Hace 30 años ya pudimos controlar a Zelda no en uno, sino hasta en dos juegos de los que nadie se acuerda. El resultado fue la etapa más vergonzosa de la saga

Pocas compañías hay tan protectoras con sus personajes como Nintendo. Aunque hemos tenido notables excepciones en los últimos años, es realmente dificil imaginar sus grandes sagas en consolas que no sean de la compañía nipona. Pero durante un breve periodo en los noventa, eso fue una realidad. Con la llegada del formato CD Nintendo no quería quedarse atrás, y coqueteó con dos compañías que pudieran diseñarle un lector de CDs para la popularísima Super Nintendo. Aunque aquello no salió adelante, para Sony fue el origen de su Playstation, y para Philips de su consola CD-i, que tendría el honor de contar entre su catálogo nada menos que con exclusivos de Mario y Zelda. 3D Juegos Una única palabra causó que el legendario bug de Heavy Rain nos impidiera tomarnos en serio el final del juego Una apuesta por todo lo alto Estrenados entre 1993 y 1996, los tres juegos de Zelda que salieron en Philips CD-i además tenían una particularidad: dos de ellos estaban protagonizados por Zelda. Lo que podría haber sido un punto de inflexión importante para la saga acabó siendo un fracaso, y disuadió a Nintendo de seguir haciendo este tipo de experimentos. Y eso que la premisa inicial no era mala. Como si de una nueva entrega de Pokémon se tratara, en 1993 se estrenaron dos juegos hermanos en CD-i, Zelda: The Faces of Evil y Zelda: Wand of Gamelon, estando el primero protagonizado por Link y el segundo por Zelda. No es culpable la pobre Zelda de que esto no funcionase. Aunque ambos juegos tenían su historia, escenarios y enemigos propios, era la fórmula que tenían en común la que no terminaba de encajar. El estreno de Zelda a los mandos en Wand of Gamelon fue trágico. La saga repetía la perspectiva 2D lateral que ya había tenido con el controvertido Zelda II: The Adventure of Link, pero empeoraba la fórmula en todos los sentidos, con controles muys tosco y decisiones de jugabilidad cuestionables como tener que golpear a las rupias para coleccionarlas o depender constantemente de objetos consumibles para progresar. Desarrollado por Animation Magic, el diseño de niveles quedaba muy atrás de la buena mano de Nintendo. La inversión en la tecnología del CD tampoco estaba justificada de cara a los gráficos. La búsqueda de un estilo artístico más detallado había jugado en su contra. Los escenarios eran una amalgama cromática donde a menudo era difícil distinguir el escenario del fondo, y el juego cuenta con infames cinemáticas de animación que poco favor le hacen a sus personajes o a su sencilla historia. Con unas actuaciones de voz que se han llegado a comparar a las de la infame serie animada de Zelda. Una bizarra vuelta a la fórmula clásica Y aun así, Wand of Gamelon parecía una apuesta ganadora al lado de Zelda’s Adventure. El segundo juego de CD-i protagonizado por la princesa era una aventura cenital con elementos de RPG como los clásicos o como el reciente Echoes of Wisdom. Salvo que en la ejecución no era en absoluto como los clásicos. De nuevo los jugadores se encontraban aquí con unos controles toscos, una jugabilidad más simplona que la de sus predecesores y un diseño de niveles confuso. Los gráficos eran incluso peores. La apuesta por el FMV tanto dentro como fuera de las cinemáticas le dan al juego el look más extraño que una entrega de la saga ha tenido jamás, reforzado por un diseño de personajes y enemigos que no se parece en absoluto a nada relacionado con este universo. Por si fuera poco, el formato CD volvía a destacar precisamente no por lo positivo. Los tiempos de carga eran notoriamente largos, una experiencia frustrante teniendo en cuenta las transiciones fluidas del original en NES. A nivel sonoro también era bastante desastre, apostando por un diseño naturalista en el que la mayor parte del tiempo solo se escuchaban los sonidos del bosque. Y donde los efectos sonoros realistas resultaban chocantes en la ambientación de fantasía. Aunque el tiempo lo ha ido considerando uno de los peores juegos de la historia hay también una corriente que lo reivindica, e incluso opiniones positivas de la prensa de la época. De cualquier manera aquel supuso el fin de los juegos de Nintendo en CD-i. Mientras Playstation empezaba a alzarse como gran pilar de la industria, tanto Nintendo como Philips habían fracasado en una colaboración que inicialmente parecía prometedora. A pesar de sus muchos avances tecnológicos, el alto precio y la falta de un catálogo potente acabó hundiendo la consola de Philips, que dejó de venderse en 1998. Con el tiempo se ha quedado como una mera curiosidad histórica, y recuerdo de una época en la que Nintendo aprendió por las malas a ser más cautelosa con a quién le cede sus licencias. En 3DJuegos | Christian Bale amenazando a NPCs y Cillian Murphy jugando a la Play 2. Así fue la memorable adaptación

Oct 10, 2024 - 17:34
Hace 30 años ya pudimos controlar a Zelda no en uno, sino hasta en dos juegos de los que nadie se acuerda. El resultado fue la etapa más vergonzosa de la saga

Hace 30 años ya pudimos controlar a Zelda no en uno, sino hasta en dos juegos de los que nadie se acuerda. El resultado fue la etapa más vergonzosa de la saga

Pocas compañías hay tan protectoras con sus personajes como Nintendo. Aunque hemos tenido notables excepciones en los últimos años, es realmente dificil imaginar sus grandes sagas en consolas que no sean de la compañía nipona. Pero durante un breve periodo en los noventa, eso fue una realidad.

