Si Marvel quiere salvar el cine de superheroes va siendo hora de olvidarse de Los Vengadores y apostar de una vez por los X-Men
El universo de Marvel siempre ha sido un reflejo del mundo en el que vivimos. Desde las páginas de sus cómics hasta las pantallas de cine, los cambios sociales y culturales han marcado las decisiones creativas que han llevado a algunos personajes a la cima del éxito y relegado a otros a un segundo plano. Ahora, tras encadenar más de una década de dominio absoluto en el cine con otra de proyectos algo ramplones, Marvel Studios enfrenta una encrucijada. Con la Saga del Infinito cerrada y un mercado saturado de superhéroes que no logran replicar éxitos pasados, ¿es buena idea centrar su futuro en los X-Men y dejar a los Vengadores en un segundo plano? El relevo generacional que no llega En la década de los 80, Marvel Comics vivió un cambio crucial. Los cambios sociales en el mundo real se tradujeron en un cambio en los gustos de los lectores derivó en una variación del foco editorial de sus grandes héroes tradicionales a otros que, menos icónicos, supieron adaptarse a los nuevos gustos. Los lectores que habían crecido con personajes como Spider-Man, Los Vengadores o los Cuatro Fantásticos empezaron a demandar historias que reflejaran las tensiones sociales y los dilemas éticos de su tiempo. En este contexto, los X-Men, bajo la pluma de Chris Claremont y el arte de artistas como John Byrne o Jim Lee, se convirtieron en la joya de la editorial. Los X-Men de Jin Lee y Claremont El concepto de los mutantes, perseguidos y marginados por la sociedad, resonó profundamente con los lectores jóvenes. Temas como el racismo, la discriminación y el miedo a lo diferente eran tratados en sagas épicas como La saga de Fénix Oscura o Días del Futuro Pasado. Este enfoque maduro y sofisticado atrajo a una nueva generación de fans, desplazando a personajes más clásicos. El éxito de los X-Men continuó durante los 90, una década marcada por el auge de los cómics de superhéroes y que generó una burbuja editorial y una consecuente crisis de la que la industria no ha logrado recuperarse hasta hace poco. A pesar de ello el cambio de paradigma era evidente y tuvo su reflejo dentro del medio y fuera de Marvel, con la aparición de éxitos independientes como Spawn, Hellboy o Savage Dragon. Eternals De los cómics al cine: un relevo que no llega En el plano cinematográfico, Marvel Studios parece estar intentando replicar esta transición, con bastante mala puntería, todo hay que decirlo. Tras el éxito de Vengadores: Endgame (2019), la compañía ha explorado nuevas direcciones con proyectos como Eternals, Shang-Chi o Ms. Marvel. Sin embargo, ninguna de estas propuestas ha alcanzado el impacto cultural de la primera década del UCM, dominada por Iron Man, el Capitán América o Thor. La presentación oficial de los X-Men del UCM sigue siendo un misterio Ahora, con los derechos de los X-Men de vuelta tras la adquisición de Fox, parece lógico que Marvel Studios busque relanzar a los mutantes como su próxima gran apuesta. Fox logró un impacto significativo con sus películas y a nadie se le escapa que el potencial de los personajes está ahí, más después del estreno de Deadpool & Wolverine. Sin embargo, esta transición no termina de concretarse. Series como WandaVision o Ms. Marvel han introducido pistas sobre la existencia de mutantes en el UCM, pero la presentación oficial de los X-Men sigue siendo un misterio, más allá de la citada película de Deadpool y la importante escena postcréditos de la última aventura de la Capitana Marvel. Mientras tanto, Marvel sigue apostando por franquicias como los Thunderbolts o su proyecto de reunir a los Jóvenes Vengadores, explorando personajes más recientes en el canon de los cómics. Estas propuestas, aunque interesantes, no han logrado generar el entusiasmo que la compañía necesita para recuperar la confianza del público. Los X-Men cinematográficos de Fox ¿Es el momento adecuado para los X-Men? El reto de Marvel Studios no es solo presentar a los X-Men, sino hacerlo de una manera que reviva el espíritu que llevó a millones de espectadores al cine durante la Saga del Infinito. Lobezno, Magneto o Tormenta son personajes icónicos, pero la sombra de Tony Stark y Steve Rogers es larga. Para muchos fans, Robert Downey Jr. y Chris Evans son insustituibles, y la ausencia de sus personajes ha dejado un vacío que ni los experimentos más atrevidos de Marvel han logrado llenar. Para muchos fans, Downey Jr. y Evans son insustituibles, y sus personajes han dejado un vacío Además, el mercado actual es mucho más competitivo y está saturado de películas y series de superhéroes, un género al que tampoco están beneficiando los patinazos de la competencia con estrenos tan flojos como The Flash o Blue Beetle. La fatiga del género es palpable, y los espectadores parecen cada vez menos dispuestos a seguir el r
El universo de Marvel siempre ha sido un reflejo del mundo en el que vivimos. Desde las páginas de sus cómics hasta las pantallas de cine, los cambios sociales y culturales han marcado las decisiones creativas que han llevado a algunos personajes a la cima del éxito y relegado a otros a un segundo plano. Ahora, tras encadenar más de una década de dominio absoluto en el cine con otra de proyectos algo ramplones, Marvel Studios enfrenta una encrucijada. Con la Saga del Infinito cerrada y un mercado saturado de superhéroes que no logran replicar éxitos pasados, ¿es buena idea centrar su futuro en los X-Men y dejar a los Vengadores en un segundo plano?
