Hay una línea que ni el director de Terrifier 3 se atreve a cruzar
Aunque algunos aseguran que el payaso Art dejó de ser el rey del terror y el villano de la nueva producción de Chris Nash es mucho más brutal, nadie puede poner en duda que la franquicia Terrifier tiene la medalla de oro en lo que respecta a gore y violencia injustificada. Sin embargo, más allá de los límites cruzados hasta el momento, el maestro del terror Damien Leone sabe dónde detenerse.En cada entrega, hemos sido testigos de escenas aterradoras, mientras el aterrador payaso tortura a sus víctimas, las parte a la mitad o utiliza una motosierra para profanarlas. De esta forma, es normal dudar respecto a la existencia de una línea divisoria entre lo tolerable y el exceso.El gore extremo también tiene sus límitesUn buen director sabe cuando es demasiadoDe acuerdo a la crítica especializada, y la opinión del mismo Mike Flanagan, Leone se caracteriza por una visión del gore que carece de tapujos. Gracias a ello, se le atribuye la invención de un nuevo subgénero. A pesar de ello, el director está consciente de las limitaciones al momento de representar la violencia.Durante una entrevista conferida a Variety, el cineasta expresó su respeto hacia una línea imaginaria que controla lo que Art puede o no hacer en la pantalla. Si bien es cierto que el gore extremo es una de las principales razones que justifican la popularidad de la franquicia, el alegre arquitecto de muertes escalofriantes no tiene libertad plena al momento de cometer sus crímenes.Desde su punto de vista, es necesario saber en qué punto detenerse, de lo contrario, lo sombrío puede pasar a ser intolerable y las películas pierden la diversión.Terrifier 3 es desconcertante, sin caer en los excesosEn la tercera entrega, los habitantes del condado de Miles no tienen idea del caos que está a punto de desatar el payaso Art mientras ellos duermen en Nochebuena. Como todos esperaban, la trama está llena de delicias desagradables que elevan la calidad de la propuesta, y la acercan a algo que se acerca a lo que podemos describir como arte cinematográfico.De esta manera, a pesar de que presenta una auténtica cacería navideña, el diseño de la atmósfera y la actitud lúdica que le confiere David Howard Thornton al personaje, ayuda que la experiencia de visualización ofrezca dosis de terror y de humor en partes iguales.Terriffier 3 repite la estrategia de bailar en torno a los tabúes, una fórmula que le ha funcionado de maravilla desde el inicio, y que le ha permitido superar los 41 millones de dólares recaudados en taquilla.Damien Leone sabe muy bien cuándo detenerseAlgunos detalles serán demasiado y podrían ser rechazados terríblementeLa entrevista con Variety también fue propicia para que el director compartiera un poco acerca de su forma de manejar el uso de la violencia. Aunque acostumbra a sobrepasarse un poco en lo que respecta a la sangre, lo que pone en pantalla está condicionado a la presencia de niños.Si bien estos han sido parte de la ola de asesinatos de Art, Leone ha sabido manejar su inclusión con el suficiente cuidado para no incurrir en un desagrado extremo. Muestra de ello es la escena inicial donde el payaso asesina a un niño, pero nada aparece explícito en pantalla, pues en lugar de mostrar una flamante y gloriosa secuencia, se apuesta por dejar todo a la imaginación de los espectadores. De esta forma, evita el riesgo de alienar a la audiencia que sigue a la franquicia y continuar complaciendo a los seguidores de una manera artística y responsable.En definitiva, las películas de Terrifier siguen el esquema empezado por los clásicos del género como Pesadilla en Elm Street (1984) y la siempre recordada serie Sream, donde abunda el gore y la violencia. Sin embargo, incluso cuando Damien Leone ha sobrepasado muchos límites, la idea final es garantizar el entretenimiento de los espectadores amantes del género, por lo que no se debe cruzar una línea sin retorno, que puede conducir al fracaso de la franquicia.El artículo Hay una línea que ni el director de Terrifier 3 se atreve a cruzar fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.
