Qué son las “amistades de bajo mantenimiento” y cómo pueden hacernos felices exigiéndonos menos

Según el Harvard Study of Adult Development, la verdadera felicidad siempre se esconde en nuestras relaciones y la calidad de estas. Es más, hay numerosas investigaciones que afirman que es casi imposible ser feliz sin amigos porque la amistad representa casi el 60% de nuestra felicidad. 

Aristóteles defendía en su libro ‘Ética a Nicómaco’ que para tener amistades perfectas se necesita tiempo y esfuerzo, esas a las que llamarías en mitad de la noche. Amigos tan cercanos que te conocen tanto y tan bien que te cogerían el teléfono sin importar la hora. Pero no son las únicas amistades posibles ni valorables. Las amistades de bajo mantenimiento son otras relaciones que también te aportan felicidad con menos esfuerzo.

Qué son las amigas de bajo mantenimiento

Aunque no es un concepto formal en psicología académica, se usa para describir un tipo de vínculo social con ciertas características: no requiere contacto constante para mantenerse fuerte, se basa en confianza, entendimiento mutuo y aceptación del ritmo de vida de cada uno, no genera culpa o conflicto por la falta de comunicación frecuente y se retoma de una forma fácil, como si el tiempo no hubiese pasado. 

Las amistades de bajo rendimiento son aquellas que se ven una vez al año pero pueden hablar de todo con confianza y sin resentimientos por el tiempo que ha pasado. En mi caso tengo al menos tres amistades de bajo mantenimiento y en todos los casos mantenemos un contacto que, visto desde fuera puede parecer mínimo, pero que nos funciona. Si me casara vendrían a mi boda aunque fuera una boda muy pequeña.

Las redes sociales están repletas de vídeos que idealizan las amistades de bajo rendimiento y también de vídeos que hablan de los posibles peligros de las amistades sin compromiso. La clave siempre va a estar en cultivar nuestras amistades con cariño, demostrando atención, reciprocidad, una comunicación clara y el deseo de apoyarnos mutuamente. La cantidad de contacto que necesitéis para ello ya será algo personal. 

La psiquiatra integradora Victoria López ya lo decía: la verdadera amistad aguanta el tiempo,el silencio y la distancia. Este tipo de amistades de bajo rendimiento lo hacen, porque a pesar de que son emocionalmente poco demandantes, siguen siendo vínculos profundos e importantes. De hecho el doctor Robin Dunbar, psicólogo evolutivo famoso por el “número de Dunbar”, sostiene que las amistades más fuertes no dependen solo de mantener un contacto frecuente, sino del historial compartido y de la calidad emocional del vínculo. Es decir, podemos tener una relación muy profunda hablando poco y viéndonos menos.

Los beneficios de tener amistades de bajo mantenimiento

Aunque este tipo de relaciones son menos intensas, también nos aportan bienestar emocional estable. El director del Estudio del Desarrollo Adulto de Harvar, el Dr. Robert Waldinger, afirma que “las relaciones que nos hacen felices no tienen que ser intensas ni constantes, sino seguras y confiables”, lo encaja perfectamente con la idea de amistades de bajo mantenimiento.

Por ejemplo, pueden reducir el estrés en las relaciones ya que no exigen un contacto constante y en lugar de ansiedad por “mantener” la relación, nos aportan tranquilidad. Estas relaciones además, se basan en la aceptación y la confianza, no en las expectativas, lo que se asocia con mayor satisfacción vital. Además, estudios clásicos sobre soporte social percibido ya demostraban que la frecuencia del contacto no importa tanto, sino saber que la otra persona estará ahí cuando la necesites.

No son la panacea, especialmente si no obtenemos de esa amistad el mínimo que le exigimos a una relación, o si una de las dos personas da mientras la otra se frustra porque necesita más atención en la amistad y no la obtiene. La clave aquí es hablar y que ambos estéis en el mismo punto y ese punto algo más alejado funciona para vosotros, todos felices. Esto no significa que no haya que cuidar el vínculo ni que todas las relaciones de amistad que tengamos deban ser así. Ni siquiera estas relaciones tienen por qué ser así siempre y podemos tener etapas de contacto más frecuente. Quizá lo más importante es que ambas partes se sientan cómodas con el tiempo compartido y que las necesidades de las dos personas con respecto a la amistad, se sientan satisfechas. 

Fotos | Elle Hughes en Pexels

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La noticia Qué son las “amistades de bajo mantenimiento” y cómo pueden hacernos felices exigiéndonos menos fue publicada originalmente en Trendencias por Anabel Palomares .