El relevo generacional que no llega
En la década de los 80, Marvel Comics vivió un cambio crucial. Los cambios sociales en el mundo real se tradujeron en un cambio en los gustos de los lectores derivó en una variación del foco editorial de sus grandes héroes tradicionales a otros que, menos icónicos, supieron adaptarse a los nuevos gustos. Los lectores que habían crecido con personajes como Spider-Man, Los Vengadores o los Cuatro Fantásticos empezaron a demandar historias que reflejaran las tensiones sociales y los dilemas éticos de su tiempo. En este contexto, los X-Men, bajo la pluma de Chris Claremont y el arte de artistas como John Byrne o Jim Lee, se convirtieron en la joya de la editorial.
El concepto de los mutantes, perseguidos y marginados por la sociedad, resonó profundamente con los lectores jóvenes. Temas como el racismo, la discriminación y el miedo a lo diferente eran tratados en sagas épicas como La saga de Fénix Oscura o Días del Futuro Pasado. Este enfoque maduro y sofisticado atrajo a una nueva generación de fans, desplazando a personajes más clásicos. El éxito de los X-Men continuó durante los 90, una década marcada por el auge de los cómics de superhéroes y que generó una burbuja editorial y una consecuente crisis de la que la industria no ha logrado recuperarse hasta hace poco. A pesar de ello el cambio de paradigma era evidente y tuvo su reflejo dentro del medio y fuera de Marvel, con la aparición de éxitos independientes como Spawn, Hellboy o Savage Dragon.
De los cómics al cine: un relevo que no llega
En el plano cinematográfico, Marvel Studios parece estar intentando replicar esta transición, con bastante mala puntería, todo hay que decirlo. Tras el éxito de Vengadores: Endgame (2019), la compañía ha explorado nuevas direcciones con proyectos como Eternals, Shang-Chi o Ms. Marvel. Sin embargo, ninguna de estas propuestas ha alcanzado el impacto cultural de la primera década del UCM, dominada por Iron Man, el Capitán América o Thor.
La presentación oficial de los X-Men del UCM sigue siendo un misterio
Ahora, con los derechos de los X-Men de vuelta tras la adquisición de Fox, parece lógico que Marvel Studios busque relanzar a los mutantes como su próxima gran apuesta. Fox logró un impacto significativo con sus películas y a nadie se le escapa que el potencial de los personajes está ahí, más después del estreno de Deadpool & Wolverine. Sin embargo, esta transición no termina de concretarse. Series como WandaVision o Ms. Marvel han introducido pistas sobre la existencia de mutantes en el UCM, pero la presentación oficial de los X-Men sigue siendo un misterio, más allá de la citada película de Deadpool y la importante escena postcréditos de la última aventura de la Capitana Marvel.
Mientras tanto, Marvel sigue apostando por franquicias como los Thunderbolts o su proyecto de reunir a los Jóvenes Vengadores, explorando personajes más recientes en el canon de los cómics. Estas propuestas, aunque interesantes, no han logrado generar el entusiasmo que la compañía necesita para recuperar la confianza del público.
¿Es el momento adecuado para los X-Men?
El reto de Marvel Studios no es solo presentar a los X-Men, sino hacerlo de una manera que reviva el espíritu que llevó a millones de espectadores al cine durante la Saga del Infinito. Lobezno, Magneto o Tormenta son personajes icónicos, pero la sombra de Tony Stark y Steve Rogers es larga. Para muchos fans, Robert Downey Jr. y Chris Evans son insustituibles, y la ausencia de sus personajes ha dejado un vacío que ni los experimentos más atrevidos de Marvel han logrado llenar.
Para muchos fans, Downey Jr. y Evans son insustituibles, y sus personajes han dejado un vacío
Además, el mercado actual es mucho más competitivo y está saturado de películas y series de superhéroes, un género al que tampoco están beneficiando los patinazos de la competencia con estrenos tan flojos como The Flash o Blue Beetle. La fatiga del género es palpable, y los espectadores parecen cada vez menos dispuestos a seguir el ritmo de estrenos que Marvel impone. Incluso los proyectos más ambiciosos, como Ant-Man y la Avispa: Quantumanía o Thor: Love and Thunder, han recibido críticas mixtas y recaudaciones más modestas de lo esperado. Todo esto ha llevado a Marvel a hacer movimientos muy extraños durante los últimos meses, que pasan tanto por el cambio de la fecha de estreno de algunas de sus películas, a la aparente paralización de proyectos como Blade, o la desaparición total de proyectos como la secuela de Eternals o Armor Wars.