Con la llegada del formato CD Nintendo no quería quedarse atrás, y coqueteó con dos compañías que pudieran diseñarle un lector de CDs para la popularísima Super Nintendo. Aunque aquello no salió adelante, para Sony fue el origen de su Playstation, y para Philips de su consola CD-i, que tendría el honor de contar entre su catálogo nada menos que con exclusivos de Mario y Zelda.

Una apuesta por todo lo alto

Estrenados entre 1993 y 1996, los tres juegos de Zelda que salieron en Philips CD-i además tenían una particularidad: dos de ellos estaban protagonizados por Zelda. Lo que podría haber sido un punto de inflexión importante para la saga acabó siendo un fracaso, y disuadió a Nintendo de seguir haciendo este tipo de experimentos.

Gamelon

Y eso que la premisa inicial no era mala. Como si de una nueva entrega de Pokémon se tratara, en 1993 se estrenaron dos juegos hermanos en CD-i, Zelda: The Faces of Evil y Zelda: Wand of Gamelon, estando el primero protagonizado por Link y el segundo por Zelda. No es culpable la pobre Zelda de que esto no funcionase. Aunque ambos juegos tenían su historia, escenarios y enemigos propios, era la fórmula que tenían en común la que no terminaba de encajar.

El estreno de Zelda a los mandos en Wand of Gamelon fue trágico. La saga repetía la perspectiva 2D lateral que ya había tenido con el controvertido Zelda II: The Adventure of Link, pero empeoraba la fórmula en todos los sentidos, con controles muys tosco y decisiones de jugabilidad cuestionables como tener que golpear a las rupias para coleccionarlas o depender constantemente de objetos consumibles para progresar. Desarrollado por Animation Magic, el diseño de niveles quedaba muy atrás de la buena mano de Nintendo.

La inversión en la tecnología del CD tampoco estaba justificada de cara a los gráficos. La búsqueda de un estilo artístico más detallado había jugado en su contra. Los escenarios eran una amalgama cromática donde a menudo era difícil distinguir el escenario del fondo, y el juego cuenta con infames cinemáticas de animación que poco favor le hacen a sus personajes o a su sencilla historia. Con unas actuaciones de voz que se han llegado a comparar a las de la infame serie animada de Zelda.

Una bizarra vuelta a la fórmula clásica

Adventure

Y aun así, Wand of Gamelon parecía una apuesta ganadora al lado de Zelda’s Adventure. El segundo juego de CD-i protagonizado por la princesa era una aventura cenital con elementos de RPG como los clásicos o como el reciente Echoes of Wisdom. Salvo que en la ejecución no era en absoluto como los clásicos.

De nuevo los jugadores se encontraban aquí con unos controles toscos, una jugabilidad más simplona que la de sus predecesores y un diseño de niveles confuso. Los gráficos eran incluso peores. La apuesta por el FMV tanto dentro como fuera de las cinemáticas le dan al juego el look más extraño que una entrega de la saga ha tenido jamás, reforzado por un diseño de personajes y enemigos que no se parece en absoluto a nada relacionado con este universo.

Por si fuera poco, el formato CD volvía a destacar precisamente no por lo positivo. Los tiempos de carga eran notoriamente largos, una experiencia frustrante teniendo en cuenta las transiciones fluidas del original en NES. A nivel sonoro también era bastante desastre, apostando por un diseño naturalista en el que la mayor parte del tiempo solo se escuchaban los sonidos del bosque. Y donde los efectos sonoros realistas resultaban chocantes en la ambientación de fantasía.

Gandalf I Guess

Aunque el tiempo lo ha ido considerando uno de los peores juegos de la historia hay también una corriente que lo reivindica, e incluso opiniones positivas de la prensa de la época. De cualquier manera aquel supuso el fin de los juegos de Nintendo en CD-i. Mientras Playstation empezaba a alzarse como gran pilar de la industria, tanto Nintendo como Philips habían fracasado en una colaboración que inicialmente parecía prometedora.

A pesar de sus muchos avances tecnológicos, el alto precio y la falta de un catálogo potente acabó hundiendo la consola de Philips, que dejó de venderse en 1998. Con el tiempo se ha quedado como una mera curiosidad histórica, y recuerdo de una época en la que Nintendo aprendió por las malas a ser más cautelosa con a quién le cede sus licencias.

En 3DJuegos | Christian Bale amenazando a NPCs y Cillian Murphy jugando a la Play 2. Así fue la memorable adaptación de Batman Begins que se adelantó a los Arkham

En 3DJuegos | El adictivo hack and slash de La venganza de los Sith para PS2 que se atrevió con duelos multijugador y un cruel final alternativo

-
La noticia Hace 30 años ya pudimos controlar a Zelda no en uno, sino hasta en dos juegos de los que nadie se acuerda. El resultado fue la etapa más vergonzosa de la saga fue publicada originalmente en 3DJuegos por Miguel Solo .

What's Your Reaction?

like

dislike

love

funny

angry

sad

wow