La primera película de Alan Rickman es también una de las mejores de toda su carrera

En 2016, el mundo entero despidió a una de las figuras más brillantes de la industria del cine: Alan Rickman. Si bien la mayor parte de la generación actual lo conoce por su impecable actuación como Severus Snape en la saga Harry Potter, uno de los magos más poderosos de la franquicia, este no es su único papel relevante. El actor británico tuvo una participación memorable en Jungla de cristal (1988), un personaje perfecto en múltiples sentidos.Rickman encarna al terrorista Hans Gruber. A pesar de ser su debut, la perfecta ejecución del personaje le alcanzó para convertirse en uno de los villanos más famosos del cine.Del teatro a la gran pantallaLa primera película de Alan Rickman fue un gran éxitoQuienes conocen la historia detrás del hombre que dio vida a Severus Snape saben que, en principio, su sueño no era consagrarse en la actuación. Después de trabajar como artista gráfico, el destino lo condujo hasta el teatro. Si bien a los 27 años somos jóvenes en los estándares normales, no es la edad más apropiada para incursionar en un campo tan competitivo como la actuación.Sin embargo, esto no detuvo a Rickman. Por el contrario, durante los últimos años de la década de los 70 y los primeros de la de los 80, tuvo participación activa varias obras teatrales interpretando a Shakespeare y Chéjov.Su puesta en escena le hizo merecedor de un premio Tony en 1987 gracias su participación en la obra Les Liaisons Dangereuses, como Vizconde de Valmont, un importante aristócrata francés.Bastó solo un año para que tomara la arriesgada decisión de probar suerte en la industria cinematográfica, la transición al cine cambió completamente su vida laboral y personal.Un debut por la puerta grandeSin duda, el género acción dominaba la industria en la década de los 80. Aunque Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, ninguna de sus películas es considerada como la mejor de su época. El reconocimiento se lo lleva la producción dirigida por John McTiernan: Jungla de cristal, una de las mejores películas de acción de todos los tiempos.Si bien se trata de la adaptación de la novela Nada dura para siempre, publicada por Roderick Thorp en 1979, la visión del cineasta y la elección del elenco son los puntos fuertes que la convierten en una obra inmortal. Por un lado, tenemos a Willis, quien se aleja completamente del estereotipo y, por el otro, el perfecto némesis del protagonista.Después de ver su actuación sobre las tablas, el productor Joel Silver supo que Rickman era el indicado para convertirse en Hans Gruber, el problema estaba en su falta de interés hacia un género que, para ese momento, estaba marcado por malas actuaciones y muchos clichés. Afortunadamente, cambió de opinión. No se trataba de la historia, sino del tratamiento inteligente de los personajes, algo que, desde su punto de vista, iba a revolucionar el cine de acción, y así fue.Uno de los villanos más icónicos de todos los tiemposAlan Rickman brindó una interpretación magníficaA diferencia del clásico villano de los 80, Hans Gruber no es el criminal delirante y lunático que asesina a todos a su paso, sino un hombre inteligente y sumamente calculador, por lo que no mueve ninguna ficha sin haberlo meditado. Su personalidad es tranquila y muy astuta. Si bien es capaz de matar, prefiere dejarle la tarea a su secuaz.Pero la interpretación de Rickkman no fue su único aporte a la producción, el actor sugirió parte de los cambios claves para el éxito alcanzado del filme. La influencia de su formación teatral se hizo sentir, ya que la película destacó gracias a un enfoque poco convencional.Mientras Bruce Willis se consagró como un héroe de acción a la par de Stallone y Schwarzenegger, la interpretación de Hans Gruber lo convirtió en uno de los mejores villanos de acuerdo al American Film Institute.En definitiva, a pesar a su falta de interés inicial hacia la idea de realizar películas de acción, La jungla de cristal fue la plataforma de impulso que catapultó la carrera de Alan Rickman en la industria cinematográfica. Su personificación no solo rompió los esquemas al ofrecer un villano poco convencimiento, también contribuyó al éxito alcanzado por la producción y sirvió para demostrar su talento y versatilidad como actor.El artículo La primera película de Alan Rickman es también una de las mejores de toda su carrera fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.

