Hoy era el día en que casi conocemos los detalles de Nintendo Switch 2. El debate sobre esa confusión lo explicó la endianidad de un huevo cocido
A todos nos dio un vuelco el corazón cuando apareció en pantalla aquél 4 de febrero en el vídeo de presentación de Nintendo Switch 2. Y luego pasamos a la pena más absoluta cuando descubrimos que nuestra ilusión no era más que una confusión y que, de hecho, habría que esperar hasta el próximo 2 de abril para conocer más detalles sobre el precio y lanzamiento de la consola. No era la primera vez que la retorcida fórmula de colocar el mes por delante del día y el año en el formato de fechas estadounidense nos jugaba una mala pasada, y en realidad estamos tan acostumbrados al nuestro que será fácil que nos vuelva a ocurrir. Saber por qué demonios decidieron abrazar esa extraña idea es una asignatura pendiente para muchos de nosotros. Una que nos lleva hasta el extraño debate sobre un huevo cocido. El cambio de fecha de Estados Unidos Pero no adelantemos acontecimientos. Lo primero es lo primero. ¿Por qué? ¿Por qué poner 04/02/2025 para referirse al 2 de abril de 2025? ¿Por qué si en todo el mundo se hace poniendo el día por delante del mes, Estados Unidos, Belice, Filipinas, Canadá y varios países del Pacífico lo hacen al revés? Bueno, diremos que todos esos últimos tienen la excusa de haberse visto influenciados por la ocupación o estrecha relación con Estados Unidos, así que toca acudir a la fuente. ¿A Estados Unidos? No exactamente. A Reino Unido, en realidad. En la época en la que los ingleses empezaron a colonizar América del Norte no había una regla fija para escribir las fechas, y los documentos de la época, tanto en Europa como al otro lado del charco, iban jugueteando con un formato u otro dependiendo de cómo soplara el viento. Fue en el siglo XIX cuando se estandarizó que Gran Bretaña utilizase el formato de día/mes/año, pero para entonces Estados Unidos ya había abrazado la confusa alternativa. Su Declaración de Independencia aparece marcada como "July 4, 1776", y para cuando llegó el momento su Constitución también seguía la misma regla con "September 17, 1787". Frente a golpes sobre la mesa como esos, no parecía que hubiese hueco a otra opción. Sobre el cómo se llegó a ese formato, en cambio, los historiadores tienen más dudas. Algunos creen que responde a la influencia del lenguaje oral (el May the 4th de Star Wars es buena muestra de ello), mientras que otros apuntan a una cuestión comercial. A la hora de crear facturas y papeleo administrativo, resultaba más fácil colocar el mes primero para ordenar las fechas de pago que hacerlo anteponiendo el día. Si no te satisface ninguna de esas explicaciones, como es normal, probablemente haya llegado el momento de saltar al huevo cocido. La endianidad de la tecnología Lo cierto es que las disputas sobre el orden de factores en una fecha no es un problema que se reduzca sólo a ese campo en concreto. El mundo de la tecnología vive una cuestión similar desde que hubo que concretar en qué orden se debían describir los bytes en el almacenamiento de memoria. La duda estaba entre optar por una escritura de derecha a izquierda o hacerlo de izquierda a derecha. Dicho de otro modo, apostar por un idioma escrito hacia un lado o hacia otro. Frente a un valor hexadecimal 0x4A3B2C1D, lo lógico nos parece hablar de una secuencia 4A, 3B, 2C, 1D por seguir su orden natural. Otros sistemas, en cambio, consideran más intuitivo hacerlo como 1D, 2C, 3B, 4A por ordenarlo de forma incremental. Ambas opciones entran dentro de lo que se conoce como endianidad, y se separan entre big endian -por empezar por lo grande, como en el primer ejemplo-, o little endian -por empezar por lo más pequeño en el caso del segundo-. En esa endianidad es donde entra el factor del huevo. En 1726 Jonathan Swift publica Los viajes de Gulliver y, entre sus muchas aventuras, se da a conocer un conflicto entre dos pueblos que no podría resultar más absurdo. La disputa está en el debate sobre cuál es el extremo correcto de romper un huevo cocido, si haciéndolo por la punta grande o la pequeña, lo que para Swift no era más que una sátira destinada a criticar cómo las guerras religiosas y conflictos políticos de la época se reducían en realidad a aspectos insultantemente superficiales. En 3D Juegos Japón se enfrenta a una tormenta perfecta que está hundiendo a uno de los mayores símbolos de su cultura: la izakaya A aquellos dos pueblos de Liliput se les conocía como los Big-Endians y los Little-Endians que, muchos años después, terminaron dando nombre a la lucha por la endianidad de los bytes informáticos. De la misma forma, el conflicto sobre el formato de fechas se ha terminado convirtiendo también en una endianidad cultural que, pese a lo surrealista del debate -y el hecho de que Estados Unidos optase por el caos absoluto no apostando por lo grande ni por lo pequeño sino por un enfoque middle endian-, obligó a opt
A todos nos dio un vuelco el corazón cuando apareció en pantalla aquél 4 de febrero en el vídeo de presentación de Nintendo Switch 2. Y luego pasamos a la pena más absoluta cuando descubrimos que nuestra ilusión no era más que una confusión y que, de hecho, habría que esperar hasta el próximo 2 de abril para conocer más detalles sobre el precio y lanzamiento de la consola.
