Noviembre está siendo un mes muy interesante para los usuarios de Switch 2. No solo hemos tenido el estupendo Hyrule Warriors: La era del destierro, sino que en pocos días tendremos entre nosotros Kirby Air Riders, la nueva locura de Sakurai. Sí, ese juego de Kirby que, aunque parece de carreras, tiene mucho más de Smash Bros. que de Mario Kart. Esa ha sido la principal dificultad del nuevo lanzamiento de Nintendo: la dificultad para transmitir su concepto. Es algo que hemos intentado abordar cada vez que te hemos hablado del juego. Sin embargo, la prueba de fuego para Kirby Air Riders ha comenzado este fin de semana, con una prueba abierta online del principal modo del juego, Pruebas Urbanas, que continuará también el próximo fin de semana.

Como hace apenas unos días ya te hablé de lo mucho que se diferencia de un juego como Mario Kart, hoy prefiero centrarme en algunos aspectos clave que denotan la obsesiva atención por el detalle de su creador, y cómo poco a poco su desenfrenada acción está calando entre todos aquellos que la prueban.

Es un juego que hay que probar

Durante esta prueba de red abierta, estaba desbloqueado todo el tutorial del juego y, si venís de primeras, os recomiendo encarecidamente pasar la primera hora de Kirby Air Riders completándolo, pues es el primer paso para comprender lo alejado que está el juego de cualquier otra propuesta. Aunque al principio puede parecer un poco abrumadora la cantidad de apartados de los que consta, la realidad es que Kirby Air Riders tiene mayor complejidad técnica que mecánica; no es un desafío controlarlo bien a nivel de los controles, ya que utiliza muy poca superficie del Joy-Con para realizar todas las acciones disponibles. 

El aspecto más complicado del manejo de Kirby Air Riders es la enorme cantidad de detalles y mecánicas asociadas a esos pocos botones. Aunque en realidad solo usaremos el botón de dirección, el de derrape/impulso y el de acción, hay muchos pequeños detalles de los que estar pendientes, como las aceleraciones extra tras aterrizajes o impulsos con el timing adecuado, aprender a utilizar los giros o la enorme cantidad de objetos y potenciadores disponibles.

Además del tutorial, podíamos jugar online a Pruebas Urbanas, el principal modo del juego, y al modo Air Ride, que serían carreras más tradicionales. Pruebas Urbanas ya lo hemos desglosado en otras ocasiones: consta de dos etapas, siendo la primera una suerte de battle royale en el que nos armamos de potenciadores para la siguiente etapa, el estadio, donde elegiremos un minijuego que se adecúe bien a las estadísticas que hemos evolucionado previamente. Air Ride, por su lado, solo podíamos jugarlo offline contra bots, pero cumple su función de ver cómo van a funcionar las carreras sencillas del título. Auto-aceleración, muchos minions que engullir para conseguir aceleraciones y pistas muy alocadas y diferentes, con eventos impactantes visualmente e incluso números de vueltas cambiantes entre escenarios.

Aún así, además del anteriormente mencionado sistema de progresión, falta por ver el Modo Historia del juego, que seguro que tendrá mucha más entidad e importancia de la que nos pensamos; puede ser realmente curioso ver cómo van a adaptar una jugabilidad tan caótica a una trama de Kirby, con escenas de vídeo incluidas… aunque para eso aún tendremos que esperar al 20 de noviembre.

La progresión será fundamental

Gran parte de la prueba de red la hemos jugado en el modo portátil, principalmente para comprobar su desempeño fuera del dock, y me ha sorprendido descubrir que es mi forma favorita de jugar Kirby Air Riders (más allá de su estupendo desempeño a nivel técnico). Debido al formato de sus partidas, que apenas duran 10 minutos y son tan frenéticas, se prestan mucho a jugarse fuera de la televisión; salvando las diferencias, la sensación que dejan los ratos de Kirby Air Riders es la de enfrentarnos a la run de un roguelike, por este concepto de experiencia jugable redonda y perfectamente condensada en esos minutos. 

