El mercadillo de Navidad más mágico de Europa: a los pies de un viaducto centenario, es un rincón precioso para viajar esta Navidad

Aunque en España también haya un mercadillo navideño sin nada que envidiar a los de la Selva Negra alemana, hay que reconocer que el de Ravennaschlucht es una auténtica pasada. Bajo un viaducto de piedra de unos 40 metros de alto, que se ilumina al caer la tarde, cobra vida uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento invernal.

Pequeño y acogedor, este mercadillo ubicado en el desfiladero de Rávenano (en Höllental, a 18 km del suereste Friburgo) parate con la ventaja de instalarse en uno de los valles más impresionantes de la Selva Negra. Para que te hagas una idea, además de por su espesa vegetación, se caracteriza porque estar rodeado de paredes de roca de hasta 600 metros de altura en muchas partes. 

Sin embargo, no solo tiene el encanto visual de una postal navideña idílica sino que también destaca por la calidad de sus artículos de artesanía local. Es, sin duda, la opción más top para quienes buscan hacer una escapada de invierno fuera de España, pero sin salir de Europa.

El mercadillo donde la Navidad se materializa

No hace falta ser un romántico de la Navidad para caer rendido. Basta con llegar al mercadillo navideño de Ravennaschlucht para enamorarse. Escondido en un desfiladero de la Selva Negra, no congrega a las multitudes de los mercados urbanos ni tiene su infraestructura grandilocuente. Es mucho mejor porque es íntimo, recogido y casi secreto.

Lo primero que llama la atención es el escenario tan singular: un viaducto ferroviario de piedra atravesando el cielo entre bosques. Cuando anochece y se ilumina convierte todo el valle en un paisaje de película. A sus faldas, las casetas de madera cobran una calidad especial como si fueran pequeñas cabañas-refugio en mitad del bosque helado.

Aquí no se viene buscando excesos lumínicos, ni villancicos machacones a todo volumen, ni puestos que son clones unos de otros. Aquí la atmósfera navideña es auténtica y relajada.

Artesanía que apetece llevarse toda a casa

Los puestos están llenos de piezas especiales que no se compran por impulso ni por moda, sino porque tienen algo único. Adornos de madera tallada y papel, velas aromáticas elaboradas con cera natural, figuras de fieltro y juguetes de madera que parecen sacados de otra época...

En lo que respecta a la parte gastronómica, y para entrar en calor, no falta el Glühwein (vino caliente con especias), quesos de la zona, sopa de gulash, la tarta de la Selva Negra, trucha al horno, currywurst… El frío pasa a un segundo plano.

Llegar forma parte del encanto

Aunque existen plazas limitadas de aparcamiento, se agotan con facilidad. Lo mejor es ir en tren o en autobús lanzadera desde Friburgo o Hinterzarten, o incluso caminando. Un sendero señalizado atraviesa el bosque en una caminata de 3,5 kilómetros que se puede hacer en unos 45 minutos y con niños. Merece la pena marcarse la experiencia completa porque este no es un mercadillo para ver rápido, hacer check de "visto" y seguir como si nada.

Turismo de Hochschwarzwald

Es un destino ideal para escapadas en pareja o viajes en familia pero, sobre todo, para personas que buscan una Navidad más auténtica que comercial. Eso sí, hay que tener en cuenta que solamente abre los fines de semana de diciembre y que solo se puede acceder con entrada adquirida de forma anticipada online o en la oficina de información turística.

Fotos | Turismo de Schwarzwald

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