Hay algo en este RPG de mundo abierto que da más miedo que Chernóbil, pero temo que tardaremos un tiempo en verlo como merece

Las demos siempre me han interesado mucho desde el punto de vista conceptual. Es posible hacer una demo que cubra los primeros minutos del juego, o una que sea exclusiva para mostrar mecánicas, u otra que te lance a algún punto avanzado del título para sentir cómo se siente con unas cuantas horas jugadas. No es una decisión fácil, pero acertar es importante. Las demos son un arma de doble filo.

Tienen la capacidad de convencerte para comprar, o de todo lo contrario. Por ejemplo, las demos de Sand Land y Visions of Mana son ejemplos de lo que no hay que hacer. Aún recuerdo lo infumables que fueron ambas, pero las versiones finales eran mucho mejores. Esas demostraciones jugables no hacían justicia a los títulos. Y ahora, tras jugar a la demo de Chernobylite 2: Exclusion Zone, también tengo mis reservas.

Gracias a The Farm 51 he podido probar en PC la secuela del Chernobylite original antes de su lanzamiento en acceso anticipado el próximo 6 de marzo. En la demo he disfrutado de la primera hora y media, tiempo que no ha sido suficiente para poder entender bien qué quiere hacer esta continuación. Se ve que, nuevamente, estamos ante un RPG de mundo abierto muy ambicioso, pero no he rascado ni la superficie.

El estudio lanzó hace un mes una campaña en Kickstarter para recaudar 95.000 euros y ha sido un éxito. En el momento en el que escribo este artículo ha conseguido 195.889 euros. Hago hincapié en esto porque hay objetivos cumplidos que modifican el gameplay que no están en la demo. Por ejemplo, habrá combate en primera persona, mecánica que no he experimentado. Por tanto, te hablo de mis primeras sensaciones, pero ten en cuenta todo eso.

Vuelta a la Zona de Exclusión de Chernóbil

Chernobylite 2: Exclusion Zone es una secuela, pero su protagonista es diferente y busca profundizar aún más en su universo. No esperes fidelidad histórica ni nada por el estilo: es un juego de rol de ciencia ficción a lo bestia. Eres Cole Grey, un residente de Kiev (una muy futurista, en alguna dimensión aleatoria) que decide alistarse como planewalker. Estos soldados son viajeros interdimensionales que buscan chernobilita.

Si no jugaste al primero quizá todo esto te abrume, pero básicamente tienes que saber que la chernobilita es una fuente de energía muy potente que amplía las capacidades de investigación del ser humano. Entre otras cosas, permite los viajes entre dimensiones, una cuestión llevada al extremo en esta continuación. La humanidad vive de ello, ya que busca chernobilita en otras dimensiones para aprovecharse de ella.

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Tras una misión en algún lugar indeterminado del espacio y el tiempo, la base en la que se encuentran el protagonista y sus compañeros sufre un ataque. Por suerte, Grey consigue escapar, pero permanece en una cápsula de hibernación durante 9 meses. Cuando sale es cuando entiendes la magnitud del problema: estás perdido en la Zona de exclusión de Chernóbil, que ha sido completamente transformada por la chernobilita y está cerrada por un Domo.

Si en el original ya era muy interesante caminar por ella, en esta ocasión parece que aún va a ser más espectacular. The Farm 51 ha ampliado la Zona para crear un mundo más abierto y detallado. No he visto mucho, pero sí puedo decirte que es extremadamente hostil. Está lleno de peligros, mutantes o sucesos extraños a los que no apetece acercarse, pero también hay lugares de tranquilidad y seguridad, como tu base.

Lo que se adivina en este primer contacto es que la chernobilita es mucho más de lo que se pensaba. Es una entidad que tiene la capacidad de destruir y conquistar mundos. De hecho, afecta de forma directa a la humanidad: los mutantes son humanos afectados por ella y se vuelven mucho más fuertes. Es más, a algunos de ellos les ha cambiado tanto que son incluso más poderosos que el resto, algo que vi en la primera batalla contra un jefe.

La historia y sus personajes tienen un peso enorme de nuevo, y ya te adelanto que rápidamente te encontrarás con NPCs reconocibles. Las referencias a la precuela son constantes y, aunque no creo que sea 100% necesario haber jugado al primero para disfrutar de este, entrarás mucho mejor en su mundo si lo has hecho. Es más, la primera hora puede hacerse dura narrativamente si no entiendes el contexto.

Tu objetivo en todo este embrollo está claro: primero, sobrevivir; segundo, entender qué está sucediendo con la chernobilita; y, tercero, intentar escapar de la Zona. Chernobylite 2 vuelve a ser tremendamente ambicioso y apuesta por un mix casi irreal: gestión, supervivencia, rol, acción, construcción de bases y más. En el original la propuesta encajó con más o menos acierto; ya veremos lo que pasa en este.

El combate genera dudas

De lo poco que he podido ver, hay mecánicas interesantes y otras que me crean dudas. Para empezar, puedes elegir diferentes clases de personaje y apostar por un combate cuerpo a cuerpo, a distancia o mixto. En realidad, la decisión inicial no parece definitiva, porque hay un gran árbol de habilidades con el que personalizar a tu personaje, pero sí que puede definir en gran medida tus primeras horas.

Elegí la clase científico, una basada en el ataque a distancia, y que me proporcionó un artilugio que es capaz de lanzar algo similar a los hechizos de cualquier otro RPG. Me ha gustado mucho la variedad de clases y cómo afectan las características de cada una de ellas a diferentes aspectos, como las conversaciones o la resolución de acertijos, pero en este rato me ha preocupado el estado del combate.

En el primero ya se le criticó mucho y en este hay muchísimo trabajo por hacer. Los enemigos han caído en esta demo como moscas, tanto cuerpo a cuerpo como a distancia (en una dificultad media), pero lo peor es que mecánicamente es simple y algo tosco, especialmente cuerpo a cuerpo. Es el inicio del videojuego, y puede que las armas y habilidades disponibles sean muy básicas, pero no me ha dicho nada.

Es muy pronto para juzgarlo en profundidad, sobre todo porque entiendo que el desarrollo del personaje desbloqueará nuevas habilidades que pueden hacerlo más interesante, pero ha sido tan fácil limpiar enemigos en la Zona que la tensión por la ambientación y el entorno me ha durado poco. Espero y deseo que, cuando la historia avance, las sensaciones sean otras.

De lo demás poco puedo hablarte. Vuelve la gestión de un equipo y la construcción de bases, de la que sólo he visto un poco. Es posible construir habitaciones a tu gusto y decorarlas con mesas de trabajo que cumplen diferentes funciones para que tu espacio sea un lugar de crafteo, recuperación o abastecimiento. Pero, lo dicho, de momento no he visto más, así que es difícil decir en qué mejora este apartado.

También es evidente que la exploración va a tener un papel clave nuevamente y será posible perderse por la Zona para lootear o encontrar aventuras ocultas. Por cierto, habrá misiones cooperativas online. Básicamente, este Chernobylite 2 es el claro ejemplo del "más y mejor". El estudio pretende desarrollar las ideas introducidas en el original y crear una experiencia más grande. Aún así, veo que hay bastante trabajo por delante.

Descubriremos más cuando se lance el acceso anticipado en unos días, pero es evidente que The Farm 51 quiere seguir el mismo enfoque que ya siguió con el original: pretende desarrollar Chernobylite 2: Exclusion Zone junto a la comunidad para que la versión 1.0 sea la mejor posible. Para que llegue ese momento aún queda bastante, así que estaremos atentos a ver cómo evoluciona, porque ahora hay más dudas que certezas.

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