He jugado varias horas a Dragon Age: The Veilguard, el regreso de BioWare con rol y acción prometedor

Están a punto de cumplirse diez años del lanzamiento de Dragon Age: Inquisition, uno de los mejores juegos de rol de BioWare, que conseguía alcanzar la trilogía con esta entrega de la saga. Tras un más que considerable soporte postlanzamiento, allá por 2018 ya sonaba la llegada de Dragon Age IV, titulado desde 2022 como Dreadwolf. Rumores de reinicio en su desarrollo y declaraciones de trabajo duro desde EA, en junio de este año se daba a conocer Dragon Age: The Veilguard.

Si bien es cierto que Dreadwolf hace referencia a Solas, un personaje importante de Dragon Age: Inquisition al que se considera Lobo Temerario, The Veilguard pasa a centrarse a la Guardia del Velo, compuesta por los encargados de parar los pies a un par de dioses antiguos que quedan libres tras estar retenidos durante varios siglos en la oscuridad.

Dragon Age: The Veilguard se presentaba de manera oficial en junio de este mismo año tras mucho tiempo en silencio, sorprendiendo a los jugadores por el cambio en su estilo visual y una mayor apuesta por la acción. De esta forma, con una propuesta que parece que quiere llegar a nuevos jugadores a la misma vez que se reencuentra con viejos conocidos, lo nuevo de BioWare anticipaba su inminente lanzamiento.

Con un estreno previsto para PlayStation 5, Xbox Series y PC el próximo mes de octubre, ya hemos podido jugar alrededor de siete horas a lo nuevo de Dragon Age, lo suficiente para descubrir todo lo que tiene que ofrecer a través de sus prometedoras características: un sorprendente y profundo creador de personajes y una sinfín de misiones repletas de acción.

Dragon Age retoma su historia diez años después

Dragon Age: The Veilguard es gráficamente espectacular

Diez años han pasado entre los últimos juegos de Dragon Age, mismo tiempo que transcurre entre sus historias. No obstante, la introducción de The Veilguard es de lo más rápida para pasar a la acción, por lo que basta saber que un ritual fallido lleva a Solas a liberar a una serie de dioses élficos corruptos por todo Thedas, que queda amenazada por todo tipo de peligros.

Para los desconocidos u olvidadizos, Solas es un elfo que jugó un papel crucial en los eventos de Inquisition y parece ser el principal antagonista de esta nueva entrega. Al final de Inquisition, y su expansión Trespasser, se revela que Solas es el Dread Wolf, un dios élfico rebelde que ahora planea destruir el Velo, una barrera mágica que separa el mundo de los mortales del mundo de los espíritus, lo que tendría consecuencias catastróficas para el mundo de Thedas.

De esta forma es como empieza The Veilguard, de manera muy continuista respecto a Inquisition, haciendo preguntas sobre las decisiones que se pudieron tomar en el anterior juego para respetar sus consecuencias. No obstante, su introducción a través de un prólogo es tan ágil y con un vídeo explicativo previo que no hace del todo necesario haber jugado a la entrega anterior.

Creando al protagonista de The Veilguard

El editor de personajes es sobresaliente, repleto de posibilidades

Uno de los aspectos más destacados al inicio del juego es la creación del protagonista, pues nuestro personaje se convierte en la nueva figura heroica de Dragon Age. El editor se inicia teniendo que elegir un pronombre y un género que va más allá de masculino o femenino, habiendo a la vez las seis facciones conocidas para la saga, destacando hasta tres clases y tres especialices, cada una con una serie de movimientos y habilidades específicas, pudiendo cambiar entre dos armas en cada una de ellas.

En cuanto a personalización física, se puede modificar la cabeza, el cuerpo, ojos, nariz, boca, orejas, pelo, maquillalje, tatuajes, pinturas... Las posibilidades son de lo más elevadas, destacando más el nivel de detalle que cuenta cada opción, lo que hace que cada jugador pueda sentirse dentro del juego con un personaje muy parecido a él... dándole el toque humano, guerrero, pícaro mago, elfo...

En cuanto a facciones, regresan los Cuervos Antivanos, un equipo de asesinos que vela por la seguridad de Antiva; los Dragones Sombríos, quienes están a las órdenes de uno de los tiranos del juego; los Exploradores del Velo, quienes rescatan el conocimiento olvidado en las ruinas élficas; los Guardas Grises, quienes obtienen poderes sobrenaturales para hacer frente a la oscuridad; los Señores de la Fortuna, que buscan tesoros; y los Vigías del Duelo, compuesta por nigromantes.

Volviendo al aspecto físico, poder modificar casi cualquier parámetro en base a porcentajes hace que sea muy fácil diferenciar a un personaje de otro, pudiendo elegir entre 81 tipo de pelos y 9 tipos de nariz y orejas. Desde luego, nada más empezar el juego encontramos uno de sus puntos fuertes: un editor de personaje accesible en todo momento para que cualquier jugador se sienta dentro del mundo de Dragon Age.

Un planteamiento renovado

Las regiones del nuevo Dragon Age diferenciarán notablemente entre ellas

Tras disfrutar unas dos horas del prólogo del juego, pudimos saltar a Crossroads, una sección también inicial en la que se puede explorar Lighthouse. Al fin y al cabo, la historia se continúa de manera sencilla a través de sus misiones principales, que van sumando nuevos personajes y compañeros a la aventura. En esta ocasión, Thedas no es un mundo abierto, si no que accederemos a grandes escenarios separados para descubrir sus salvajes parajes, laberintos traicioneros y ciudades resplandecientes.

