Mi casa es un iglú: así estoy sobreviviendo a la ola de frío polar sin calefacción central

No solo vivo de alquiler en un piso de principios del siglo XX con un aislamiento deficiente sino que tampoco tiene calefacción central. Cuando el frío se hace insoportable tengo la opción de encender la caldera pero intento aguantar todo lo posible porque las facturas que lelgan luego son de tres cifras... Lo tengo todo en contra para sobrevivir al mal tiempo, pero he descubierto trucos para pasar el día a día mejor, así que esta ola de frío polar no me pilla desprevenida. Esto es lo que te recomiendo si tu casa también es una pesadilla energética, más allá de los hacks de aislamiento caseros.

El gran reto de no tener hielos por manos

Abrigar el cuerpo es fácil y es de lo que primero todos nos acordamos: camiseta interior, jersey o sudadera y bata o chaqueta polar... Es la regla de oro de las tres capas. Sin embargo, el problema suelen ser las manos porque el calor siempre se pierde en función de la superficie corporal que esté expuesta.

En la calle, con ponerse unos buenos guantes suele ser suficiente. Sin embargo, en casa molestan para todo, desde para cocinar hasta para ir al baño, pasando por teclear en el ordenador (un gran problema si trabajas desde casa). Para esto último, sobre todo, siempre tengo a mano unos mitones o lo que es lo mismo: guantes sin dedos.

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Seguiras teniendo las puntas de los dedos congeladas pero ayudan bastante a mejorar la sensación general de frío. No obstante, todavía podemos aumentar aún más esta sensación añadiendo por dentro algo que la gente suele usar normalmente en exterior: unos parches calientamanos. Se activan en contacto con el aire para proporcionar un calor suave y constante que dura de 5 a 6 horas y están diseñados para encajar perfectamente dentro de los guantes sin resultar incómodos. Por cierto, también los hay para los pies.

Otro accesorio que también viene bien llevar en el bolsillo para los ratos en los que puedas meter las manos para celantarlas o tenerlo directamente en las manos, son las almohadillas térmicas. Son compactas y portátiles y funcionan sin la intervención de ningún tipo de electricidad. Mediante una reacción química al apretarlas, se solidifican y liberan calor durante horas. Eso sí, para que vuelvan a su estado líquido y reutilizarlas hay que meterlas en agua caliente.

El hack para leer en la cama

Me encanta leer y, sobre todo, hacerlo en la cama antes de dormir. Sin embargo, en cuanto bajan las temperaturas deja de ser una actividad placentera para pasar a ser un suplicio porque implica tener las manos expuestas fuera del edredón. Pero como un invierno sin lectura se hace muy largo y aburrido, lo que hago es taparme entera y leer debajo del edredón (como si fuera un refugio de mantas) y alumbrarme con una lámpara de lectura. El único contratiempo es que a veces me quedo dormida.

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Adiós sábanas frías... con un secador 

El momento de meterse en la cama se vuelve todavía más placentero durante el invierno. Sin embargo, primero hay que superar el momento inicial de contacto con las sábanas heladas, mientras las calentamos con el calor que genera nuestro propio cuerpo. Si esto te molesta mucho, no subestimes el poder de darle una pasadita con el secador de pelo antes, para templarlas un poco. Es un momento y funciona. Eso sí, recuerda seleccionar el modo de aire caliente. No obstante también hay quien enciende una manta electrica o, en un gesto más vintage, pone una bolsa de agua caliente un rato antes.

Truquito para que la ropa se seque dentro de casa antes de Año nuevo

El invierno y cualquier ola de mal tiempo son el principal enemigo de una ropa limpia que desprenda buen olor. Por no hablar de la desesperación de esperar y esperar a que las prendas se sequen cuando nos vemos obligados, por un motivo o por otro a tender dentro de casa... No obstante, si tienes un deshumidifcador en casa, tienes un aliado para que esto no te pase. Simplemente, ponlo al lado del tendedero de ropa mojada y deja que haga su magia.

Foto de portada | refargotohp

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La noticia Mi casa es un iglú: así estoy sobreviviendo a la ola de frío polar sin calefacción central fue publicada originalmente en Trendencias por María Yuste .