Ayer mismo descargué Oblivion deseando volver a Tamriel. Y estaba a tope, sin ser yo el mayor fan del juego original. Pero esta propuesta de recuperar el título del ya lejano 2006 me ilusiona, qué queréis que os diga. Tenía ganas de perderme por esos paisajes brumosos, explorar esas mazmorras húmedas y aventurarme por las calles de la Ciudad Imperial. Y amigos, ¡qué estupendo primer contacto con el juego! Todo me gusta. Me gusta tanto que quiero capturar para siempre la atmósfera de estos primeros instantes: ese cubo colgando sobre un pozo en una catacumba, justo cuando practicas tu primer disparo con arco. Una imagen simple, pero preciosa. Pues mi gozo en un pozo. Me contentaré sacando una simple captura, porque el juego, de primeras, no tiene modo foto. ¿En serio? ¿Otra vez? Pero, ¿a dónde vas hoy sin modo foto, alma de cántaro?
La importancia del Modo Foto
En pleno 2025, no tener modo foto en un videojuego me parece que no es solo una limitación técnica: es un paso en falso cultural. Porque el modo foto no es solo una herramienta: es una forma de conexión. Y una muy interesante para las desarrolladoras. Una puerta a la expresión personal. Una ventana al alma del jugador. y una manera de promocionar los juegos completamente gratuita.
Los juegos que lo ignoran están dejando pasar una oportunidad brutal de formar parte de esta conversación
No sabéis la cantidad de gigas que tengo llenos de capturas de las dos aventuras de Aloy en la saga Horizon. ¿Qué os puedo decir de Red Dead Redemption 2, Ghost of Tsushima o los últimos Assassin's Creed? "Cronoturismo", lo llamo yo. Me siento como un turista virtual viajando a rincones exóticos del mundo, a través del espacio y del tiempo. Y lo mejor de todo es que puedo quedarme con un recuerdo, inmortalizar esa postal de lo vivido. Incluso Cyberpunk 2077 me permite hacer justo eso cada vez que visito Night City. Y, honestamente, no exagero si os digo que más de la mitad del tiempo que paso jugando lo paso dentro del modo foto. Me gusta buscar la puesta de sol perfecta, el ángulo más cinematográfico, el encuadre más emocional. Eso también es disfrutar de un videojuego.
Super Mario Odyssey
Conexión emocional
El modo foto tiene un poder casi terapéutico. Nos permite detener el tiempo, mirar con otros ojos y apropiarnos del mundo que estamos explorando. Crear una conexión más profunda con la experiencia. Porque no es lo mismo jugar The Last of Us Part II y acompañar a Ellie… que inmortalizarlo, detenerse, y mirar a Ellie a los ojos justo antes de tomar una decisión. Es una forma de decir: "esto me tocó, esto es mío". A lo mejor The Last of Us no es el mejor ejemplo porque casi todos los momentos son traumáticos, pero… ¿Y mis coloridas aventuras por Hyrule?
Incluso cuando el juego no lo pone fácil, como en Tears of the Kingdom, ahí estamos los jugadores, haciendo malabares con la Seika, que tiene nombre de cámara de fotos alemana, pero que en realidad es poco práctica para estos temas e intentar capturar algo mínimamente digno. ¡Con lo bien que le quedaba el Snapshot Mode a Super Mario Odyssey! ¿Tan difícil era repetir la jugada, Nintendo?
Horizon Forbidden West
Promoción gratuita y relevancia cultural
Además, y esto no se le escapa a nadie, el modo foto es una magnífica fuente de visibilidad para las desarrolladoras. Cada captura que compartimos en Twitter, Reddit o Instagram es promoción gratuita. Es boca a boca visual. Es una comunidad orgánica. Es un goteo constante de impactos gráficos de su producto. ¿Queréis ejemplos? El modo foto de Ghost of Tsushima fue una auténtica revolución. Jugadores de todo el mundo compartiendo imágenes que parecían salidas de una película de Kurosawa. O la locura con God of War en 2018. O Control. O los últimos forza Horizon. Y es que con esos graficazos, ¿qué jugador se resiste a sacar alguna que otra captura? Y si te metes en ese mundillo, con sus foros y redes especializadas, verás que no es solo estética, es cultura pop. Es un fenómeno transversal. Y los juegos que lo ignoran están dejando pasar una oportunidad brutal de formar parte de esta conversación.
