Calabaza gratinada al horno: la cena fácil y sana con solo tres ingredientes

La calabaza es, sin lugar a dudas, la hortaliza del otoño. Es tan versátil que lo mismo nos sirve para hacer una deliciosa tarta que un plato de pasta con una cremosa salsa y eso sin contar con que la podemos echar en el café para hacernos la bebida del otoño que cada año inunda las redes sociales: el pumpkin spice latte.

La calabaza tiene muchas virtudes a pesar de ser una verdura con muy poco aporte calórico. Nos aporta mucha fibra, pero también carotenos, potasio, vitamina A y vitaminas del complejo B, así que no es de extrañar que sea la verdura que recomiendan los nutricionistas una y otra vez para desayunos, comidas y cenas. La de hoy es una receta que nos puede servir para una cena sabrosa y ligera, con solo tres ingredientes. Más fácil imposible.

Para dos personas necesitamos una calabaza de un kilo, unos 50 gramos de queso parmesano y dos cucharadas de crème fraîche (que podemos sustituir por un queso crema o por nata espesa para cocinar). 

Comenzamos por pelar y cortar la calabaza en trozos grandes que cocinaremos al vapor. En la receta original de Directo al Paladar se cuece durante 10 minutos en agua, pero cocinar al vapor conserva mejor los nutrientes, el sabor y la textura, así que vamos a hacerlo en el microondas con ayuda de un estuche de vapor como este o colocando las verduras en un cuenco apto para microondas que taparemos con papel film. Con 7-8 minutos a máxima potencia estará lista, pero comprueba que está en su punto pinchando la calabaza. El cuchillo debe atravesar los trozos sin resistencia, pero manteniéndose firme.

Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Ahora vamos a untar un poco de mantequilla (o aceite si lo prefieres) en el fondo de una fuente de horno. En esa fuente echa la calabaza cocinada y aplástala con un tenedor. No hace falta que se quede como un puré, sino que tenga una consistencia rústica, con algún trozo más grande que otro. Añade la crème fraîche, la mitad del parmesano rallado y una pizca de sal. 

Si queremos convertir el plato en una opción antiinflamatoria podemos hacer caso a la nutricionista Blanca Martín y añadir a la receta antes de hornearla un poco de cúrcuma, una especia con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. La mezclaremos con la calabaza y para aumentar sus efectos, además de cúrcuma, vamos a añadir pimienta negra molida porque su piperina aumenta la capacidad de absorción de la curcumina.

Cuando lo tengamos todo, movemos bien y echamos encima el resto del parmesano encima para que haga una costra. Metemos en el horno durante 20-30 minutos o hasta que el queso esté dorado, y servimos. Si quieres darle un aporte extra de proteínas a la cena, puedes acompañar la calabaza de un pescado a la plancha o un poco de pollo. Así tendrás una cena completa, rica y fácil en apenas media hora. 

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Fotos | Directo al Paladar

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La noticia Calabaza gratinada al horno: la cena fácil y sana con solo tres ingredientes fue publicada originalmente en Trendencias por Anabel Palomares .