Tiene 100% de aprobación en Rotten Tomatoes y, literalmente, es una imagen azul por 79 minutos
Todos hemos experimentado la frustración de una pantalla congelada, un video que no carga o una señal de televisión estática. Esas interminables secuencias de un solo frame que nos llenan de impaciencia y nos hacen desear que la acción continúe. Sin embargo, hay una película que desafió todas las expectativas y convirtió esta frustración en una experiencia cinematográfica única: Blue (1993).Después de los créditos iniciales, la pantalla se tiñe de un azul intenso y es acompañada de un sonido envolvente de campanas, sin cambiar la imagen durante toda la duración de la película.Derek Jarman fue un pintor, jardinero, diseñador de escenarios y también cineasta británico que logró convertir un elemento cotidiano, e incluso, si se quiere, frustrante, en una obra de arte vanguardista que invita a la reflexión.Blue es la última película de Jarman, y tiene una enorme carga personal, pues, narra su lucha contra el SIDA que le habían diagnosticado a mediados de los 80. Lamentablemente, el cineasta perdería la batalla contra la enfermedad poco menos de un año después de su película. Sin embargo, Jarman logró crear un monumento a la vida y al arte con Blue.Un trabajo experimental que se alzó como una obra de arteComo último acto artístico, Jarman creó una obra maestraEn un mundo donde las películas compiten por ofrecer efectos especiales cada vez más impresionantes y tramas más complejas, Blue llega como una disruptiva propuesta donde la narrativa está casi totalmente ligada a su diseño de audio.Nigel Terry es el encargado de la interpretación vocal matizada y enérgica que sumerge a la audiencia en un paisaje sonoro dinámico. Esto, junto a los sonidos de una campana sonando, un hospital ajetreado y, en ocasiones, montañas azotadas por el viento son la esencia de la película.Aunque te cueste creerlo, la película casi de inmediato hará que te dejes llevar por la historia y te olvides por completo de los elementos visuales inmutables. Y claro, es difícil de creer porque es difícil de lograr, pero no para Jarman.La película también tiene una estructura poco convencional en la que se alterna entre historias reales de la vida de Jarman, cuentos sobre un personaje llamado Blue e interludio musicales que hacen que la narrativa y la historia no se sienta lenta y repetitiva.Blue es una innegablemente sombría historia sobre la experiencia de Jarman con el SIDA que combina el talento prolífico de varios de sus amigos, quienes le ayudaron a hacer arte por última vez.¿Por qué el color azul?Esta obra de arte "audiovisual" hará que te olvides de uno de tus sentidosEl fondo azul es una parte imprescindible de la película, ya que pretende reproducir la pérdida de visión de Jarman debido a las complicaciones de su propia enfermedad, las cuales ocasionaron que solo viera en tonos azules.En los 70 minutos de la película, la película le pide al espectador sentir el trato inhumano por parte de los demás, junto con la lucha continua con la identidad y la pérdida, la cual no solo experimentaba Jarman, sino también el resto de la comunidad LGBTQ+ del siglo XX.El cineasta es capaz de recrear su tragedia de una manera profundamente humana, que no llega a sentirse demasiado dramático o irreal. Incluso, Jarman logra que los espectadores pasen de reír a carcajadas en un minuto a estallar en lágrimas al siguiente.La película es humanizadora en una época en la que muchas personas tenían miedo de los pacientes de SIDA, e incluso llegaban a odiar a cualquiera que contrajera la enfermedad. Fue lanzada el mismo año que En el filo de la duda (1993), una película perfecta de Ian McKellen que aborda la epidemia de VIH/SIDA en Estados Unidos o Philadelphia (1993), una película de Denzel Washington que protagonizó mientras rechazaba un papel para un thriller famoso.Sea como sea, Blue retrata las costumbres que lamentables aún continúan evidenciándose en la actualidad, quizá con menos intensidad, pero con los mismos prejuicios. Sin duda, esta es una hazaña artística innegablemente poderosa, una obra de arte fenomenal desafía la forma y el estilo del cine convencional a través de una película sumamente personal.La película actualmente se puede ver de forma gratuita a través de YouTube.El artículo Tiene 100% de aprobación en Rotten Tomatoes y, literalmente, es una imagen azul por 79 minutos fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.
