Están bombardeando la Tierra con ráfagas de radio. Vienen de una galaxia muerta
Las ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés) se han convertido en uno de los mayores enigmas de la astronomía moderna. Desde que se detectaron por primera vez, han dejado perplejos a los científicos por su intensidad y brevedad: duran apenas milisegundos, pero liberan una cantidad de energía que rápidamente les posicionó como una de las cuestiones más interesantes para su investigación. Durante años, se han propuesto teorías que apuntaban a estrellas de neutrones como la investigación del MIT o a eventos cataclísmicos como origen de estas emisiones, pero nuevos descubrimientos han comenzado a perfilar un panorama más complejo y sorprendente.En los últimos meses, los astrónomos han logrado localizar varias de estas FRBs con gran precisión. Algunas se repiten, otras parecen proceder de galaxias llenas de formación estelar. Sin embargo, el hallazgo que nos ocupa rompe todos los moldes: se trata de una emisión repetitiva proveniente de una galaxia “muerta”.Este término no hace alusión realmente a que esté muerta, ya que las galaxias no son seres vivos y, por lo tanto, como es evidente, no funcionan con los mismos términos que lo hacen estos seres. Sin embargo, es una forma cercana de referirse a que dicha galaxia ya no va creando nuevas estrellas a su alrededor, como se explican en el vídeo de más adelante. Es más o menos el mismo concepto que cuando nos referimos a estrellas 'zombi'.Una galaxia muerta llena de sorpresasDe acuerdo con un artículo publicado en The Astrophysical Journal Letters muy reciente y liderado por Vishwangi Shah, la fuente de este estallido de radio repetitivo, bautizado como FRB 20240209A, reside en los alrededores de una galaxia elíptica y quiescente, a unos 2.000 millones de años luz de la Tierra. Los investigadores utilizaron el radiotelescopio CHIME para detectar 22 explosiones de febrero a julio de 2024, y mediante interferometría de línea de base muy larga (VLBI), consiguieron determinar que está ubicada a 40 ± 5 kilopársecs del centro de la galaxia, lo que en términos normales se puede resumir en que está bastante lejos del centro para lo que acostumbran estas investigaciones.Según explican los autores, esta galaxia es muy vieja, de unos 11.000 millones de años de antigüedad, por lo que, aunque vieja, seguiría siendo más joven que nuestra Vía Láctea con 13.000 millones de años. Aunque, algunos científicos la datan de entre 8.000 y 10.000 años de antigüedad, porque como es evidente, resulta muy complicado extraer su cronología.Pero, lo que llama la atención, es que ya no forma estrellas activamente. Que FRB 20240209A provenga de un entorno tan “apagado” vuelve a poner en jaque las teorías estándar que relacionaban la aparición de FRBs con estrellas jóvenes y ambientes activos de formación estelar. En declaraciones a ABCNews, la misma Shah ha mostrado lo sorprendente que resulta este escenario, pues se pensaba que los FRBs necesitaban sí o sí de grandes cantidades de energía que no se pueden encontrar en galaxias que ya no generan nuevas estrellas y que no son tan activas.Además, tal y como recoge ScienceAlert, el hecho de que se encuentren en los márgenes de la galaxia o incluso en un cúmulo globular viene a señalar distintos posibles mecanismos de formación. Además, no son fuentes de radio persistentes, o al menos no han sido localizadas, lo que pone de manifiesto que es un hecho puntual.Un paso más para entender este fenómenoComprender cómo se generan las FRBs y en qué entornos surgen podría ayudarnos a interpretar mejor la dinámica del universo temprano, entender cómo funcionan las galaxias jóvenes, o aquellas que hoy en día ya son yermas y además poder ver cómo son los eventos más violentos que se dan en estas así como los efectos que tienen en el resto del universo. El hecho de que existan viejas galaxias capaces de producir este tipo de señales amplía la diversidad de modelos a considerar y el rango de ubicaciones donde los astrónomos deben buscar más FRBs, ya que en los últimos meses sabemos cada vez más de dónde proceden estos FRBs.En definitiva, la detección de ráfagas rápidas de radio procedentes de una galaxia muerta cambia la visión sobre el origen y evolución de estos fenómenos. Hasta ahora, se asumía que, los FRBs repetitivos tenían lugar en regiones jóvenes y llenas de actividad estelar, pero esta ráfaga concretamente, demuestra lo contrario: incluso las zonas más antiguas y aparentemente inactivas del universo pueden desencadenar procesos con una cantidad de energía increíble.A medida que se obtengan más datos de telescopios como CHIME y otros observatorios, junto con el estudio de equipos científicos cada vez más amplios y variados, iremos aumentando como especie nuestra comprensión sobre estos fenómenos tan interesantes y en el pasado tan enigmáticosEl artículo Están bombardeando la Tierra con ráfagas de radio. Vienen de una galaxia muerta fue publicado originalmente en Andro4all.
