La Unión Soviética aprendió la lección sobre los tanques voladores demasiado tarde, pero aquello se convirtió en un final boss que derrochaba épica

Allá por 1940 el ingeniero y diseñador Oleg Antonov se levantó inspirado. En algún momento entre que le vino la idea a la cabeza y terminó produciéndose alguien debería haberle frenado, pero como la época tampoco estaba para demasiadas concesiones, la Unión Soviética del momento decidió que, después de todo lo que habían hecho hasta entonces, crear un tanque volador tampoco era algo tan descabellado. Que la humanidad se haya pasado milenios intentando descubrir cómo hacerse daño unos a otros probablemente tampoco ayudó mucho, pero como podrás adivinar aquello era a todas luces descabellado. Un tanque con alas parecía un concepto tan absurdo como poco viable. Sin embargo, los rusos consiguieron hacer que funcionara. El tanque volador de Antonov Pese a que desde la barrera y visto con perspectiva ahora todo son risas con el tanque volador, hay que reconocer que los soviéticos no fueron los únicos en intentar algo similar y que, de hecho, había algo de lógica en su planteamiento. Soltar unidades aerotransportadas sin ton ni son estaba muy bien, pero la necesidad de un apoyo más sólido resultaba a menudo imprescindible. Sin embargo, llevar unidades blindadas hasta esos puntos, especialmente en lugares donde las carreteras eran escasas y no había trenes que pudiesen aligerar el proceso, no era precisamente fácil. La idea de Antonov era que, si podían transportar en avión los blindados, para luego soltarlos y que planeasen hasta su destino, tenían media batalla ganada. En 3D Juegos Hace 30 años un niño se puso a los mandos de un avión con 75 personas a bordo. Lo ocurrido se ha convertido en mi obsesión en MFS 2024 Mediante el uso del tanque más ligero del que disponían, el T-60, Antonov ideó una cola de planeador y unas alas que se acoplarían al vehículo y, una vez en tierra, podría deshacerse fácilmente de ellas. El rotor del cañón, mirando hacia atrás, serviría para controlar la dirección del planeador y permitirle maniobrar. Dos años después de que aquella idea de bombero echase a rodar entre los soviéticos, el proyecto Antonov A-40 terminó de completarse y se inició la primera prueba. Para ello, un bombardero lo remolcaría para luego dejarlo caer, pero al poco de iniciar el vuelo, los soviéticos descubrieron lo que probablemente llevas pensando desde que empezaste a leer. El único juego que se atrevió a usar el Antonov A-40 Pese a haber retirado del tanque armas, munición y combustible, el exceso de peso seguía siendo demencial para el avión, así que poco después de conseguir despegar tras un esfuerzo considerable, se vio obligado a soltarlo para evitar una catástrofe mayor. Sorprendentemente, el Antonov A-40 no sólo funcionaba, sino que fue capaz de planear hasta tierra firme y conseguir aterrizar. Sin embargo, el resto de problemas terminó obligando a abandonar el proyecto. Sin duda es una curiosidad buenísima de la ingeniería militar que muy pocos conocen. Una que sorprende que no haya hecho más ruido o se haya hecho hueco en la cultura popular a través de la ciencia ficción. De hecho, si te suena mínimamente de algo, las gracias debes dárselas a un videojuego, el mítico Toy Soldiers que se estrenó en Xbox 360 con una particular mezcla de estrategia y tower defense. Valiéndose de miniaturas y maquetas, la formidable franquicia que inició su andadura en 2010 quiso aprovechar sus soldaditos de juguete para mostrarnos otra cara de los conflictos bélicos y, aprovechando su secuela en Toy Soldiers: Cold War, nos plantó ante una versión del Antonov A-40 en una épica batalla en la que el tanque volador pasaba sobre nuestras cabezas como final boss del tutorial. De hecho, Toy Soldiers tiene el peculiar honor de haber sido el único juego bélico que, más allá de mods, ha decidido rendir homenaje a una idea tan bizarra como el Antonov A-40. Si os interesa mínimamente la saga, y debería porque son unos juegazos, tenéis la colección completa por menos de 10 euros en Steam. - La noticia La Unión Soviética aprendió la lección sobre los tanques voladores demasiado tarde, pero aquello se convirtió en un final boss que derrochaba épica fue publicada originalmente en 3DJuegos por Rubén Márquez .