Todos hemos experimentado la frustración de una pantalla congelada, un video que no carga o una señal de televisión estática. Esas interminables secuencias de un solo frame que nos llenan de impaciencia y nos hacen desear que la acción continúe. Sin embargo, hay una película que desafió todas las expectativas y convirtió esta frustración en una experiencia cinematográfica única: Blue (1993).
Después de los créditos iniciales, la pantalla se tiñe de un azul intenso y es acompañada de un sonido envolvente de campanas, sin cambiar la imagen durante toda la duración de la película.
Derek Jarman fue un pintor, jardinero, diseñador de escenarios y también cineasta británico que logró convertir un elemento cotidiano, e incluso, si se quiere, frustrante, en una obra de arte vanguardista que invita a la reflexión.
Blue es la última película de Jarman, y tiene una enorme carga personal, pues, narra su lucha contra el SIDA que le habían diagnosticado a mediados de los 80. Lamentablemente, el cineasta perdería la batalla contra la enfermedad poco menos de un año después de su película. Sin embargo, Jarman logró crear un monumento a la vida y al arte con Blue.
Un trabajo experimental que se alzó como una obra de arte
En un mundo donde las películas compiten por ofrecer efectos especiales cada vez más impresionantes y tramas más complejas, Blue llega como una disruptiva propuesta donde la narrativa está casi totalmente ligada a su diseño de audio.
Nigel Terry es el encargado de la interpretación vocal matizada y enérgica que sumerge a la audiencia en un paisaje sonoro dinámico. Esto, junto a los sonidos de una campana sonando, un hospital ajetreado y, en ocasiones, montañas azotadas por el viento son la esencia de la película.
Aunque te cueste creerlo, la película casi de inmediato hará que te dejes llevar por la historia y te olvides por completo de los elementos visuales inmutables. Y claro, es difícil de creer porque es difícil de lograr, pero no para Jarman.
La película también tiene una estructura poco convencional en la que se alterna entre historias reales de la vida de Jarman, cuentos sobre un personaje llamado Blue e interludio musicales que hacen que la narrativa y la historia no se sienta lenta y repetitiva.
Blue es una innegablemente sombría historia sobre la experiencia de Jarman con el SIDA que combina el talento prolífico de varios de sus amigos, quienes le ayudaron a hacer arte por última vez.
¿Por qué el color azul?
El fondo azul es una parte imprescindible de la película, ya que pretende reproducir la pérdida de visión de Jarman debido a las complicaciones de su propia enfermedad, las cuales ocasionaron que solo viera en tonos azules.
En los 70 minutos de la película, la película le pide al espectador sentir el trato inhumano por parte de los demás, junto con la lucha continua con la identidad y la pérdida, la cual no solo experimentaba Jarman, sino también el resto de la comunidad LGBTQ+ del siglo XX.
El cineasta es capaz de recrear su tragedia de una manera profundamente humana, que no llega a sentirse demasiado dramático o irreal. Incluso, Jarman logra que los espectadores pasen de reír a carcajadas en un minuto a estallar en lágrimas al siguiente.
La película es humanizadora en una época en la que muchas personas tenían miedo de los pacientes de SIDA, e incluso llegaban a odiar a cualquiera que contrajera la enfermedad. Fue lanzada el mismo año que En el filo de la duda (1993), una película perfecta de Ian McKellen que aborda la epidemia de VIH/SIDA en Estados Unidos o Philadelphia (1993), una película de Denzel Washington que protagonizó mientras rechazaba un papel para un thriller famoso.
Sea como sea, Blue retrata las costumbres que lamentables aún continúan evidenciándose en la actualidad, quizá con menos intensidad, pero con los mismos prejuicios. Sin duda, esta es una hazaña artística innegablemente poderosa, una obra de arte fenomenal desafía la forma y el estilo del cine convencional a través de una película sumamente personal.
La película actualmente se puede ver de forma gratuita a través de YouTube.
El artículo Tiene 100% de aprobación en Rotten Tomatoes y, literalmente, es una imagen azul por 79 minutos fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.
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