No era la primera vez que la retorcida fórmula de colocar el mes por delante del día y el año en el formato de fechas estadounidense nos jugaba una mala pasada, y en realidad estamos tan acostumbrados al nuestro que será fácil que nos vuelva a ocurrir. Saber por qué demonios decidieron abrazar esa extraña idea es una asignatura pendiente para muchos de nosotros. Una que nos lleva hasta el extraño debate sobre un huevo cocido.
El cambio de fecha de Estados Unidos
Pero no adelantemos acontecimientos. Lo primero es lo primero. ¿Por qué? ¿Por qué poner 04/02/2025 para referirse al 2 de abril de 2025? ¿Por qué si en todo el mundo se hace poniendo el día por delante del mes, Estados Unidos, Belice, Filipinas, Canadá y varios países del Pacífico lo hacen al revés? Bueno, diremos que todos esos últimos tienen la excusa de haberse visto influenciados por la ocupación o estrecha relación con Estados Unidos, así que toca acudir a la fuente.
¿A Estados Unidos? No exactamente. A Reino Unido, en realidad. En la época en la que los ingleses empezaron a colonizar América del Norte no había una regla fija para escribir las fechas, y los documentos de la época, tanto en Europa como al otro lado del charco, iban jugueteando con un formato u otro dependiendo de cómo soplara el viento.
Fue en el siglo XIX cuando se estandarizó que Gran Bretaña utilizase el formato de día/mes/año, pero para entonces Estados Unidos ya había abrazado la confusa alternativa. Su Declaración de Independencia aparece marcada como "July 4, 1776", y para cuando llegó el momento su Constitución también seguía la misma regla con "September 17, 1787". Frente a golpes sobre la mesa como esos, no parecía que hubiese hueco a otra opción.
Sobre el cómo se llegó a ese formato, en cambio, los historiadores tienen más dudas. Algunos creen que responde a la influencia del lenguaje oral (el May the 4th de Star Wars es buena muestra de ello), mientras que otros apuntan a una cuestión comercial. A la hora de crear facturas y papeleo administrativo, resultaba más fácil colocar el mes primero para ordenar las fechas de pago que hacerlo anteponiendo el día. Si no te satisface ninguna de esas explicaciones, como es normal, probablemente haya llegado el momento de saltar al huevo cocido.
La endianidad de la tecnología
Lo cierto es que las disputas sobre el orden de factores en una fecha no es un problema que se reduzca sólo a ese campo en concreto. El mundo de la tecnología vive una cuestión similar desde que hubo que concretar en qué orden se debían describir los bytes en el almacenamiento de memoria. La duda estaba entre optar por una escritura de derecha a izquierda o hacerlo de izquierda a derecha. Dicho de otro modo, apostar por un idioma escrito hacia un lado o hacia otro.
Frente a un valor hexadecimal 0x4A3B2C1D, lo lógico nos parece hablar de una secuencia 4A, 3B, 2C, 1D por seguir su orden natural. Otros sistemas, en cambio, consideran más intuitivo hacerlo como 1D, 2C, 3B, 4A por ordenarlo de forma incremental. Ambas opciones entran dentro de lo que se conoce como endianidad, y se separan entre big endian -por empezar por lo grande, como en el primer ejemplo-, o little endian -por empezar por lo más pequeño en el caso del segundo-. En esa endianidad es donde entra el factor del huevo.
En 1726 Jonathan Swift publica Los viajes de Gulliver y, entre sus muchas aventuras, se da a conocer un conflicto entre dos pueblos que no podría resultar más absurdo. La disputa está en el debate sobre cuál es el extremo correcto de romper un huevo cocido, si haciéndolo por la punta grande o la pequeña, lo que para Swift no era más que una sátira destinada a criticar cómo las guerras religiosas y conflictos políticos de la época se reducían en realidad a aspectos insultantemente superficiales.
A aquellos dos pueblos de Liliput se les conocía como los Big-Endians y los Little-Endians que, muchos años después, terminaron dando nombre a la lucha por la endianidad de los bytes informáticos. De la misma forma, el conflicto sobre el formato de fechas se ha terminado convirtiendo también en una endianidad cultural que, pese a lo surrealista del debate -y el hecho de que Estados Unidos optase por el caos absoluto no apostando por lo grande ni por lo pequeño sino por un enfoque middle endian-, obligó a optar por una solución radical.
Tal y como recoge el estándar ISO 8601 internacional, en 1988 se declaró que para evitar conflictos y futuros problemas se optaría por un formato big endian. Es decir, que las fechas se escribirían con año/mes/día para que en todos lados se leyera igual. Así, el directo de Nintendo sobre Switch 2 se habría anunciado como el 2025/04/02 y no habría habido confusión alguna. A partir de aquí podríamos debatir por qué sólo Japón, China, Irán y Korea han seguido esa regla y el resto de países han pasado olímpicamente de hacer ese esfuerzo. Otra endianidad sobre la que, tal vez, en realidad también sea absurdo discutir.
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Hoy era el día en que casi conocemos los detalles de Nintendo Switch 2. El debate sobre esa confusión lo explicó la endianidad de un huevo cocido
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por
Rubén Márquez
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