Una pareja de holandeses compró un pueblo abandonado de Burgos. Ahora es la villa con más niños de toda la comarca

Durante décadas, fue uno de esos nombres que aparecen en los mapas por pura formalidad porque era un pueblo abandonado: sin vecinos, sin luz, sin agua corriente ni calles asfaltadas. Se trata Bárcena de Bureba, una pedanía del municipio de Abajas (en Burgos), despoblada desde los años 70... hasta ahora. Todo empieza con dos neerlandeses, Maaike Geurts y Tibor Strausz, que han iniciado una auténtica colonia holandesa en medio de Castilla y León.

De Ámsterdam a la España vaciada

Durante décadas, fue uno de esos nombres que aparecen en los mapas por pura formalidad porque era un pueblo abandonado: sin vecinos, sin luz, sin agua corriente ni calles asfaltadas. Se trata Bárcena de Bureba, una pedanía del municipio de Abajas (en Burgos), despoblada desde los años 70... hasta ahora. Todo empieza con dos neerlandeses, Maaike Geurts y Tibor Strausz, que han iniciado una auténtica colonia holandesa en medio de Castilla y León.

De Ámsterdam a la España vaciada

Maaike (de 46 años y matemática de profesión) y Tibor (48, programador) vivían en Ámsterdam cuando se encontraron con un reportaje sobre la desertificación en España y empezaron a darle vueltas a la idea de darle un cambio radical a sus vidas. Su único requisito era encontrar un lugar al que pudieran llegar en tren en menos de un día desde Países Bajos y que el tiempo no fuera muy malo.

Idealista

Así dieron con Bárcena de Bureba, un pueblo prácticamente en ruinas y con unas 80 casas distribuidas en tres calles. La falta de infraestructura empujó a sus antiguos vecinos a irse y, más tarde, un vecino de Castil de Lences quiso convertir Bárcena en un destino turístico. A él le compró  la pareja el pueblo casi entero (a excepción de una casa, que sigue siendo particular, y la iglesia, que pertenece al Arzobispado) para fundar un pueblo autosuficiente. Sobre todo porque, uno de los motivos principales para apostar por Bárcena fue el agua. 

El río Castil rodea el pueblo por su parte baja y el anterior propietario contaba con un permiso para usar su agua. El primer paso para cultivar un huerto y un bosque de árboles frutales. De ahí nace el proyecto Ardbol y un trozo de la España vaciada que, aunque todavía sigue sin tener red eléctrica, agua corriente o asfaltado, ya cuenta con placas solares, cartero que llega hasta allí con el correo, parada de autobús y cobertura móvil.

Además, Maaike y Tibor han plantado paulonias, unos árboles de crecimiento rápido y cuya madera usan como parte de su plan a medio plazo. También están reformando varias casas y viven temporalmente entre Bárcena y el municipio de Briviesca, donde llevan a sus hijas al colegio mientras terminan la reforma de su vivienda principal. Mientras tanto se alojan en otra mejor conservada.

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No están solos

No obstante, no son los únicos habitantes de esta nueva ecoaldea. En el pueblo también vive un hombre español, descendiente de antiguos habitantes, que compró su casa hace 40 años y que lleva tiempo reformándola con su hijo. Desde la llegada de Maaike y Tibor también se han instalado varias familias neerlandesas que conocieron  el proyecto a través de medios que difundieron su historia en Países Bajos. Además de un joven de Girona con su pareja embarazada y otros recién llegados que aún viven en tiendas de campaña o caravanas mientras rehabilitan las que serán sus casas.

Por todos ellos Bárcena de Bureba es, actualmente, un antiguo pueblo que empieza a volver a la vida. Aunque todavía queda mucho por hacer, el proyecto es a largo plazo y la esperanza la dan sobre todo que ya haya varios niños en su censo, además de los que vienen en camino, algo que parecía impensable hace pocos años cuando era un lugar completamente vacío (de hecho, presumen de que deben de ser ya el pueblo con más niños de la comarca). Aquí reside lo verdaderamente interesante de esta historia: es el ejemplo de cómo un lugar dado por perdido intenta con éxito reescribir su futuro paso a paso.

Foto de portada | Tomukas

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La noticia Una pareja de holandeses compró un pueblo abandonado de Burgos. Ahora es la villa con más niños de toda la comarca fue publicada originalmente en Trendencias por María Yuste .