Su mundo de ciencia ficción ha traído de entre los muertos un género que creía ya extinto y con eso me basta. Análisis de Steel Seed

hace 1 día 2

Hay un tipo de juego que últimamente echo mucho en falta: aventuras sin muchas pretensiones, entretenidas y con las plataformas como elemento conductor de su jugabilidad. Eran juegos simpáticos y cortitos que fácilmente te llenaban el catálogo, y este cuatrimestre tenemos dos: South of Midnight y Steel Seed. Del primero ya hablamos en su estreno, pero el segundo, uno que me ha tenido secuestrado varios días, es uno de esos para los que fácilmente puedes pasar por alto sus problemas o inconsistencias. Un juego que recuerda innegablemente a aquellos títulos de hace dos generaciones, como Remember Me, de aquella novata Don't Nod, y que lamentablemente hoy en día se ven muy poco. Pero, lejos de cierta añoranza de un tipo de juego más sencillo, ¿vale la pena? Sin querer reinventar la rueda, lo que tiene entre manos Storm in a Teacup funciona, y no le pido más.

Ciencia ficción con una buena química de personajes

El futuro es desesperanzador, o al menos así lo imagina Steel Seed. Teniendo en mente clarísimos juegos como NieR: Automata o el más reciente Stellar Blade —algo que nos lleva otra vez a la obra magna de PlatinumGames—, la civilización humana ha caído y las máquinas, o las entidades cibernéticas medio humano, medio robot, se han adueñado del mundo. Aun así, desde una perspectiva decadente, ninguno parece haber ganado esta pugna por la Tierra, y es que todo es desolador, está destruido y falto de esperanza, al menos hasta que llega Zoe. De hecho, la historia está firmada por el ganador del BAFTA Martin Korda, responsable de Destiny: The Taken King, por lo que ya sabéis cómo maneja a sus personajes, la doble moral y la narración clara y directa.

Steel Seed 27 Steel Seed cuenta con el abecé del plataformas: doble salto, wallrun y muchos salientes

Storm in a Teacup no quiere esconder sus cartas mucho tiempo, y la historia se desvela pasadas unas horas: somos la hija del artífice de esta calamidad, pero también la única esperanza para que todo vuelva a la normalidad. Pero no lo haremos solos; porque, si algo nos enseñó aquel primer Uncharted —del que Steel Seed rescata esas secciones de plataformas para llevar la batuta de la narración—, es que un personaje solo no aporta tanto como una dupla, y aquí entra Koby. Este dron, de alguna manera conectado a nuestro padre, será nuestro compañero en toda la aventura, pero también una forma de que Zoe no hable sola. Y es que la protagonista tiene mucho, muchísimo de lo que hablar.

Hay reminiscencias, de esas duplas de personajes clásicas de Star Wars entre humanos y robots al estilo The Mandalorian o Rogue One

Lo cierto es que, aun siendo una historia algo arquetípica, la dupla de Zoe y Koby funciona a unos niveles muy básicos, pero consiguen que sea creíble. Ella, desconocedora de lo que está sucediendo, y él, sin poder articular palabra, tienen buena química. Hay reminiscencias, para llevarlo al terreno de la cultura pop, de esas duplas de personajes clásicas de Star Wars entre humanos y robots —visto en The Mandalorian o Rogue One— que te hacen empatizar con esta máquina al mismo tiempo que supone un alivio cómico para que el protagonista no caiga en la locura de lo que está sucediendo.

Steel Seed 10 Es difícil no ver Steel Seed y alucinar con sus mapeados

A esto ayuda, claro está, que el juego venga doblado al español y que su ambientación sea creíble. Hablando de lo primero, no es algo que esperaba, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de un juego de presupuesto medio, pero funciona sobradamente bien. Respecto a lo segundo, el mundo de Steel Seed y este planeta desolado se alejan del "buenrollismo" que transmite su protagonista, pero el equipo ha manejado bien la sensación de megalofobia y la absurdísima escala de ciertas estructuras, hasta el punto de hacerte sentir muy pequeño en un mundo dominado por titanes. El problema es que, con Unreal Engine 5 bajo el brazo, este apartado visual realista choca con un rendimiento con altibajos, especialmente si optamos por ajustes Altos, donde difícilmente superamos los 60 FPS.

