Así funciona un plan de pensiones: todo lo que necesitas saber antes de contratar uno

Así funciona un plan de pensiones: todo lo que necesitas saber antes de contratar uno

Así funciona un plan de pensiones: todo lo que necesitas saber antes de contratar uno

Farándula, Tecnología y Videojuegos | Adinfiny Noticias

Últimas Noticias de Farándula, Tech y Gaming | Playlist Actualizada Adinfiny TV

Farándula, Tecnología y Videojuegos | Adinfiny Noticias

Últimas Noticias de Farándula, Tech y Gaming | Playlist Actualizada Adinfiny TV

Los planes de pensiones se han convertido en una herramienta clave para complementar la jubilación pública, especialmente en un contexto en el que la pensión de la Seguridad Social puede no ser suficiente para mantener el nivel de vida deseado.

Sin embargo, muchas personas desconocen cómo funcionan realmente estos productos, cuáles son sus ventajas fiscales y qué factores conviene tener en cuenta antes de contratar uno. Entender estos aspectos es fundamental para aprovechar al máximo los beneficios que ofrecen y evitar sorpresas desagradables en el futuro.

Índice de Contenidos (7)

Qué es un plan de pensiones 

Un plan de pensiones es un producto de ahorro a largo plazo diseñado específicamente para complementar la pensión pública de jubilación. Se trata de un vehículo de inversión en el que se realizan aportaciones periódicas o puntuales que se acumulan e invierten en diferentes activos financieros con el objetivo de generar rentabilidad a lo largo de los años.

A diferencia de otros productos de ahorro, los planes de pensiones tienen características muy específicas: están regulados por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, ofrecen ventajas fiscales durante la fase de aportación y, tradicionalmente, solo podían rescatarse al llegar la jubilación, aunque actualmente existe la posibilidad de rescatar el plan de pensiones a partir de los 10 años sin necesidad de jubilarse, gracias a una flexibilización de las condiciones introducida por la nueva legislación.

Jurídicamente, el dinero aportado no pertenece al partícipe hasta el momento del rescate, sino que forma parte de un patrimonio colectivo gestionado por una entidad especializada. Es decir, la persona que aporta el capital tiene un derecho económico sobre el fondo, aunque no tiene la propiedad directa hasta que el capital no es rescatado. Esta peculiaridad legal garantiza que el dinero esté protegido incluso en caso de quiebra de la entidad gestora.

Cómo funciona un plan de pensiones

Por qué tener un plan de pensiones

Tener un plan de pensiones no es obligatorio, pero sí puede ser una herramienta útil para asegurar ingresos complementarios en la jubilación, ya que en muchos casos no se alcanza para mantener el nivel de vida previo a la jubilación. En este sentido, hay que tener en cuenta que la tasa de sustitución (porcentaje del último salario que representa la pensión) ha ido disminuyendo progresivamente.

De esta manera, muchas personas ven reducida su capacidad económica si no cuentan con patrimonio para vender o alquilar, o con un ahorro adicional. Y en este caso, tener un plan de pensiones asegura tener un capital disponible para poder mantener el nivel de vida una vez que nos jubilemos. 

Además del objetivo principal de ahorro para la jubilación, los planes de pensiones ofrecen otras ventajas:

  • Ventajas fiscales: Las aportaciones permiten reducir la base imponible del IRPF, lo que se traduce en un menor pago de impuestos cada año.
  • Disciplina de ahorro: Al ser productos diseñados para el largo plazo, fomentan la constancia en el ahorro y evitan la tentación de gastar ese dinero en otras necesidades más inmediatas.
  • Diversificación: Permiten acceder a carteras de inversión diversificadas gestionadas por profesionales, algo que resultaría complejo de lograr de forma individual.
  • Protección ante contingencias: Además de la jubilación, pueden rescatarse en casos de incapacidad permanente, dependencia severa o fallecimiento.

Es importante contextualizar estos beneficios teniendo en cuenta los cambios en las pensiones en 2026, ya que la Seguridad Social utilizará un nuevo método para calcular la base reguladora que puede afectar al importe final de la pensión pública, reforzando aún más la necesidad de contar con un ahorro privado complementario.

