones 60 kW (82 CV) con batería de 27,5 kWh.

Solo disponible con carga de 6,3 kW de serie

Carga de 11 kW en CA y 50 kW en corriente continua en opción. 

precio y lanzamiento

Precio por confirmar. 

Inicio de la comercialización: principios de 2026.

Mismo espíritu en tiempos modernos

Entramos en una nave. Un Renault Twingo nos espera impoluto. Con todo su aroma noventero. Con ese espíritu jovial y buen rollero que desprende su tapicería colorida, sus formas sencillas y sus salpicadero “con tres cosas contadas”. Ese urbano con alma de monovolumen que parecía gritarte al mundo que da igual lo que le eches, que él está ahí para que hagas con él lo que te dé la gana. 

Sus asientos se hacían cama.

Hoy ese Renault Twingo tiene que jugar a otra cosa. Sigue siendo ese coche puramente urbano pero tiene que contentarse, sí o sí, con ser puramente urbano.

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Porque el Renault Twingo es ahora un coche eléctrico con batería de 27,8 kWh de capacidad. Es una cuestión de pura normativa. Europa ha decidido que hay que saltar al coche eléctrico. Los coches del segmento A con motor de combustión, atiborrados como tienen que llegar con sistemas de ayudas a la conducción, son muy complicados de amortizar. Y ponen las cosas más difíciles al resto de la compañía en su media de emisiones. Electrificarlos parcialmente tampoco es una buena idea, con sistemas complejos que encarecen el producto.

Renault decidió que si el futuro era eléctrico tenía dos caminos. El primero era pelear por puro precio, hacer el coche más barato posible. Queda descartado con una Dacia que tiene el Spring y las marcas chinas entrando con fuerza. El segundo camino era apuntar a la nostalgia, a quienes de verdad tienen dinero para recordar sus tiempos pasados en los Renault 5, 4 y ahora Twingo. Pero si querían diferenciarse había que crear un producto que alguien deseara comprar verdaderamente. Y para hacerlo atractivo la compañía francesa ha dado todo el cariño y mimo posible a estos coches… tratando de contener el precio.

Así nace el Renault Twingo que a falta de precios definitivos tendrá una opción que parte de menos de 20.000 euros antes de ayudas. La propuesta es simple: recoger ese espíritu de modularidad y practicidad para tener un coche urbano con aspiraciones de monovolumen. El problema, y no menor, es que ahora sí que sí el Twingo queda atado a la ciudad con esa batería que homologa 260 kilómetros según ciclo WLTP, que seguramente se irá por encima de esta cifra en ciudad pero que fuera de ella nos limita a recorridos que estarán entre 150 y, como muchísimo, 200 kilómetros.

Para dar con la clave, Renault no ha dudado en irse al lugar donde triunfan los coches baratos, eléctricos y los diseñados en tiempo récord. El Renault Twingo es el primer gran producto nacido del centro de diseño e investigación que la compañía ha abierto en Shanghai. Diseñado en China, hecho en Europa. Porque el coche se fabricará en suelo esloveno. Concretamente en la planta de Novo Mesto pero con una red de proveedores chinos a su alrededor que garantizan contener los costes. Las baterías, de hecho, son LFP firmadas por CATL. Así, carecen de aranceles pero aseguran poderse traer el conocimiento chino a Europa.

Y como ese contexto no es el mismo que el de 1992, cuando se lanzó por primera vez el Twingo a la calle. Para hacer atractivo un coche así, Renault vuelve a poner toda la carne en el asador. Lo ha hecho readaptando la plataforma del Renault Captur, miniaturizándola e instalándole el eje delantero del Renault 5. Esto debería dar al Renault Twingo mayor empaque, mayor sensación de coche grande.

Por fuera el ejercicio de diseño es extraordinario. Perfecto, diría.

El juego con los faros delanteros, que se aligeran mostrando chapa entre el arco LED de iluminación diurna y la tira con en tres espacios cuadrangulares para la iluminación nocturna o los intermitentes es exquisito. Mucho más si tenemos en cuenta que, con el objetivo de ahorrar costes, se calcan en la zona trasera. Delante enmarcan una suerte de sonrisa con una tira negra que resta peso visual al conjunto y detrás juegan con un apéndice que recuerdan a las orejas de una diadema con reminiscencias coreanas o niponas.

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Luz Ese pequeño apéndice de los faros es tan lúdico como influyente en la aerodinámica

“Es diseño al servicio de la funcionalidad”, se reafirma Fabregat. Esa parte trasera, nos cuenta el equipo de diseño, fue complicado rematarla. Los grupos ópticos no están pegados a la carrocería en su parte superior, lo que genera volumen pero dificulta la aerodinámica. “Teníamos un problema porque perdíamos mucha eficiencia. Empezamos a jugar con trocitos de cartón en el túnel del viento hasta que dimos con que esa solución triangular solucionaba el problema”, recalca la diseñadora de Renault. De nuevo, una solución divertida y atrevida pero con la idea siempre presente de dar solución a un problema real.

Por dentro, esas soluciones son menos llamativas pero igual de imaginativas. El modelo original llevaba los colores del exterior al interior. Aquí, se ha tratado de calmar el interior pero se mantiene, por ejemplo, una pieza en la puerta que mantiene el color del exterior. Se desnuda de plásticos y simplemente se deja vista es parte de la carrocería que es pintada ya de partida. No se gasta un euro en incluir la pieza y al mismo tiempo remite al diseño original y se mantiene su estética.

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El espíritu de modularidad se mantiene con sus banquetas deslizables. Situadas en su extremo delantero, el Renault Twingo crece hasta los 360 litros medidos hasta el techo. Una buena parte de ellos guardados en el doble fondo del maletero.

Sentado, realmente sorprende el espacio interior para los pasajeros traseros. De hecho, en este primer contacto estas plazas traseras me han parecido más espaciosas que en Cinco, uno de sus lunares. Eso sí, el sacrificio se hace delante donde me ha dado la impresión que el conductor puede sentir cierto agobio, situándose demasiado cerca de un cristal muy vertical para ganar espacio interior.

El resto de elementos cumplen y son plásticos duros pero el juego de colores y formas reducen la sensación de “barato”. Si se le pone mimo al diseño, esos mismos plásticos pueden pasar de claramente insuficientes a pasables. Aquí alcanzan esta segunda categoría.

Muy probablemente porque el coche está bien acompañado con una pantalla de siete pulgadas para el cuadro de instrumentos y una de 10,1 pulgadas para la central. Se mueven con Open R Link, el sistema de Renault basado en Android Automotive que ya hemos visto en otras ocasiones pero al que se le ha dado un lavado de cara para ofrecer interfaces específicas para el modelo. La compañía se ha inventado un alfabeto entero para generar un nuevo logo, como el que podemos leer en el portón trasero. Alfabeto que también se puede descifrar en el techo del coche, grabado sobre el recubrimiento.

Y es que, a veces, todo es cuestión de detalles y de ponerle mimo.

Y el Renault Twingo llega sobrado de todo esto.

Fotos | Xataka

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La noticia El nuevo Renault Twingo es mucho más que la última reinterpretación nostálgica. Es la confirmación del designed en China, made in Europe fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .