Assassin's Creed Shadows será censurado en Japón, pero no es más que la nueva víctima de un sistema de evaluación que no funciona como todos pensamos
Una vez más, el sistema de clasificación de edades de Japón ha sido noticia en el mundo de los videojuegos. Assassin's Creed Shadows debe presentar ciertos cambios si quiere tener luz verde para venderse en dicha región; algo que Ubisoft ha aceptado anunciando una versión para el país asiático que prescindirá de elementos sangrientos tales como decapitaciones y amputaciones de extremidades. Y esta no es la primera vez que la entidad CERO (Computer Entertainment Rating Organization) genera polémica por rechazar la distribución de un Triple A dentro de las fronteras niponas, pues se trata de un fenómeno que hemos visto muchas veces en este sector. ¿A qué se debe su resistencia, cuando el resto del mundo acepta este tipo de contenidos sin grandes problemas? Antes de responder a esta pregunta, es importante matizar brevemente cómo funciona este sistema de clasificación de edades. Básicamente, Japón ha creado una organización similar a nuestro PEGI o el ESRB estadounidense que etiqueta los videojuegos en base a sus contenidos usando las letras A (todas las edades), B (para mayores de 12 años), C (para mayores de 15 años), D (para mayores de 17 años) y Z (sólo adultos). Esto, a su vez, se complementa con unos descriptores de contenido que avisan de los elementos presentes en la experiencia (terror, sexo, uso de alcohol o tabaco, etc.). El problema es que los responsables de CERO prohíben elementos como la violencia excesiva y lo gore hasta en la distinción Z, la que está dedicada a títulos para mayores de 18 años. Y esta clase de restricciones, así como las censuras que se piden en juegos como el ya mencionado Assassin's Creed Shadows, no se observan en otros medios de entretenimiento. En 3D Juegos 20 videojuegos que se pusieron de moda gracias a YouTube Un sistema más estricto que el resto Jugadores, distribuidores, desarrolladores y otros agentes de la industria se han hecho la misma pregunta: ¿cómo es que un país que vio nacer el hentai y las series de animación con altas dosis de gore es tan estricto con la clasificación de edades en experiencias digitales? No es que CERO sea más laxo con otros medios como el anime o la televisión; la clave está en que esta organización sólo se encarga de valorar videojuegos para consolas y su jurado está compuesto por personas que no están familiarizadas con este sector. De este modo, Japón cuenta asimismo con otros sistemas como la Film Classification and Rating Organization (más conocida como Eirin y centrada en películas/series) y la Computer Software Ethics Agency (dedicada exclusivamente a títulos y programas de PC) que se encargan de clasificar contenidos más allá de las aventuras de PlayStation, Nintendo Switch y Xbox. Además, hay algunas entidades voluntarias que participan en el proceso de etiquetar productos de entretenimiento. CERO sólo tiene autoridad sobre los títulos de consolas y no se dedica a los juegos de PC y Steam. Lo importante aquí es que estos sistemas de clasificación de edades son más flexibles con los contenidos que valoran, pues comprenden que el público adulto tiene derecho a disfrutar de experiencias sangrientas o con violencia. Sin embargo, CERO en particular destaca por ser bastante imparcial en su proceso con videojuegos y sus responsables aún no aceptan escenas excesivamente gore en los títulos que analiza. Además, aquí vale la pena señalar otro detalle de gran relevancia: CERO sólo tiene autoridad sobre los títulos de consolas y no se dedica a los juegos de PC y Steam (para esto, existe la ya mencionada Computer Software Ethics Agency). De hecho, hay muchas desarrolladoras que cometen el error de enviar sus experiencias de ordenador a CERO pensando que es el mayor organismo de Japón en lo que respecta a evaluación de productos en esta plataforma. La severidad de la organización a la hora de valorar videojuegos ha enfadado a miles de personas, incluyendo desarrolladores míticos de la industria. En este sentido, Shinji Mikami, creador de Resident Evil, ha criticado CERO por ser un conjunto de "reglas hechas por gente que no juega a videojuegos" y Masahiro Sakurai, artífice de la saga Smash Bros., desveló que la entrega de Nintendo 3DS y Wii U casi se retrasa porque los desarrolladores tenían que revisar constantemente el diseño de los personajes. A fin de cuentas, CERO consideraba el juego "sexualmente provocativo" porque los usuarios podían usar la cámara para mirar bajo la falda de luchadores como Palutena. The Callisto Protocol. Una censura que ha afectado a decenas de juegos Las políticas de CERO son tan estrictas que han provocado que más de un juego Triple A cancele su lanzamiento en las consolas de Japón. Aquí destaca especialmente el caso de The Callisto Protocol, que era demasiado sangriento para el sistema de clasificación de edades nipón y cuyos desarrolladore

Una vez más, el sistema de clasificación de edades de Japón ha sido noticia en el mundo de los videojuegos. Assassin's Creed Shadows debe presentar ciertos cambios si quiere tener luz verde para venderse en dicha región; algo que Ubisoft ha aceptado anunciando una versión para el país asiático que prescindirá de elementos sangrientos tales como decapitaciones y amputaciones de extremidades. Y esta no es la primera vez que la entidad CERO (Computer Entertainment Rating Organization) genera polémica por rechazar la distribución de un Triple A dentro de las fronteras niponas, pues se trata de un fenómeno que hemos visto muchas veces en este sector. ¿A qué se debe su resistencia, cuando el resto del mundo acepta este tipo de contenidos sin grandes problemas?