Cómo funciona un plan de pensiones 

El funcionamiento de un plan de pensiones se estructura en tres fases claramente diferenciadas: aportación, gestión y prestación, tal y como se plasma en la Ley de Regulación de los Planes y Fondos de Pensiones (Real Decreto Legislativo 1/2002).

Fase de aportación: Durante esta etapa, el partícipe realiza contribuciones al plan, que pueden ser periódicas (mensuales, trimestrales, anuales) o extraordinarias. Cada aportación se convierte en participaciones del fondo, cuyo valor fluctúa según la evolución de las inversiones. No existe una cantidad mínima obligatoria para mantener el plan, aunque sí hay límites máximos anuales que ofrecen ventajas fiscales.

Fase de gestión: La entidad gestora del plan invierte las aportaciones acumuladas según la política de inversión establecida. Esta gestión es profesional y busca maximizar la rentabilidad ajustándose al perfil de riesgo del plan. El partícipe recibe informes periódicos sobre el valor de sus participaciones y la evolución de su inversión, y puede cambiar de plan si lo considera oportuno mediante un traspaso sin coste fiscal.

Fase de prestación: Llega cuando se produce alguno de los supuestos de rescate permitidos, siendo el más habitual la jubilación. En este momento, el partícipe puede elegir entre diferentes modalidades para recibir su dinero: en forma de capital (todo de una vez), en forma de renta (pagos periódicos), o en una combinación de ambas opciones. También existe la posibilidad de rescates parciales.

Un aspecto fundamental es que el valor del plan no está garantizado y depende de la evolución de los mercados financieros. Esto significa que, aunque se hayan realizado aportaciones constantes durante años, el capital final puede ser mayor o menor según haya sido la rentabilidad obtenida.

Es cierto que hay planes de pensiones que garantizan no perder el capital aportado, o incluso ofrecen una rentabilidad mínima. En estos casos, las gestoras suelen invertir en activos muy conservadores, como bonos del Estado o depósitos a plazo. El problema es que la rentabilidad suele ser baja, a veces apenas cubriendo la inflación, por lo que el dinero puede perder poder adquisitivo de cara al futuro, aunque el número absoluto no disminuya.

En qué se invierte el dinero de mi plan de pensiones

El dinero aportado a un plan de pensiones se invierte en diferentes tipos de activos financieros, dependiendo de la categoría y la política de inversión del plan. La composición de la cartera determina tanto la rentabilidad esperada como el nivel de riesgo asumido. Los principales tipos de activos en los que invierten los planes de pensiones son:

Renta fija: Bonos del Estado, deuda corporativa y otros instrumentos de deuda. Son inversiones consideradas más conservadoras y estables, aunque con rentabilidades generalmente más bajas. Los planes de pensiones de renta fija suelen invertir entre el 75% y el 100% de su patrimonio en estos activos.

Renta variable: Acciones de empresas cotizadas en bolsa. Ofrecen mayor potencial de rentabilidad a largo plazo, pero también mayor volatilidad y riesgo. Los planes de renta variable pueden invertir hasta el 75-100% en acciones, mientras que los mixtos combinan renta variable y fija en diferentes proporciones.

Inmobiliario y otros activos: Algunos planes invierten parte de su patrimonio en fondos inmobiliarios, materias primas u otros activos alternativos para diversificar aún más la cartera.

Los planes se clasifican según su vocación inversora en diferentes categorías:

  • Planes garantizados: Ofrecen una garantía de capital o rentabilidad mínima a una fecha determinada.
  • Planes de renta fija: Para perfiles conservadores que buscan estabilidad.
  • Planes mixtos: Combinan renta fija y variable en diferentes proporciones (conservadores, moderados o agresivos).
  • Planes de renta variable: Para perfiles dinámicos con horizonte temporal largo que buscan mayor rentabilidad.
  • Planes objetivo: Ajustan automáticamente el riesgo según se acerca la fecha prevista de jubilación.

La gestora del plan es responsable de comprar y vender activos siguiendo la estrategia de inversión establecida, y debe informar periódicamente a los partícipes sobre la composición exacta de la cartera y su evolución.

Cómo funciona un plan de pensiones

Cuánto desgrava el plan de pensiones 

Una de las principales ventajas de los planes de pensiones son sus beneficios fiscales durante la fase de aportación. Las cantidades aportadas se pueden desgravar en la declaración de la renta, reduciendo la base imponible del IRPF y, por tanto, la cantidad a pagar a Hacienda.