Aug 15, 2024 - 11:35
La primera película de Alan Rickman es también una de las mejores de toda su carrera

En 2016, el mundo entero despidió a una de las figuras más brillantes de la industria del cine: Alan Rickman. Si bien la mayor parte de la generación actual lo conoce por su impecable actuación como Severus Snape en la saga Harry Potter, uno de los magos más poderosos de la franquicia, este no es su único papel relevante. El actor británico tuvo una participación memorable en Jungla de cristal (1988), un personaje perfecto en múltiples sentidos.

Rickman encarna al terrorista Hans Gruber. A pesar de ser su debut, la perfecta ejecución del personaje le alcanzó para convertirse en uno de los villanos más famosos del cine.

Del teatro a la gran pantalla

Alan Rickman

La primera película de Alan Rickman fue un gran éxito

Quienes conocen la historia detrás del hombre que dio vida a Severus Snape saben que, en principio, su sueño no era consagrarse en la actuación. Después de trabajar como artista gráfico, el destino lo condujo hasta el teatro. Si bien a los 27 años somos jóvenes en los estándares normales, no es la edad más apropiada para incursionar en un campo tan competitivo como la actuación.

Sin embargo, esto no detuvo a Rickman. Por el contrario, durante los últimos años de la década de los 70 y los primeros de la de los 80, tuvo participación activa varias obras teatrales interpretando a Shakespeare y Chéjov.

Su puesta en escena le hizo merecedor de un premio Tony en 1987 gracias su participación en la obra Les Liaisons Dangereuses, como Vizconde de Valmont, un importante aristócrata francés.

Bastó solo un año para que tomara la arriesgada decisión de probar suerte en la industria cinematográfica, la transición al cine cambió completamente su vida laboral y personal.

Un debut por la puerta grande

Sin duda, el género acción dominaba la industria en la década de los 80. Aunque Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, ninguna de sus películas es considerada como la mejor de su época. El reconocimiento se lo lleva la producción dirigida por John McTiernan: Jungla de cristal, una de las mejores películas de acción de todos los tiempos.

Si bien se trata de la adaptación de la novela Nada dura para siempre, publicada por Roderick Thorp en 1979, la visión del cineasta y la elección del elenco son los puntos fuertes que la convierten en una obra inmortal. Por un lado, tenemos a Willis, quien se aleja completamente del estereotipo y, por el otro, el perfecto némesis del protagonista.

Después de ver su actuación sobre las tablas, el productor Joel Silver supo que Rickman era el indicado para convertirse en Hans Gruber, el problema estaba en su falta de interés hacia un género que, para ese momento, estaba marcado por malas actuaciones y muchos clichés. Afortunadamente, cambió de opinión. No se trataba de la historia, sino del tratamiento inteligente de los personajes, algo que, desde su punto de vista, iba a revolucionar el cine de acción, y así fue.

Uno de los villanos más icónicos de todos los tiempos

Alan Rickman

Alan Rickman brindó una interpretación magnífica

A diferencia del clásico villano de los 80, Hans Gruber no es el criminal delirante y lunático que asesina a todos a su paso, sino un hombre inteligente y sumamente calculador, por lo que no mueve ninguna ficha sin haberlo meditado. Su personalidad es tranquila y muy astuta. Si bien es capaz de matar, prefiere dejarle la tarea a su secuaz.

Pero la interpretación de Rickkman no fue su único aporte a la producción, el actor sugirió parte de los cambios claves para el éxito alcanzado del filme. La influencia de su formación teatral se hizo sentir, ya que la película destacó gracias a un enfoque poco convencional.

Mientras Bruce Willis se consagró como un héroe de acción a la par de Stallone y Schwarzenegger, la interpretación de Hans Gruber lo convirtió en uno de los mejores villanos de acuerdo al American Film Institute.

En definitiva, a pesar a su falta de interés inicial hacia la idea de realizar películas de acción, La jungla de cristal fue la plataforma de impulso que catapultó la carrera de Alan Rickman en la industria cinematográfica. Su personificación no solo rompió los esquemas al ofrecer un villano poco convencimiento, también contribuyó al éxito alcanzado por la producción y sirvió para demostrar su talento y versatilidad como actor.

El artículo La primera película de Alan Rickman es también una de las mejores de toda su carrera fue publicado originalmente en Alfa Beta Juega.

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