La Agència de Salut Pública de Catalunya (Aspcat) investiga un brote de tuberculosis que ya ha afectado a más de 25 personas en el L'Hospitalet de Llobregat y Barcelona ciudad principalmente, pero también en el Vallès y en la zona metropolitana nord. El origen del brote fue una persona, con una "complejidad social extrema", que fue diagnosticada de tuberculosis en diciembre de 2022, que protagonizó varios "abandonos del tratamiento", así como "fugas hospitalarias" y que, hasta marzo de 2024, contagió al menos a 25 personas más.
Este caso acaba de ser descrito en un artículo, firmado por los médicos que siguieron al paciente y que realizaron la vigilancia epidemiológica, en la revista 'Enfermedades Emergentes'.Se desconoce cuántas de estas personas siguen infectadas y cuántas más habrá, pero el Servicio de Microbiología del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti, en Badalona), responsable del estudio de epidemiología molecular, "no lo considera aún definitivamente cerrado", según fuentes de este diario. Al contrario, va habiendo un "goteo de casos". Los epidemiólogos consultados aseguran que, con lo que se sabe hasta ahora, se trata de uno de los brotes de tuberculosis "más grandes", tanto en Catalunya como en España, de los últimos años.
Como explica Andrés Marco, responsable del Programa de Salut Penitenciària del Institut Català de la Salut (ICS) de Barcelona, uno de los firmantes del artículo y uno de los profesionales que más de cerca ha seguido este caso, el origen de este brote fue una persona a la que diagnosticaron tuberculosis en 2022 y que ya había tenido la infección antes. En concreto, se trata de un paciente que carece de residencia fija y que habitualmente vive en pisos okupa. Es una persona que pasó varias estancias cortas en prisión, donde se pudo contagiar: la sobreocupación o "hacinamiento" de las prisiones hace que sea "frecuente" el contagio de esta enfermedad.
"Fue entrando y saliendo del hospital durante un año y medio. Y, durante ese tiempo, fue expulsando bacilos [el bacilo de Koch es la bacteria responsable de la tuberculosis] y contagiando a la gente", cuenta Marco. El caso fue tan "grave", que intervino la Agència de Salut Pública de Catalunya (Aspcat) para solicitar al juez que se ingresase forzosamente a este paciente en Serveis Clínics, el centro de Barcelona destinado a tratar la tuberculosis. El objetivo era que acabara el tratamiento y "dejase de ser un problema de salud pública". El tratamiento de la tuberculosis requiere de un aislamiento mínimo de dos semanas (mientras los enfermos son contagiosos) y de una ingesta de medicamentos durante seis meses.
Imposible localizarlo
Sin embargo, cuando el juez ordenó ingresar a este hombre en Serveis Clínics, fue imposible localizarlo, relata Marco, quien hace hincapié en que Salut Pública "se volcó" desde el inicio en este caso tan complejo. "Tardaron meses en detenerlo porque no lo localizaban. Y cuando lo hicieron, dado que es difícil tener a un paciente en una unidad clínica con custodia policial permanente, el paciente se volvió a fugar hasta que finalmente entró en prisión por un delito". Una vez en la cárcel, se le aplicó el tratamiento y se dio por curado en 2024. Pero, durante todo este "periplo" y a causa de este paciente, se produjeron, asegura este médico, "más de 25 contagios de tuberculosis" en diferentes zonas. "Sobre todo en Barcelona Sud, en concreto en L'Hospitalet de Llobregat, pero también en Terrassa y Barcelona", asegura.
"En total hubo un mínimo de 25 casos. Pero, para hacerte una idea, para provocar 25 contagios es posible que hayas infectado a 150 o 250 personas. Lo que pasa es que no todas desarrollan la enfermedad", cuenta Marco, quien cree que entre los infectados habrá personas vulnerables que convivían con este paciente en los pisos okupa, pero también gente que este se haya ido cruzando en el transporte público, por ejemplo. "Seguramente este es el brote más grande de tuberculosis que ha tenido lugar en Barcelona. Con los instrumentos que tenemos, normalmente conseguimos que no sean un problema de salud pública. Pero hay un porcentaje muy pequeño, un 0,15%, que se convierte en pacientes muy complejos y muy difíciles de controlar. Este es un caso muy exagerado", certifica este médico.
"Agrupación" de contactos
Salud Pública se encuentra en estos momentos investigando este brote, para saber si la "agrupación" o "clúster" de contagios tiene un "origen común", aunque todo apunta que sí, como reconoce Jacobo Mendioroz, subdirector general de Vigilància i Resposta a Emergències de Salut Pública. "No es que ahora tengamos un brote activo de 25 personas, sino que en los últimos dos años hemos visto a unas 25 personas que tenían un tipo de bacteria genéticamente parecida", explica. Los epidemiólogos que siguieron el caso y que han firmado el artículo, no obstante, aseguran que se trata de un brote con un mismo origen e insisten en que, a raíz de este caso, va habiendo un "goteo" de contagios. No lo dan por cerrado.
"Desde que te contagias de tuberculosis hasta que tienes síntomas, pueden pasar hasta 10 años", dice Mendioroz, quien destaca, además, que Salut Pública, que por ahora evita considerarlo como brote a la espera de acabar su investigación, está desarrollando un programa para intensificar las "técnicas moleculares" con el objetivo de mejorar el estudio de casos como este, que se uniría al tradicional estudio de contactos que ya se llevaba a cabo.
La pandemia más antigua
En Catalunya se producen al año unos mil casos de tuberculosis. La tuberculosis es la pandemia más antigua de la humanidad: el ser humano convive con ella desde el Paleolítico. Actualmente, una cuarta parte de la población está infectada sin saberlo y en el mundo había el año pasado unos 10,6 millones de casos (frente a los 10,3 millones de 2021), según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Mucha gente la considera erradicada, pero no es así. Cualquiera puede infectarse y padecerla. Aunque puede afectar a cualquier persona, algunas condiciones de vida, como no tener una vivienda, no estar bien nutridos o factores de riesgo como el tabaco, el alcohol o el consumo de tóxicos favorecen el desarrollo de esta enfermedad.
Se contagia por vía aérea y, aunque puede afectar a todos los órganos del cuerpo, daña sobre todo el pulmón. Cuando afecta al pulmón, los síntomas son parecidos a los del covid-19: fiebre, tos… Y también hemoptisis, que es la emisión de sangre por la boca procedente del tracto respiratorio. Una cuarta parte de la población mundial (cerca de 2 mil millones de personas) tiene la infección de tuberculosis latente (es decir, en estado de reposo, sin manifestaciones clínicas, pero podría desarrollar la enfermedad si le bajasen las defensas.
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