Sin embargo, aunque esta prueba es muy útil para que los usuarios puedan al fin entender la propuesta de Sakurai, puede dar una falsa sensación de haber visto todo lo que el juego tiene que ofrecer. Al terminar las partidas de Pruebas Urbanas, con tu puesto en la clasificación y volver al menú, queda una ligera sensación de estar jugando a algo incompleto, y es que sin un sistema de progresión asociado a este modo, puede desencantar a muchos usuarios potenciales.

En este sentido, hay mucho espacio para la confianza en Kirby Air Riders, ya que desde Nintendo ya han confirmado en varias ocasiones que el juego estará repleto de contenido a desbloquear y desafíos que cumplir, que sin duda son los que añadirán propósito a estas partidas. Aunque hubiera estado bien ver un atisbo de cómo el juego incentivará al jugador a seguir jugando y mejorando, por el momento nos queda la promesa de que esto es solo la base sobre la que se sustentará el título final.

Un videojuego para la generación TikTok

Es evidente que lo primero que llama la atención de Kirby Air Riders es su tendencia a hiper-estimularnos, tanto en lo visual como en lo sonoro. De hecho, si hubiera un videojuego capaz de adaptar la sensación de hacer scroll por TikTok o Instagram, sería Kirby Air Riders. Es un absoluto asalto dopaminérgico, adictivo y excitante, pero que puede resultar demasiado intenso en jornadas largas. Por ello, hay ajustes en las opciones para reducir la carga de estímulos visuales y sonoros (además de para alejar la cámara y tener una mejor perspectiva de la acción), algo muy de agradecer.

En 3D Juegos

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Y es que, si hay una palabra que define a Kirby Air Riders es locura. Todo su planteamiento, así como sus múltiples secretos, favorecen las situaciones surrealistas y desternillantes. De hecho, casi tan divertido como la propia prueba fue ver los vídeos de otros jugadores, intentando descubrir nuevas localizaciones o llevando las builds a su extremo más absurdo. Es un título que se presta mucho a compartir logros y curiosidades por redes sociales. Hubo una partida en la que, por casualidad, descubrí que orbitando el escenario principal hay una isla oculta con un montón de potenciadores… aunque para descubrirlo un hámster Rick (el mejor personajes del juego, que además ya se está volviendo meme) tuvo que tirarme por un volcán y, al salir disparado de su interior, pude planear lo suficiente para llegar hasta ella. O, si nos internamos en una serie de portales temporales, pero decidimos salirnos en cierto momento, descubriremos niveles secretos repletos de potenciadores y vehículos muy raros.

También he podido comprobar cómo, aunque se puede afrontar las partidas con cierta estrategia, es increíblemente satisfactorio coger potenciadores sin ninguna clase de control. La monstruosidad que sale de esas partidas suele ser tan difícil de controlar como divertido de ver. Muchas veces, descubriremos salas secretas en los escenarios por casualidad, pero es que hay mucho que ver, también en relación a los eventos aleatorios; incluso hay sucesos que tienen sinergias con ciertos personajes, y que son los que mejor pueden aprovecharlos. La experimentación con los vehículos también nos ha mostrado lo mucho que pueden determinar el resultado de la partida, siendo casi incluso más importante que el propio personaje.

En definitiva, tenía casi más ganas de ver cómo reaccionaba el gran público a lo nuevo de Sakurai que de probarlo yo otra vez (aunque se disfruta y engancha como siempre), y me ha encantado comprobar cómo parece que Internet está amando esta delirante propuesta. Una vez te pones a los mandos, es fácil sumarse al carro y entender de qué va Kirby Air Riders. Ojalá el fin de semana que viene se anime aún más gente a descubrir uno de los títulos más únicos de 2025.

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La noticia Un hámster me empujó a un volcán y terminé descubriendo una isla secreta en el cielo. Y no es lo más raro que he visto en Kirby Air Riders fue publicada originalmente en 3DJuegos por Alejandro Morillas .