Las ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés) se han convertido en uno de los mayores enigmas de la astronomía moderna. Desde que se detectaron por primera vez, han dejado perplejos a los científicos por su intensidad y brevedad: duran apenas milisegundos, pero liberan una cantidad de energía que rápidamente les posicionó como una de las cuestiones más interesantes para su investigación. Durante años, se han propuesto teorías que apuntaban a estrellas de neutrones como la investigación del MIT o a eventos cataclísmicos como origen de estas emisiones, pero nuevos descubrimientos han comenzado a perfilar un panorama más complejo y sorprendente.
En los últimos meses, los astrónomos han logrado localizar varias de estas FRBs con gran precisión. Algunas se repiten, otras parecen proceder de galaxias llenas de formación estelar. Sin embargo, el hallazgo que nos ocupa rompe todos los moldes: se trata de una emisión repetitiva proveniente de una galaxia “muerta”.
Este término no hace alusión realmente a que esté muerta, ya que las galaxias no son seres vivos y, por lo tanto, como es evidente, no funcionan con los mismos términos que lo hacen estos seres. Sin embargo, es una forma cercana de referirse a que dicha galaxia ya no va creando nuevas estrellas a su alrededor, como se explican en el vídeo de más adelante. Es más o menos el mismo concepto que cuando nos referimos a estrellas 'zombi'.
Una galaxia muerta llena de sorpresas
De acuerdo con un artículo publicado en The Astrophysical Journal Letters muy reciente y liderado por Vishwangi Shah, la fuente de este estallido de radio repetitivo, bautizado como FRB 20240209A, reside en los alrededores de una galaxia elíptica y quiescente, a unos 2.000 millones de años luz de la Tierra. Los investigadores utilizaron el radiotelescopio CHIME para detectar 22 explosiones de febrero a julio de 2024, y mediante interferometría de línea de base muy larga (VLBI), consiguieron determinar que está ubicada a 40 ± 5 kilopársecs del centro de la galaxia, lo que en términos normales se puede resumir en que está bastante lejos del centro para lo que acostumbran estas investigaciones.
Según explican los autores, esta galaxia es muy vieja, de unos 11.000 millones de años de antigüedad, por lo que, aunque vieja, seguiría siendo más joven que nuestra Vía Láctea con 13.000 millones de años. Aunque, algunos científicos la datan de entre 8.000 y 10.000 años de antigüedad, porque como es evidente, resulta muy complicado extraer su cronología.
Pero, lo que llama la atención, es que ya no forma estrellas activamente. Que FRB 20240209A provenga de un entorno tan “apagado” vuelve a poner en jaque las teorías estándar que relacionaban la aparición de FRBs con estrellas jóvenes y ambientes activos de formación estelar. En declaraciones a ABCNews, la misma Shah ha mostrado lo sorprendente que resulta este escenario, pues se pensaba que los FRBs necesitaban sí o sí de grandes cantidades de energía que no se pueden encontrar en galaxias que ya no generan nuevas estrellas y que no son tan activas.
Además, tal y como recoge ScienceAlert, el hecho de que se encuentren en los márgenes de la galaxia o incluso en un cúmulo globular viene a señalar distintos posibles mecanismos de formación. Además, no son fuentes de radio persistentes, o al menos no han sido localizadas, lo que pone de manifiesto que es un hecho puntual.
Un paso más para entender este fenómeno
Comprender cómo se generan las FRBs y en qué entornos surgen podría ayudarnos a interpretar mejor la dinámica del universo temprano, entender cómo funcionan las galaxias jóvenes, o aquellas que hoy en día ya son yermas y además poder ver cómo son los eventos más violentos que se dan en estas así como los efectos que tienen en el resto del universo. El hecho de que existan viejas galaxias capaces de producir este tipo de señales amplía la diversidad de modelos a considerar y el rango de ubicaciones donde los astrónomos deben buscar más FRBs, ya que en los últimos meses sabemos cada vez más de dónde proceden estos FRBs.
En definitiva, la detección de ráfagas rápidas de radio procedentes de una galaxia muerta cambia la visión sobre el origen y evolución de estos fenómenos. Hasta ahora, se asumía que, los FRBs repetitivos tenían lugar en regiones jóvenes y llenas de actividad estelar, pero esta ráfaga concretamente, demuestra lo contrario: incluso las zonas más antiguas y aparentemente inactivas del universo pueden desencadenar procesos con una cantidad de energía increíble.
A medida que se obtengan más datos de telescopios como CHIME y otros observatorios, junto con el estudio de equipos científicos cada vez más amplios y variados, iremos aumentando como especie nuestra comprensión sobre estos fenómenos tan interesantes y en el pasado tan enigmáticos
El artículo Están bombardeando la Tierra con ráfagas de radio. Vienen de una galaxia muerta fue publicado originalmente en Andro4all.
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