Antes de responder a esta pregunta, es importante matizar brevemente cómo funciona este sistema de clasificación de edades. Básicamente, Japón ha creado una organización similar a nuestro PEGI o el ESRB estadounidense que etiqueta los videojuegos en base a sus contenidos usando las letras A (todas las edades), B (para mayores de 12 años), C (para mayores de 15 años), D (para mayores de 17 años) y Z (sólo adultos). Esto, a su vez, se complementa con unos descriptores de contenido que avisan de los elementos presentes en la experiencia (terror, sexo, uso de alcohol o tabaco, etc.). El problema es que los responsables de CERO prohíben elementos como la violencia excesiva y lo gore hasta en la distinción Z, la que está dedicada a títulos para mayores de 18 años. Y esta clase de restricciones, así como las censuras que se piden en juegos como el ya mencionado Assassin's Creed Shadows, no se observan en otros medios de entretenimiento.
Un sistema más estricto que el resto
Jugadores, distribuidores, desarrolladores y otros agentes de la industria se han hecho la misma pregunta: ¿cómo es que un país que vio nacer el hentai y las series de animación con altas dosis de gore es tan estricto con la clasificación de edades en experiencias digitales? No es que CERO sea más laxo con otros medios como el anime o la televisión; la clave está en que esta organización sólo se encarga de valorar videojuegos para consolas y su jurado está compuesto por personas que no están familiarizadas con este sector. De este modo, Japón cuenta asimismo con otros sistemas como la Film Classification and Rating Organization (más conocida como Eirin y centrada en películas/series) y la Computer Software Ethics Agency (dedicada exclusivamente a títulos y programas de PC) que se encargan de clasificar contenidos más allá de las aventuras de PlayStation, Nintendo Switch y Xbox. Además, hay algunas entidades voluntarias que participan en el proceso de etiquetar productos de entretenimiento.
CERO sólo tiene autoridad sobre los títulos de consolas y no se dedica a los juegos de PC y Steam.
Lo importante aquí es que estos sistemas de clasificación de edades son más flexibles con los contenidos que valoran, pues comprenden que el público adulto tiene derecho a disfrutar de experiencias sangrientas o con violencia. Sin embargo, CERO en particular destaca por ser bastante imparcial en su proceso con videojuegos y sus responsables aún no aceptan escenas excesivamente gore en los títulos que analiza. Además, aquí vale la pena señalar otro detalle de gran relevancia: CERO sólo tiene autoridad sobre los títulos de consolas y no se dedica a los juegos de PC y Steam (para esto, existe la ya mencionada Computer Software Ethics Agency). De hecho, hay muchas desarrolladoras que cometen el error de enviar sus experiencias de ordenador a CERO pensando que es el mayor organismo de Japón en lo que respecta a evaluación de productos en esta plataforma.
La severidad de la organización a la hora de valorar videojuegos ha enfadado a miles de personas, incluyendo desarrolladores míticos de la industria. En este sentido, Shinji Mikami, creador de Resident Evil, ha criticado CERO por ser un conjunto de "reglas hechas por gente que no juega a videojuegos" y Masahiro Sakurai, artífice de la saga Smash Bros., desveló que la entrega de Nintendo 3DS y Wii U casi se retrasa porque los desarrolladores tenían que revisar constantemente el diseño de los personajes. A fin de cuentas, CERO consideraba el juego "sexualmente provocativo" porque los usuarios podían usar la cámara para mirar bajo la falda de luchadores como Palutena.

Una censura que ha afectado a decenas de juegos
Las políticas de CERO son tan estrictas que han provocado que más de un juego Triple A cancele su lanzamiento en las consolas de Japón. Aquí destaca especialmente el caso de The Callisto Protocol, que era demasiado sangriento para el sistema de clasificación de edades nipón y cuyos desarrolladores se negaron a implementar cambios para satisfacer las demandas del grupo. Por otro lado, también vale la pena señalar la controversia con Until Dawn, pues sus escenas de muertes se censuraron… Con imágenes en negro que duraban varios segundos en pantalla. En este sentido, muchos jugadores criticaron la medida por ser muy anticlimática con los acontecimientos del juego.
Y lo más curioso es que varios juegos se libraron del escrutinio de CERO. Uno de ellos fue Stellar Blade; título que presenta amputaciones y escenas sangrientas, pero que no fue censurado en el país del sol naciente. Con este caso en particular, el jefe de EA Japan, Shaun Noguchi, salió a señalar la contradicción de la organización nipona por aceptar la aventura de Eve y denegar la venta de Dead Space Remake en consolas.
A pesar de todas las controversias que se han generado a su alrededor, así como la actitud más laxa del resto de organizaciones hermanas, no parece que CERO vaya a cambiar sus políticas a corto plazo. Y esto se ha demostrado nuevamente con Assassin's Creed Shadows, que llegará a Japón sin decapitaciones ni amputaciones. Quedará por ver si el sistema se actualiza en el futuro para dar paso a esas experiencias violentas que ha estado rechazando durante tantos años. Sin embargo, todo apunta a que la organización nipona no tiene intención de alterar sus protocolos.
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Assassin's Creed Shadows será censurado en Japón, pero no es más que la nueva víctima de un sistema de evaluación que no funciona como todos pensamos
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Brenda Giacconi
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