Un experto del MIT lo tiene claro: la IA no supondrá la revolución económica que muchos esperan

Daron Acemoglu es un profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), posiblemente una de las mayores eminencias vivas en el campo de la economía aplicada a estos nuevos mercados. Sin embargo, no es el primero que ha expresado su escepticismo sobre el entusiasmo desmedido que rodea a la inteligencia artificial. Aunque reconoce el potencial de esta tecnología, advierte que las expectativas actuales están increíblemente infladas por unas declaraciones francamente exageradas.Así, en una entrevista para Bloomberg que recoge Yahoo hemos visto como Acemoglu rebajaba las expectativas existentes al respecto. Además, plantea tres escenarios, de los cuales dos son realmente peligrosos.Un paradigma peligrosoEl mercado y las empresas tecnológicas están invirtiendo sumas de dinero y esfuerzos enormes en IA, esperando un aumento notable en la productividad, algo que se debe a las enormes esperanzas que existen respecto a las posibilidades que se pueden conseguir con la IA. Sin embargo, Acemoglu estima que solo un pequeño porcentaje de empleos, alrededor del 5%, puede ser reemplazado o asistido fuertemente por la IA en la próxima década. Esta proporción limitada apunta a pensar que no habrá una revolución económica impulsada por la IA en el corto plazo.Se va a gastar mucho dinero, pero no habrá una revolución económica fuera de ese 5% - Daron Acemoglu¿Y a qué se debe esto? Al temor que existe por parte de las grandes empresas de quedarse atrás en la ola de desarrollo tecnológico en la que está inmerso el ser humano desde hace ochenta años, a lo que se suman unos inversores que se ven fuertemente atraídos por tecnologías que realmente no conocen. Empresas como Microsoft, Alphabet, Amazon y Meta Platforms han invertido más de 50 mil millones de dólares en un solo trimestre, gran parte destinado a la IA. Este nivel de inversión podría no corresponderse con los beneficios reales que la IA puede ofrecer actualmente o en un plazo de los próximos diez años, según explicaba en la entrevista este experto.Esto no quiere decir que el experto no crea que son unas herramientas bastante impresionantes, algo que concede sin problema a estos desarrollos tecnológicos como ChatGPT o Google Gemini. Si no que realmente el problema está en las limitaciones que tiene, como la falta de juicio humano a la hora de ejecutar sus medidas o la poca fiabilidad que tienen para la mayoría de tareas. Esto hace incapaz a la IA para reemplazar al ser humano en la mayoría de trabajos en un plazo relativamente corto. Por ello, Acemoglu plantea tres escenarios muy diferentes con respecto a la IA.El primero de los escenarios que muestra se plantea una visión muy optimista, en la que el hype generado por la IA va decayendo de forma gradual y esta se integra de manera poco notable en la mayoría de aplicaciones. Sin embargo, si esta es la postura más positiva, es porque el resto suenan bastante nefastas. La otra opción es una muy similar a la que tenemos ahora mismo: un frenesí excesivo en el que todas las empresas lo están apostando todo para el consiguiente colapso del mercado de la IA, con el hundimiento de las acciones tecnológicas y una gran desilusión sobre esta tecnología.Pero, Acemoglu sienta un precedente todavía más peligroso con su tercer escenario. En este, durante años, el entusiasmo y ese mencionado frenesí se mantendrá durante años sin control, pero la tecnología que surja de todo esto no será aprovechable, llevando al consiguiente colapso del mercado y a despidos masivos, pero no por sustitución de la IA, sino por una crisis económica en el sector.La realidad, según Acemoglu, probablemente sea una combinación del segundo y tercer escenario. La razón es que el ciclo de exageración actual es difícil de frenar y una caída abrupta podría tener consecuencias negativas para la economía en general. Así, el invierno de la IA podría ser todavía peor.Además, la IA no está en posición de automatizar trabajos físicos como la construcción o la limpieza. Estas tareas requieren habilidades y adaptaciones que la tecnología aún no puede replicar. Por mucho que vemos cómo surgen robots con IA para trabajar en fábricas, pero de momento no han demostrado tener una eficiencia tan grande como podríamos esperar.Acemoglu insta a una visión más equilibrada y realista sobre el papel de la IA en la economía y el mercado laboral. En lugar de dejarse llevar por el entusiasmo, sugiere que es importante entender las verdaderas capacidades y limitaciones de la tecnología.El artículo Un experto del MIT lo tiene claro: la IA no supondrá la revolución económica que muchos esperan fue publicado originalmente en Andro4all.