En los cómics, los personajes conviven en un ciclo constante de altibajos. Spider-Man, los Vengadores y los X-Men comparten espacio en las estanterías mes a mes, adaptándose a los gustos cambiantes de los lectores. Pero el cine no tiene esa flexibilidad. Cada película requiere años de planificación y cientos de millones de dólares de inversión, lo que deja poco margen para los errores. De ahí que los planes de semejante escala deban tomarse a años vista, y este tipo de vaivenes resulten tan desconcertante como preocupante, ya que evidencian una situación interna dentro de Marvel Studios muy diferente a la de sus años de mayor éxito y que se traduce en un descenso de la calidad y una reducción del interés por el UCM.
El futuro de Marvel sin los Vengadores
Marvel Studios ha demostrado una capacidad impresionante para construir su universo interconectado, pero desde Endgame no ha logrado unificar a los espectadores en torno a una narrativa central, a pesar de sus esfuerzos por apostar por la idea del Multiverso como su solución para sacar de la chistera y sin demasiada justificación todo tipo de ideas. Por ejemplo, el regreso de Robert Downey Jr, no como Iron Man, si no como el Doctor Muerte. Una pirueta narrativa como pocas se han visto en Hollywood. Si bien personajes como Spider-Man aún atraen grandes audiencias, la falta de un nuevo eje narrativo fuerte está comenzando a notarse y su actor protagonista, Tom Holland, no puede seguir siendo una estudiante de instituto toda la vida y en algún momento, o película debe abrazar la vida adulta y salir de la sombra de Los Vengadores y de la herencia emocional de las anteriores adaptaciones cinematográficas. Y sí, una de las soluciones para este personaje pasa por el multiverso. Miles Morales, empieza a calentar, que sales.
Dejar de lado a los Vengadores para centrarse en los X-Men puede parecer una estrategia lógica, pero también implica un riesgo enorme. Los Vengadores, con su mezcla de héroes icónicos y carismáticos, se han convertido en la franquicia más reconocible de Marvel Studios. Sustituir ese éxito con los X-Men no será fácil, especialmente en un momento en el que las expectativas del público son más altas que nunca y cinematográficamente toda la mitología mutante de Marvel Studios parece sujetarse con dos alfileres llamados Ryan Reynolds y Hugh Jackman, a lo que está por ver cuánta cuerda les queda de cara a una aventura cinematográfica que podría expandirse al menos durante una década más.
¿Es buena idea dejar atrás a los Vengadores?
Dejando de lado proyectos como el regreso de Shang-Chi o Pantera Negra, Marvel Studios parece estar apostando todo su futuro a dos grandes cartas: los Cuatro Fantásticos y los X-Men. Los primeros, como pioneros del universo Marvel, podrían ofrecer un regreso a las raíces de la editorial con un tono familiar pensado para un público mayoritario, mientras que los mutantes tienen el potencial de abrir una nueva etapa llena de historias emocionantes y personajes complejos sobre los que vertebrar el futuro del UCM. A la espera de saber qué ocurre con Spider-Man o Doctor Extraño, ¿es posible ese futuro sin Los Vengadores?
El cine tiene límites que el papel no tiene, el primero es buscar nuevos actores para personajes ya muy establecidos
Sabemos que editorialmente no funciona, y el tiempo juega en contra de Marvel Studios. En un mundo ideal, ambos podrían coexistir, como lo hacen en los cómics. Pero el cine tiene límites que el papel no tiene, el primero es buscar nuevos actores para personajes ya muy establecidos, y el margen de error es mucho menor. De ahí las citadas tramas que puedas facilitar el Multiverso de las que os hablaba antes y que podrían facilitar que Wesley Snipes vuelva a ser el Blade titular del UCM (siguiendo el chiste del Deadpool & Wolverine) o que tengamos un nuevo Steve Rogers, por poner un ejemplo.
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Quizás la respuesta no esté en abandonar a los Vengadores, sino en encontrar una manera de reinventarlos. Suerte con ello. Nuevas alineaciones, personajes frescos y narrativas innovadoras y actores carismáticos podrían ofrecer una solución para mantener viva la franquicia mientras los X-Men hacen su debut. El éxito de Marvel en la próxima década dependerá de su capacidad para equilibrar el legado de sus personajes más icónicos con la necesidad de ofrecer algo nuevo y emocionante. Si los X-Men logran capturar la imaginación del público como lo hicieron en los cómics de los 80 y 90, Marvel Studios podría estar ante el inicio de una nueva era dorada. Pero si no lo consiguen, el futuro del UCM podría estar en peligro: ¿cuántos estrenos como el de The Marvels puede asumir Disney antes que empiece a pensar en sacrificar a su gallina de los huevos de oro?
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Si Marvel quiere salvar el cine de superheroes va siendo hora de olvidarse de Los Vengadores y apostar de una vez por los X-Men
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por
Chema Mansilla
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