Aunque algunos aseguran que el payaso Art dejó de ser el rey del terror y el villano de la nueva producción de Chris Nash es mucho más brutal, nadie puede poner en duda que la franquicia Terrifier tiene la medalla de oro en lo que respecta a gore y violencia injustificada. Sin embargo, más allá de los límites cruzados hasta el momento, el maestro del terror Damien Leone sabe dónde detenerse.
En cada entrega, hemos sido testigos de escenas aterradoras, mientras el aterrador payaso tortura a sus víctimas, las parte a la mitad o utiliza una motosierra para profanarlas. De esta forma, es normal dudar respecto a la existencia de una línea divisoria entre lo tolerable y el exceso.
El gore extremo también tiene sus límites
De acuerdo a la crítica especializada, y la opinión del mismo Mike Flanagan, Leone se caracteriza por una visión del gore que carece de tapujos. Gracias a ello, se le atribuye la invención de un nuevo subgénero. A pesar de ello, el director está consciente de las limitaciones al momento de representar la violencia.
Durante una entrevista conferida a Variety, el cineasta expresó su respeto hacia una línea imaginaria que controla lo que Art puede o no hacer en la pantalla. Si bien es cierto que el gore extremo es una de las principales razones que justifican la popularidad de la franquicia, el alegre arquitecto de muertes escalofriantes no tiene libertad plena al momento de cometer sus crímenes.
Desde su punto de vista, es necesario saber en qué punto detenerse, de lo contrario, lo sombrío puede pasar a ser intolerable y las películas pierden la diversión.
Terrifier 3 es desconcertante, sin caer en los excesos
En la tercera entrega, los habitantes del condado de Miles no tienen idea del caos que está a punto de desatar el payaso Art mientras ellos duermen en Nochebuena. Como todos esperaban, la trama está llena de delicias desagradables que elevan la calidad de la propuesta, y la acercan a algo que se acerca a lo que podemos describir como arte cinematográfico.
De esta manera, a pesar de que presenta una auténtica cacería navideña, el diseño de la atmósfera y la actitud lúdica que le confiere David Howard Thornton al personaje, ayuda que la experiencia de visualización ofrezca dosis de terror y de humor en partes iguales.
Terriffier 3 repite la estrategia de bailar en torno a los tabúes, una fórmula que le ha funcionado de maravilla desde el inicio, y que le ha permitido superar los 41 millones de dólares recaudados en taquilla.
Damien Leone sabe muy bien cuándo detenerse
La entrevista con Variety también fue propicia para que el director compartiera un poco acerca de su forma de manejar el uso de la violencia. Aunque acostumbra a sobrepasarse un poco en lo que respecta a la sangre, lo que pone en pantalla está condicionado a la presencia de niños.
Si bien estos han sido parte de la ola de asesinatos de Art, Leone ha sabido manejar su inclusión con el suficiente cuidado para no incurrir en un desagrado extremo. Muestra de ello es la escena inicial donde el payaso asesina a un niño, pero nada aparece explícito en pantalla, pues en lugar de mostrar una flamante y gloriosa secuencia, se apuesta por dejar todo a la imaginación de los espectadores. De esta forma, evita el riesgo de alienar a la audiencia que sigue a la franquicia y continuar complaciendo a los seguidores de una manera artística y responsable.
En definitiva, las películas de Terrifier siguen el esquema empezado por los clásicos del género como Pesadilla en Elm Street (1984) y la siempre recordada serie Sream, donde abunda el gore y la violencia. Sin embargo, incluso cuando Damien Leone ha sobrepasado muchos límites, la idea final es garantizar el entretenimiento de los espectadores amantes del género, por lo que no se debe cruzar una línea sin retorno, que puede conducir al fracaso de la franquicia.
El artículo Hay una línea que ni el director de Terrifier 3 se atreve a cruzar fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.
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