Oct 26, 2024 - 15:24
Un experto del MIT lo tiene claro: la IA no supondrá la revolución económica que muchos esperan

Daron Acemoglu es un profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), posiblemente una de las mayores eminencias vivas en el campo de la economía aplicada a estos nuevos mercados. Sin embargo, no es el primero que ha expresado su escepticismo sobre el entusiasmo desmedido que rodea a la inteligencia artificial. Aunque reconoce el potencial de esta tecnología, advierte que las expectativas actuales están increíblemente infladas por unas declaraciones francamente exageradas.

Así, en una entrevista para Bloomberg que recoge Yahoo hemos visto como Acemoglu rebajaba las expectativas existentes al respecto. Además, plantea tres escenarios, de los cuales dos son realmente peligrosos.

Un paradigma peligroso

El mercado y las empresas tecnológicas están invirtiendo sumas de dinero y esfuerzos enormes en IA, esperando un aumento notable en la productividad, algo que se debe a las enormes esperanzas que existen respecto a las posibilidades que se pueden conseguir con la IA. Sin embargo, Acemoglu estima que solo un pequeño porcentaje de empleos, alrededor del 5%, puede ser reemplazado o asistido fuertemente por la IA en la próxima década. Esta proporción limitada apunta a pensar que no habrá una revolución económica impulsada por la IA en el corto plazo.

Se va a gastar mucho dinero, pero no habrá una revolución económica fuera de ese 5% - Daron Acemoglu

¿Y a qué se debe esto? Al temor que existe por parte de las grandes empresas de quedarse atrás en la ola de desarrollo tecnológico en la que está inmerso el ser humano desde hace ochenta años, a lo que se suman unos inversores que se ven fuertemente atraídos por tecnologías que realmente no conocen. Empresas como Microsoft, Alphabet, Amazon y Meta Platforms han invertido más de 50 mil millones de dólares en un solo trimestre, gran parte destinado a la IA. Este nivel de inversión podría no corresponderse con los beneficios reales que la IA puede ofrecer actualmente o en un plazo de los próximos diez años, según explicaba en la entrevista este experto.

Esto no quiere decir que el experto no crea que son unas herramientas bastante impresionantes, algo que concede sin problema a estos desarrollos tecnológicos como ChatGPT o Google Gemini. Si no que realmente el problema está en las limitaciones que tiene, como la falta de juicio humano a la hora de ejecutar sus medidas o la poca fiabilidad que tienen para la mayoría de tareas. Esto hace incapaz a la IA para reemplazar al ser humano en la mayoría de trabajos en un plazo relativamente corto. Por ello, Acemoglu plantea tres escenarios muy diferentes con respecto a la IA.

El primero de los escenarios que muestra se plantea una visión muy optimista, en la que el hype generado por la IA va decayendo de forma gradual y esta se integra de manera poco notable en la mayoría de aplicaciones. Sin embargo, si esta es la postura más positiva, es porque el resto suenan bastante nefastas. La otra opción es una muy similar a la que tenemos ahora mismo: un frenesí excesivo en el que todas las empresas lo están apostando todo para el consiguiente colapso del mercado de la IA, con el hundimiento de las acciones tecnológicas y una gran desilusión sobre esta tecnología.

Pero, Acemoglu sienta un precedente todavía más peligroso con su tercer escenario. En este, durante años, el entusiasmo y ese mencionado frenesí se mantendrá durante años sin control, pero la tecnología que surja de todo esto no será aprovechable, llevando al consiguiente colapso del mercado y a despidos masivos, pero no por sustitución de la IA, sino por una crisis económica en el sector.

La realidad, según Acemoglu, probablemente sea una combinación del segundo y tercer escenario. La razón es que el ciclo de exageración actual es difícil de frenar y una caída abrupta podría tener consecuencias negativas para la economía en general. Así, el invierno de la IA podría ser todavía peor.

Además, la IA no está en posición de automatizar trabajos físicos como la construcción o la limpieza. Estas tareas requieren habilidades y adaptaciones que la tecnología aún no puede replicar. Por mucho que vemos cómo surgen robots con IA para trabajar en fábricas, pero de momento no han demostrado tener una eficiencia tan grande como podríamos esperar.

Acemoglu insta a una visión más equilibrada y realista sobre el papel de la IA en la economía y el mercado laboral. En lugar de dejarse llevar por el entusiasmo, sugiere que es importante entender las verdaderas capacidades y limitaciones de la tecnología.

El artículo Un experto del MIT lo tiene claro: la IA no supondrá la revolución económica que muchos esperan fue publicado originalmente en Andro4all.

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