Los nuevos fármacos para la obesidad también son efectivos para la insuficiencia cardiaca y los trastornos de salud mental

hace 4 semanas 11

Los nuevos y revolucionarios fármacos de la semaglutida –indicados para tratar la obesidad y la diebetes tipo 2 (Ozempic es el nombre comercial más conocido, pero cada vez hay más), que están basados en la hormona GLP-1 son eficaces también en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca y de problemas de salud mental, desde la ansiedad a trastornos psicóticos, de la alimentación (TCA) o del estado de ánimo. Los médicos piden seguir investigando las consecuencias perjudiciales que, pese a todo, pueden tener algunos pacientes. La industria farmacéutica está desarrollando moléculas más nuevas y más económicas dirigidas al GLP-1.

Los beneficios que estos fármacos pueden ofrecer a enfermedades más allá de la obesidad o de la diabetes, como avanzó en enero un estudio de la revista 'Nature', se han puesto de manifiesto este jueves en Infarma 2025, el congreso europeo de farmaciaque se está celebrando estos días en Barcelona. "La hormona GLP-1 es la espina dorsal de todos los tratamientos para la pérdida de peso. Y, además, se está viendo su eficacia para el párkinson, el alzhéimer o la insuficiencia cardiaca. Van apareciendo nuevas aplicaciones", ha dicho la doctora en farmacia y divulgadora Marian García durante la charla 'La revolución de los medicamentos para la pérdida de peso'.

Según la endocrina de Vall d'Hebron Andreea Ciudin, una de las especialistas más reconocidas en España sobre obesidad, sobre todo hay "evidencias" de la efectividad de la semaglutida en la insuficiencia cardiaca y la en salud mental. "La disfunción del tejido adiposo afecta a otros órganos y circuitos del cuerpo y, al corregir la grasa, estos mejoran. Incidir en la hormona GLP-1 mejora otras patologías tanto de forma directa como indirecta, a traves del impacto en la grasa corporal", asegura.

"Fenotipar la obesidad"

Como ha explicado García, las evidencias también señalan que no existen solo dos tipos de diabetes (la 1 y la 2), sino "muchos más", al igual que existen "diferentes tipos de obesidades". "La obesidad es un conjunto de enfermedades", ha dicho, y en este sentido ha hecho énfasis en la necesidad de "fenotipar la obesidad". También recientemente se ha ofrecido una nueva fórmula para diagnosticar la obesidad, basada también en la grasa corporal y no solo en el índice de masa corporal (IMC), como se hacía hasta ahora. "Sabemos que la relación peso-altura [para definir la obesidad] es un diagnóstico simplón", ha destacado esta doctora en farmacia.

A la hora de medir la grasa corporal, ha prograsa corporal, ha proseguido, es importante ver la "distribución" de la grasa, y no solo la cantidad. Además, como ha advertido, hay zonas del cuerpo en donde la grasa es más peligrosa metabólicamente. "La grasa de los glúteos puede parecernos feo, pero es la menos peligrosa metabólicamente". La más peligrosa en este sentido es la grasa abdominal.

Ejercicio de fuerza

García ha hecho hincapié en que las personas con obesidad tienen "desregulados" los mecanismos cerebrales del hambre y, además, el ejercicio físico les resulta "menos placentero", por lo que son más sedentarias. "La obesidad es un factor de riesgo para otras enfermedades (problemas cardiovasculares, diabetes, hipertensión), pero también es una enfermedad por sí misma", ha dicho, y ha reivindicado el papel de la farmacia comunitaria en el "manejo" de la obesidad.

"Los farmacéuticos debéis aconsejar ejercicio a los usuarios. Los fármacos deben unirse al ejercicio físico, es ahí cuando los beneficios son claros", ha afirmado García, quien además ha dicho que está demostrado que una sesión de ejercicio de fuerza semanal es "suficiente" para conseguir ganancias de fuerza en principiantes. "Con 10 o 15 minutos de ejercicio en casa, entrenando la fuerza y cambiando la alimentación, se consiguen resultados. Y también es bueno caminar todos los días más de 3.700 pasos, e ir poco a poco aumentando", ha concluido.

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