Plataformas y sigilo, los dos pilares de Steel Seed

Steel Seed es un juego que prefiere que no te tomes un minuto para descansar. Tampoco hay por qué. Narrativamente, el juego tampoco se esfuerza por expandir sus límites, como ya he mencionado, por lo que su mejor baza es que cada minuto que pasemos con el mando en las manos, lo hagamos haciendo algo; y eso me hizo acordarme de aquel Remember Me del estudio francés Con esto en mente, los escenarios del juego de Storm in a Teacup son patios de recreo para secuencias de plataformas y parkour simples, pero efectivas. Apenas hay mucha complejidad, aunque el juego se esfuerza constantemente porque las secuencias de plataformas estén aderezadas por set pieces bombásticas.

Steel Seed 22 Son contadas, pero el juego sabe dar en el clavo y ganarse de nuevo la atención del jugador con secuencias más sesudas

Por ejemplo, una persecución con un mecha gigantesco o cierto jugueteo con la perspectiva en secuencias donde pasamos del 3D al 2D mientras jugamos al ratón y al gato con un francotirador aportan algo de sabor al juego cada cierto tiempo. Esa misma variedad se aplica a los puzles, que en su mayoría se entremezclan con las secciones de plataformeo con buen atino, consiguiendo una vez más que el escenario se sienta natural. Incluso hay varios caminos a tomar para llegar a un mismo objetivo que, sin ser difíciles de encontrar, dan cierta sensación de falsa libertad que, a los mandos, da el pego.

Tenemos a Koby como ayuda para, al estilo Ubisoft, marcar a los enemigos o distraerlos

Eso sí, esa variedad es la que le falta en varios momentos del juego a sus secuencias de sigilo. No están mal ejecutadas en sí; solo se limitan a apretar un botón para ejecutar a un enemigo a cubierto y sin hacer ruido todo ello junto a un sistema de detección de ruido bastante bien llevado. Quitando ciertos momentos donde el juego se vuelve algo más sesudo, con una mayor variedad de enemigos —algunos pensados para no poder ejecutarlos de un golpe—, hablamos de situaciones pausadas de forma artificial para que no todo sea un pasillo constante y los mapas aumenten ligeramente en tamaño, y que se resuelven en apenas uno o dos minutos. Además, tenemos a Koby como ayuda para, al estilo Ubisoft, marcar a los enemigos o distraerlos.

Steel Seed 6 Hay varios enemigos, así como jefes finales de sección

Esta simpleza efectiva se nota también en el propio combate. Hablamos de, al contrario que aquel Remember Me que apostaba por acción hack and slash, un pseudo-souls. No hay vida regenerativa —incluso hay cápsulas que funcionan como hogueras, donde recuperar la vida o mejorar el equipo, y que regeneran a los enemigos cercanos—, pero sí un énfasis claro en el clásico "esquiva para rematar" de los souls, sin demasiado desafío ni complejidad. De hecho, Koby vuelve a dar el do de pecho: usarlo como apoyo —algo para lo que necesitaremos ciertas mejoras en base a la experiencia y los materiales que encontramos por el mapa— da otra pizca de interés al juego cuando sus combates se vuelven algo más genéricos. Sin duda, en lo jugable, aun con sus momentos más agridulces, el conjunto es efectivo.

Steel Seed no pretende revolucionar el género, pero acierta al ofrecer una aventura sencilla y entretenida, con buenas secciones de plataformas, una ambientación cuidada y una pareja protagonista que funciona sorprendentemente bien. Aunque sus mecánicas de sigilo y combate son simples y un rendimiento técnico irregular , el juego consigue brillar con sus momentos de variedad jugable, su diseño de escenarios y su tono nostálgico que recuerda a títulos de generaciones pasadas. Es una propuesta modesta, sí, pero también una de esas que, sin hacer mucho ruido, te hará pasar un buen rato.

  • El dúo protagonista funciona a la perfección, con un buen doblaje español.
  • El plataformeo y el movimiento por el mapa no reinventan nada, pero se disfrutan.
  • El estudio sabe jugar con la atención y añade ciertas secuencias divertidas y espectaculares.
  • El combate y el sigilo no son nada del otro mundo, están en un término medio.
  • Hay ciertos problemas de rendimiento. 

Jugadores: 1

Idioma: Textos y voces en español

Duración: 10-15 horas

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