Límites de aportación y desgravación: Desde 2021, el límite máximo de aportación que permite desgravación es de 1.500 euros anuales o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas, lo que resulte menor. Este límite se redujo significativamente respecto a años anteriores, cuando alcanzaba los 8.000 euros.

Adicionalmente, es posible realizar aportaciones a planes de cónyuge (hasta 1.000 euros anuales si este no tiene ingresos superiores a 8.000 euros), que también desgravan.

¿Cuánto se ahorra realmente? El ahorro fiscal depende del tipo marginal del IRPF de cada contribuyente, es decir, del tramo de renta en el que se encuentre:

  • Una persona en el tramo del 19% que aporte 1.500 euros ahorrará 285 euros en su declaración.
  • Si está en el tramo del 30%, el ahorro será de 450 euros.
  • En tramos superiores (37-47% según comunidad autónoma), el ahorro puede llegar hasta 700 euros aproximadamente

Fiscalidad en el rescate: Es clave entender que las ventajas fiscales se producen durante la aportación, pero no en el rescate. Cuando se recupera el dinero del plan de pensiones, este tributa como rendimientos del trabajo en el IRPF, aplicándose la tabla progresiva correspondiente. Esto significa que si se rescata todo el capital de golpe, se puede acabar pagando un tipo muy alto. 

Por ello, es importante planificar bien la estrategia de rescate, combinando diferentes modalidades (capital y renta) y, si es posible, distribuyendo el rescate en varios ejercicios fiscales para evitar incrementar excesivamente la base imponible en un solo año.

Cómo elegir el mejor plan de pensiones 

Elegir el plan de pensiones adecuado requiere analizar varios factores clave que van más allá de la simple rentabilidad histórica. Una decisión informada debe considerar el perfil personal, las características del producto y los costes asociados.

Define tu perfil de riesgo: El primer paso es conocer tu capacidad y disposición para asumir riesgos. Esto depende de varios factores:

  • Edad y horizonte temporal: Cuanto más joven seas y más años falten para la jubilación, mayor riesgo puedes asumir, ya que tendrás tiempo para recuperar posibles pérdidas temporales.
  • Situación financiera: Si tienes otros ahorros o fuentes de ingresos, puedes permitirte mayor riesgo en tu plan de pensiones.
  • Tolerancia psicológica: Algunas personas no soportan bien la volatilidad, aunque objetivamente puedan asumirla.

Analiza las comisiones: Los costes son uno de los factores más determinantes en la rentabilidad final. Según datos del sector, la comisión media de los planes de pensiones en España se sitúa en torno al 1,56% del patrimonio anualmente. Los planes de pensiones tienen principalmente dos tipos de comisiones:

  • Comisión de gestión: Se cobra anualmente sobre el patrimonio gestionado. Varía entre el 0,2% y el 2% según el plan. El Real Decreto 62/2018 establece límites.
  • Comisión de depositaría: Generalmente entre 0,05% y 0,25%.

Una diferencia de solo un 1% anual en comisiones puede suponer decenas de miles de euros menos al cabo de 30 años debido al efecto del interés compuesto. Por ello, los planes con menores comisiones suelen ser más ventajosos a largo plazo.

Evalúa la rentabilidad histórica: Aunque rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros, observar el comportamiento del plan en diferentes períodos (1, 3, 5 y 10 años) da una idea de su consistencia y de cómo ha gestionado la volatilidad. Compara siempre planes de la misma categoría.

Considera la flexibilidad: Algunos aspectos importantes son:

  • Facilidad para hacer traspasos a otros planes sin penalizaciones
  • Opciones de rescate disponibles
  • Posibilidad de modificar aportaciones sin restricciones
  • Calidad del servicio de atención al cliente

Revisa la política de inversión: Asegúrate de entender en qué invierte el plan, qué porcentaje se destina a cada tipo de activo y si esta estrategia se alinea con tus objetivos y valores personales. Algunos inversores prefieren planes que excluyan ciertos sectores (tabaco, armamento) o que sigan criterios de inversión sostenible.

Verifica la solvencia de la gestora: Aunque los planes de pensiones son patrimonios separados y están protegidos, es recomendable elegir entidades con buena reputación, experiencia en el sector y que ofrezcan transparencia en su información.