Dragon Age: The Veilguard basa sus escenarios en misiones, aunque rápidamente se descubre que las diferentes regiones del juego invitan a la exploración, en mayor o menor medida según el lugar. Otro elemento clave que se diferencia en las primeras horas de juego es su combate, que se aleja del sistema táctico de los juegos de rol, pues ahora se apuesta más por la acción rápida, habiendo lugar para la pausa voluntaria a través de un menú radial con el que ejercer habilidades.

En primer lugar, elegir la clase ya diferencia de manera notoria los movimientos del personaje, por lo que las primeras horas de juego son clave para decidir si se prefiere atacar de cerca, a distancia, con magia o de manera defensiva, por ejemplo. Los compañeros sí se van sumando de manera más prolongada y en el equipo hay un espacio máximo para dos compañeros, lo que invita a probar diferentes combinaciones.

Para hacer el uso de habilidades y comandar a los compañeros hay dos opciones. De manera rápida pulsando L2 en el Dualsense de PS5, o pausando la batalla con el menú radial pulsando R1. Hacer uso de habilidades especiales y/o combinando la de diferentes personajes hace de lo más divertido los enfrentamientos, que en general funcionan a la perfección con este nuevo sistema de combate.

Una profundidad que requerirá muchas horas

El arquero, una de las clases que nos conquistó al poder atacar a distancia

A pesar de haber jugado durante varias horas, cuando saltamos a secciones más metidas en la historia descubrimos que el combate incrementa mucho más sus posibilidades. El árbol de habilidades se va ampliando para especializarse en diferentes estilos de juegos, mientras que los compañeros de aventura pueden generar todo tipo de sinergia entre ellos, lo que invita a estar renovando y descubriendo todo tipo de movimientos a lo largo de la aventura para que los enfrentamientos nunca decaigan el entretenimiento.

De hecho, el combate se intensificará a lo largo de la aventura, habiendo algunos enfrentamientos optativos aún más elevados de nivel, llegando a haber aquellos que invitan a aprenderse los movimientos del enemigo y sus habilidades, lo que evita que siempre se esté machando botones.

Asimismo, tanto para la exploración como para los combates se puede modificar el nivel de dificultad. Existe hasta cinco predeterminados, aunque hay uno adicional en el que se puede modificar todo tipo de parámetros, incluyendo ayuda en la exploración o parámetros como la resistencia, vulnerabilidad...

Más allá de esto, el juego también profundiza a lo largo de las horas con contenido secundario, que va más allá de misiones optativas. La linealidad de la aventura puede llegar a perderse cuando haya contenido para horas y horas de diversión complementaria a la de la historia principal, teniendo que viajar de una región a otra y descubrir todo tipo de rincones. Entre los aspectos destacados, descubrir el pasado de Solas es posible encontrando sus memorias repartidas por todo el mundo.

La importancia de las decisiones

Las decisiones cambiarán las misiones a llevar a cabo

Desde su anuncio, Dragon Age: The Veilguard anticipa la importancia que tendrán las decisiones a lo largo del juego. En total, se conocerá a siete camaradas con historias profundas y llenas de matices, siendo posible entablar amistad con ellos e incluso iniciar una relación sentimental. Cada uno de estos personajes cuenta con una historia de transfondo que descubrir, siendo bien diferentes: un asesino, un nigromante, una detective...

Si bien es cierto que a veces será obligatoria la compañía de algunos de ellos, el jugador puede decidir casi siempre de qué dos personajes acompañarse, contando cada uno de ellos con una habilidad para la exploración que a veces será necesaria, siendo de agradecer que esto no implique tener que volver a algún lugar para cambiar los miembros del equipo.

Será importante las conversaciones con cada uno de ellos, pues a la hora de tomar decisiones se estará cambiando el transcurso de la historia, que se desarrolla por diferentes vías que cambian las misiones futuras y las recompensas. De hecho, durante las decisiones se notificarán los sentimientos de cada compañero, lo que posiblemente implique cambios adicionales en la trama.

Por lo pronto, y aunque no podamos entrar en detalles profundos, hubo un momento en el que tuvimos que decidir a qué compañero acompañar en una decisión en la que dependiendo de la elección teníamos que ir a un lugar u otro. Esto después implicó grandes consecuencias que afectaron tanto al escenario como a misiones futuras y relaciones.

BioWare regresa por la puerta grande

La abundancia de la acción destaca en el regreso de Dragon Age

Con el salto que dimos durante la prueba del juego a secciones más avanzadas, nos quedó claro que Dragon Age: The Veilguard supone el gran regreso de BioWare tras el tropiezo sufrido con Anthem. Se trata de una propuesta que busca conquistar a nuevos jugadores sin dejar de lado a los familiarizados con la saga, pues su historia se disfruta sin conocer el pasado, aunque va complementándose con un sinfín de detalles de juegos anteriores.

De Dragon Age: Origins o Inquisition parece rescatarse la grandeza, The Veilguard apunta a ser un juego repleto de horas y horas de contenido, aunque lo más importante es que su mundo y sistema de combate, dos piezas clave de la fórmula, es tan variado como amplio. Descubrir la implicación del Inquisidor, personaje clave del pasado, profundizar en los romances, consecuencias de las decisiones o adentrarnos en los grandes combates como el de los dragones son puntos que aún no hemos descubierto y nos dejó con la miel en los labios desde que pudimos probar el título.

De esta forma, empezamos a contar los días hasta el 31 de octubre, cuando Dragon Age: The Veilguard se ponga a la venta para PS5, Xbox Series y PC. Por suerte, antes podremos ofreceros un profundo análisis tras disfrutarlo al completo, aunque por lo pronto anticipamos un prometedor juego de rol repleto de acción lleno de posibilidades que conseguiría llegar a lo más alto si introduce un elemento que lo diferencia notablemente de otras propuestas.

El artículo He jugado varias horas a Dragon Age: The Veilguard, el regreso de BioWare con rol y acción prometedor fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.