Para tener modo foto en un juego hace falta tiempo, dinero y gente que sepa lo que hace
Raro es que el fin de semana en el que se lanza un videojuego las redes sociales no se llenan de imágenes. Claro, puedes sacar una foto del blister, de tu setup con la pantalla principal, una captura del menú principal… Pero tenemos que reconocer que aquellas en las que nos paramos cuando exploramos nuestro interminable scroll vertical son imágenes realizadas con el modo foto. Y es que hay gente que tiene un talento impresionante para sacar partido a estas opciones. ¿El resultado? Pues una sucesión de imágenes que muestran la mejor cara de cada lanzamiento. Una auténtica exhibición de culturismo de músculo gráfico. Sí, también sacamos capturas de los bugs y errores de visibilidad más divertidos. Pero son los menos, e incluso en el caso de Cyberpunk 2077, solo tienen protagonismo de manera temporal.
Cyberpunk 2077
¿Por qué no todos los juegos lo tienen?
Ahora bien, hay que reconocer que no todo es culpa de la desgana. Implementar un buen modo foto tiene su intríngulis. No basta con permitir mover la cámara: hay que adaptar sistemas de iluminación, congelar animaciones, ocultar interfaces, permitir profundidad de campo, añadir filtros… En resumen, hace falta tiempo, dinero y gente que sepa lo que hace. Eso significa encarecer un desarrollo, y no todos los proyectos pueden permitírselo.
Y claro, algunos estudios, sobre todo los más pequeños, priorizan otras cosas. Prefieren dedicar esos recursos a pulir mecánicas, añadir contenido, o simplemente terminar el juego. Lo entiendo. También puede pasar que el juego en cuestión tenga un mundo menos detallado o una narrativa tan lineal que no tenga mucho sentido fotografiarlo.
Pero incluso en esos casos… ¿tanto cuesta incluir un modo mínimo, aunque sea básico? Retirar de manera automática la UI y liberar el momento de la cámara (si se trata de un juego 3d). Muchas veces valdría con eso. Algo funcional, sin pretensiones, pero que permita al menos sacar capturas de pantalla limpia. No siempre es necesario un estudio de fotografía integrado. A veces, solo queremos llevarnos un recuerdo. Pero hay juegos en los que, simplemente, uno se queda con las ganas. Y vuelvo a mirar a la nueva versión de Oblivion (o a Skyrim).
Spider-Man 2
Oportunidades perdidas
En mi opinión, prescindir el modo foto es una oportunidad perdida. En un mundo donde el contenido generado por usuarios es oro puro, ¿por qué negarle al jugador la posibilidad de convertirse en embajador del juego? ¡No hay que pagar al jugador para que promocione nuestro juego! ¿Recordáis cómo explotó la popularidad de Spider-Man en PS4 gracias a sus capturas? ¿O habéis visto cómo Death Stranding 2 está emocionando ya a los más metidos en este tema? Hay juegos que, literalmente, han ganado notoriedad por lo que los jugadores han hecho con sus herramientas internas. No aprovechar eso es, sencillamente, miope.
Mi amigo y compañero Alberto Pastor, durante el análisis de Avowed, me contaba cómo tenía que andar trampeando, quitando la interfaz en el menú de opciones, pausar en el momento justo… todo para conseguir imágenes que captaran esa belleza que sí tiene el juego, pero que no deja mostrar. ¿Y si hubiera tenido un modo foto? ¿Cuántas más personas se habrían interesado por este estupendo juego al tener más presencia en redes sociales como Instagram?
Ghost of Tsushima
Para mí, el camino a seguir está claro. El modo foto no solo debe establecerse como una opción obligatoria en todo desarrollo comercial, aunque sea con unas posibilidades limitadas. Algunos títulos como Star Wars: Outlaws ya incluyen herramientas avanzadas, como la posibilidad de cambiar la expresión facial del personaje, ajustar la hora del día o incluso añadir efectos climáticos. Y nunca es tarde, ¿eh? Mirad Baldur's Gate 3 y su última actualización, le han calzado un modo foto que no tenía de lanzamiento y del que los fans ya están sacando partido. Entiendo que no todos los jugadores están interesados en usar el modo foto, pero la mayoría tampoco en jugar a los lanzamientos recientes solo con sonido estereo, y se da esa posibilidad. Menos mal que, de momento y en PC, los jugadores de Oblivion pueden contar ya con el trabajo de la comunidad modder.
En definitiva, el modo foto es algo más que un capricho estético. Es una herramienta de inmersión, una fuente de comunidad, una estrategia de marketing, una forma de expresión personal y algo simplemente entretenido y divertido. Oblivion me está encantando, de verdad que sí. Pero me duele no poder capturar cada rincón de Tamriel como me gustaría. Porque al final, el modo foto es solo la guinda del pastel. Pero sin la guinda… cada vez me interesan menos los pasteles.
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