El mejor momento para contratar un plan de pensiones 

La respuesta breve a la pregunta de cuándo es el momento de contratar un plan de pensiones es: cuanto antes, mejor. Sin embargo, existen matices importantes que conviene considerar según cada situación personal.

La ventaja del largo plazo: El principal aliado en un plan de pensiones es el tiempo, gracias al efecto del interés compuesto. Comenzar a los 30 años con aportaciones modestas puede generar un capital mucho mayor que empezar a los 45 con contribuciones más elevadas. Cada año que se retrasa la decisión supone renunciar no solo a las aportaciones de ese período, sino también a la rentabilidad que habrían generado durante el resto de años hasta la jubilación.

Momentos especialmente oportunos:

  • Al comenzar a trabajar: Aunque parezca prematuro pensar en la jubilación al inicio de la carrera profesional, es el momento ideal para empezar con aportaciones pequeñas que apenas se notan en el presupuesto mensual pero que marcan una gran diferencia décadas después. Poco a poco se puede ir aumentando esa cuota, conforme nos consolidemos laboralmente y nuestro sueldo aumente. 
  • Al recibir ingresos extraordinarios: Pagas extra, bonificaciones o herencias son momentos óptimos para realizar aportaciones extraordinarias sin afectar el día a día. Además, la desgravación fiscal es inmediata.
  • Antes de final de año: Al igual que sucede que con las hipotecas, muchas personas realizan aportaciones en diciembre para aprovechar las deducciones fiscales de ese ejercicio. Sin embargo, esta estrategia puede no ser la más eficiente desde el punto de vista de inversión, ya que el dinero permanece menos tiempo invertido.
  • Tras analizar la pensión pública esperada: Si has calculado tu pensión estimada de la Seguridad Social y has identificado una brecha importante respecto a tus necesidades futuras, ese es el momento de actuar. Herramientas online y simuladores pueden ayudarte a estimar tanto tu pensión como el ahorro necesario para complementarla.

Consideraciones sobre el timing del mercado: No es recomendable intentar "adivinar" el mejor momento de mercado para contratar un plan de pensiones. Dado el horizonte temporal largo, las fluctuaciones a corto plazo se diluyen. Es más efectivo hacer aportaciones periódicas que acumular dinero esperando el momento perfecto.

Cuándo puede no ser prioritario: Si tienes deudas con intereses altos (tarjetas de crédito, préstamos personales), es más sensato liquidarlas primero. También si no tienes un fondo de emergencia equivalente a 3-6 meses de gastos, este debería ser tu prioridad antes que el ahorro para la jubilación.

Casos especiales:

  • Trabajadores por cuenta propia: Pueden beneficiarse especialmente de los planes de pensiones, ya que no tienen acceso a planes de empresa y sus cotizaciones a la Seguridad Social suelen ser menores, lo que resulta en pensiones públicas más bajas.
  • Personas cercanas a la jubilación: Aunque tienen menos tiempo para beneficiarse del interés compuesto, aún pueden aprovechar las ventajas fiscales de las aportaciones y construir un complemento modesto pero valioso.

En definitiva, el mejor momento para contratar un plan de pensiones es ahora, independientemente de la edad, siempre que se haya asegurado primero la estabilidad financiera básica. La clave está en la constancia: pequeñas aportaciones mantenidas durante décadas superan ampliamente a grandes aportaciones esporádicas realizadas tarde. 

Y con los cambios normativos que añaden flexibilidad al rescate y los cambios en el sistema público de pensiones, contar con un ahorro complementario se convierte no en un lujo, sino en una necesidad para mantener la calidad de vida tras la jubilación.

Fotografías | Freepik, bearfotos, Drazen Zigic

En Trendencias | Así puedes calcular lo que debes ahorrar cada año para jubilarte tranquilo, según la experta Natalia de Santiago

En Trendencias | La mejor ciudad del mundo para disfrutar de la jubilación está en España: cultura, buen clima y vida frente al mar

En Trendencias | Todo lo que necesitas saber para solicitar tu pensión de jubilación: dónde, cuándo y cómo hacerlo

-
La noticia Así funciona un plan de pensiones: todo lo que necesitas saber antes de contratar uno fue publicada originalmente en Trendencias por Nacho Viñau .