Dec 7, 2024 - 15:13
La Unión Soviética aprendió la lección sobre los tanques voladores demasiado tarde, pero aquello se convirtió en un final boss que derrochaba épica

La Unión Soviética aprendió la lección sobre los tanques voladores demasiado tarde, pero aquello se convirtió en un final boss que derrochaba épica

Allá por 1940 el ingeniero y diseñador Oleg Antonov se levantó inspirado. En algún momento entre que le vino la idea a la cabeza y terminó produciéndose alguien debería haberle frenado, pero como la época tampoco estaba para demasiadas concesiones, la Unión Soviética del momento decidió que, después de todo lo que habían hecho hasta entonces, crear un tanque volador tampoco era algo tan descabellado.

Que la humanidad se haya pasado milenios intentando descubrir cómo hacerse daño unos a otros probablemente tampoco ayudó mucho, pero como podrás adivinar aquello era a todas luces descabellado. Un tanque con alas parecía un concepto tan absurdo como poco viable. Sin embargo, los rusos consiguieron hacer que funcionara.

El tanque volador de Antonov

Pese a que desde la barrera y visto con perspectiva ahora todo son risas con el tanque volador, hay que reconocer que los soviéticos no fueron los únicos en intentar algo similar y que, de hecho, había algo de lógica en su planteamiento. Soltar unidades aerotransportadas sin ton ni son estaba muy bien, pero la necesidad de un apoyo más sólido resultaba a menudo imprescindible.

Sin embargo, llevar unidades blindadas hasta esos puntos, especialmente en lugares donde las carreteras eran escasas y no había trenes que pudiesen aligerar el proceso, no era precisamente fácil. La idea de Antonov era que, si podían transportar en avión los blindados, para luego soltarlos y que planeasen hasta su destino, tenían media batalla ganada.

Mediante el uso del tanque más ligero del que disponían, el T-60, Antonov ideó una cola de planeador y unas alas que se acoplarían al vehículo y, una vez en tierra, podría deshacerse fácilmente de ellas. El rotor del cañón, mirando hacia atrás, serviría para controlar la dirección del planeador y permitirle maniobrar.

Dos años después de que aquella idea de bombero echase a rodar entre los soviéticos, el proyecto Antonov A-40 terminó de completarse y se inició la primera prueba. Para ello, un bombardero lo remolcaría para luego dejarlo caer, pero al poco de iniciar el vuelo, los soviéticos descubrieron lo que probablemente llevas pensando desde que empezaste a leer.

El único juego que se atrevió a usar el Antonov A-40

Pese a haber retirado del tanque armas, munición y combustible, el exceso de peso seguía siendo demencial para el avión, así que poco después de conseguir despegar tras un esfuerzo considerable, se vio obligado a soltarlo para evitar una catástrofe mayor. Sorprendentemente, el Antonov A-40 no sólo funcionaba, sino que fue capaz de planear hasta tierra firme y conseguir aterrizar. Sin embargo, el resto de problemas terminó obligando a abandonar el proyecto.

Sin duda es una curiosidad buenísima de la ingeniería militar que muy pocos conocen. Una que sorprende que no haya hecho más ruido o se haya hecho hueco en la cultura popular a través de la ciencia ficción. De hecho, si te suena mínimamente de algo, las gracias debes dárselas a un videojuego, el mítico Toy Soldiers que se estrenó en Xbox 360 con una particular mezcla de estrategia y tower defense.

Antonov A 40 Toy Soldiers

Valiéndose de miniaturas y maquetas, la formidable franquicia que inició su andadura en 2010 quiso aprovechar sus soldaditos de juguete para mostrarnos otra cara de los conflictos bélicos y, aprovechando su secuela en Toy Soldiers: Cold War, nos plantó ante una versión del Antonov A-40 en una épica batalla en la que el tanque volador pasaba sobre nuestras cabezas como final boss del tutorial.

De hecho, Toy Soldiers tiene el peculiar honor de haber sido el único juego bélico que, más allá de mods, ha decidido rendir homenaje a una idea tan bizarra como el Antonov A-40. Si os interesa mínimamente la saga, y debería porque son unos juegazos, tenéis la colección completa por menos de 10 euros en Steam.

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La noticia La Unión Soviética aprendió la lección sobre los tanques voladores demasiado tarde, pero aquello se convirtió en un final boss que derrochaba épica fue publicada originalmente en 3DJuegos por Rubén Márquez .

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