Podía pensar que era una piedra, pero realmente era la mandíbula de una bestia gigantesca en el patio de su casa

Un hallazgo inesperado en el jardín de una casa particular en el condado de Orange, Nueva York, en Estados Unidos ha sacado a la luz una mandíbula completa de mastodonte, un descubrimiento paleontológico excepcional que no se producía desde hace más de una década en la región. El propietario, tras percatarse de la presencia de dos grandes dientes parcialmente enterrados, decidió contactar con expertos del Museo del Estado de Nueva York y de SUNY Orange, algo realmente interesante.No es extraño cuando se compran casas que los nuevos inquilinos se encuentren cosas realmente valiosas. El mejor ejemplo es el de una auténtica joya que sirvió como tope de puerta durante décadas, pero no es el único, ya que muchas veces desconocemos el valor de las cosas hasta que no nos ponemos en marcha con ello.El mastodonte, un animal sorprendente del que sabemos bastanteSegún informa el propio Museo del Estado de Nueva York en un comunicado oficial], la excavación posterior desenterró no solo la mandíbula, perteneciente a un ejemplar adulto, sino también fragmentos de un hueso del dedo del pie y una costilla. Estos restos se someterán a un análisis profundo que incluirá la datación por carbono-14 para determinar su antigüedad, así como el estudio de la dieta y el hábitat del animal. Se espera que los fósiles se exhiban al público a finales de 2025 una vez las investigaciones se den por concluido.Los mastodontes, parientes lejanos de los elefantes actuales, habitaron América del Norte, existiendo especies desde hace 3.5 millones de años, a veces migrando en manadas tan al sur como Mississippi y Florida. El Mammut Americanum, aunque más pequeño que el elefante africano moderno, alcanzaba una altura de hasta 2,9 metros a la altura del hombro y podía pesar hasta 8 toneladas. Su dieta se basaba principalmente en plantas y vegetación, según señala Popular Science. La causa de su extinción, que ocurrió hace unos 10.500 años, sigue siendo objeto de debate, aunque se atribuye a una combinación de la caza por parte de los seres humanos, concretamente de las sociedades Clovis y a los cambios climáticos fruto del final de la era de las glaciaciones.El condado de Orange es una zona especialmente rica en fósiles de mastodonte, concentrando aproximadamente un tercio de los más de 150 hallados en todo el estado de Nueva York. De hecho, el primer fósil de mastodonte descubierto en Estados Unidos se encontró allí en 1705, aunque no fue reconocido como una especie propiamente dicha hasta el año 1792.Pero ojo, porque los mastodontes fueron también muy típicos en los límites que ahora encuadran a nuestro país. Estos gigantescos animales no fueron únicamente propios de América del Norte, sino que también poblaron la Península ibérica de una forma notable. Siendo una de las zonas en las que su actividad fue más común debido a la geografía de la misma, ya que durante estas cronologías la PI pudo haber sido algo muy similar a una sabana en algunas de sus partes.Lo que está claro es que el vecino de la localidad norteamericana se tuvo que llevar una gran sorpresa al ver dos increíbles colmillos sobresalir en el patio de su casa. Otros afortunados utilizaron rocas repletas de oro como pisapapeles durante años.El artículo Podía pensar que era una piedra, pero realmente era la mandíbula de una bestia gigantesca en el patio de su casa fue publicado originalmente en Andro4all.

Dec 22, 2024 - 20:57
Podía pensar que era una piedra, pero realmente era la mandíbula de una bestia gigantesca en el patio de su casa

Un hallazgo inesperado en el jardín de una casa particular en el condado de Orange, Nueva York, en Estados Unidos ha sacado a la luz una mandíbula completa de mastodonte, un descubrimiento paleontológico excepcional que no se producía desde hace más de una década en la región. El propietario, tras percatarse de la presencia de dos grandes dientes parcialmente enterrados, decidió contactar con expertos del Museo del Estado de Nueva York y de SUNY Orange, algo realmente interesante.

No es extraño cuando se compran casas que los nuevos inquilinos se encuentren cosas realmente valiosas. El mejor ejemplo es el de una auténtica joya que sirvió como tope de puerta durante décadas, pero no es el único, ya que muchas veces desconocemos el valor de las cosas hasta que no nos ponemos en marcha con ello.

El mastodonte, un animal sorprendente del que sabemos bastante

Según informa el propio Museo del Estado de Nueva York en un comunicado oficial], la excavación posterior desenterró no solo la mandíbula, perteneciente a un ejemplar adulto, sino también fragmentos de un hueso del dedo del pie y una costilla. Estos restos se someterán a un análisis profundo que incluirá la datación por carbono-14 para determinar su antigüedad, así como el estudio de la dieta y el hábitat del animal. Se espera que los fósiles se exhiban al público a finales de 2025 una vez las investigaciones se den por concluido.

Los mastodontes, parientes lejanos de los elefantes actuales, habitaron América del Norte, existiendo especies desde hace 3.5 millones de años, a veces migrando en manadas tan al sur como Mississippi y Florida. El Mammut Americanum, aunque más pequeño que el elefante africano moderno, alcanzaba una altura de hasta 2,9 metros a la altura del hombro y podía pesar hasta 8 toneladas. Su dieta se basaba principalmente en plantas y vegetación, según señala Popular Science. La causa de su extinción, que ocurrió hace unos 10.500 años, sigue siendo objeto de debate, aunque se atribuye a una combinación de la caza por parte de los seres humanos, concretamente de las sociedades Clovis y a los cambios climáticos fruto del final de la era de las glaciaciones.

El condado de Orange es una zona especialmente rica en fósiles de mastodonte, concentrando aproximadamente un tercio de los más de 150 hallados en todo el estado de Nueva York. De hecho, el primer fósil de mastodonte descubierto en Estados Unidos se encontró allí en 1705, aunque no fue reconocido como una especie propiamente dicha hasta el año 1792.

Pero ojo, porque los mastodontes fueron también muy típicos en los límites que ahora encuadran a nuestro país. Estos gigantescos animales no fueron únicamente propios de América del Norte, sino que también poblaron la Península ibérica de una forma notable. Siendo una de las zonas en las que su actividad fue más común debido a la geografía de la misma, ya que durante estas cronologías la PI pudo haber sido algo muy similar a una sabana en algunas de sus partes.

Lo que está claro es que el vecino de la localidad norteamericana se tuvo que llevar una gran sorpresa al ver dos increíbles colmillos sobresalir en el patio de su casa. Otros afortunados utilizaron rocas repletas de oro como pisapapeles durante años.

El artículo Podía pensar que era una piedra, pero realmente era la mandíbula de una bestia gigantesca en el patio de su casa fue publicado originalmente en Andro4all.

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