Cuando no tienes suficiente con Kurt Russell y el más famoso de los kaiju siempre está bien invitar a King Kong a tu serie
Farándula, Tecnología y Videojuegos | Adinfiny Noticias
Últimas Noticias de Farándula, Tech y Gaming | Playlist Actualizada Adinfiny TV
Farándula, Tecnología y Videojuegos | Adinfiny Noticias
Últimas Noticias de Farándula, Tech y Gaming | Playlist Actualizada Adinfiny TV
La tierra tiembla, las montañas rugen y los océanos hierven. Dos titanes volverán a verse las caras muy pronto, y esta vez lo harán en la pequeña pantalla. Monarch: Legacy of Monsters, la serie del MonsterVerse de Legendary y Apple TV+, prepara su segunda temporada y promete llevar la franquicia a un nuevo nivel. Aunque en este enfrentamiento de titanes, si tengo que apostar por un ganador, lo haré por el bueno de Kurt Russell, que regresará para aportar carisma humano a esta serie. Es un movimiento que conecta con la historia misma del cine fantástico, una cita con la memoria cultural que comenzó hace más de 90 años y que hoy se reinterpreta con la potencia de un rugido nuclear: Godzilla contra King Kong. Otra vez.
El regreso de los titanes
La primera temporada de Monarch: Legacy of Monsters se centró en la familia Randa y en cómo su historia se entrelaza con una organización secreta que estudia la existencia de los titanes. Con un tono más humano y contenido que las películas, la serie exploró el impacto psicológico y político de convivir con criaturas del tamaño de montañas. Pero la segunda temporada promete algo distinto: más acción, más monstruos y la presencia confirmada de King Kong, el eterno rival, y en ocasiones aliado, de Godzilla. Lo que está en juego no es solo un espectáculo de monstruosas proporciones. Es el reencuentro de dos mitologías que han definido la relación entre el hombre, la naturaleza y la destrucción tecnológica.
Lejos de ser un simple cameo, la presencia de Kong representa una declaración de intenciones. Es el puente entre el espíritu clásico del cine de monstruos y la narrativa moderna del MonsterVerse. Y, sobre todo, es un homenaje directo a una tradición que se remonta a 1962, cuando los estudios Toho decidieron enfrentar a las dos criaturas más icónicas del cine en un duelo que definió el concepto mismo de "crossover".
Imagen de Godzilla Vs. Kong (1962)
De Isla Calavera a Japón
King Kong apareció por primera vez en 1933, en una película que marcó un antes y un después en la historia del cine. Con efectos especiales pioneros de Willis O’Brien y una atmósfera trágica, Kong simbolizaba la tensión entre la naturaleza salvaje y la civilización moderna, el miedo a lo desconocido, la fascinación por lo primitivo y la sensación que en pleno Siglo XX ya no quedaba más mundo por descubrir. Kong era un monstruo y, al mismo tiempo, una víctima. Su caída desde el Empire State Building era tanto una metáfora del progreso que devora a lo natural como una reflexión sobre el colonialismo.
Godzilla, en cambio, nació en 1954 en el Japón de la posguerra. Concebido como una alegoría directa de la devastación nuclear tras Hiroshima y Nagasaki, Godzilla encarnaba el trauma colectivo de una nación marcada por la destrucción atómica. Era el miedo hecho carneescamosa, una advertencia sobre los peligros de jugar con la ciencia y la arrogancia del poder militar. Mientras Kong representaba la lucha entre hombre y naturaleza, Godzilla era la encarnación del castigo que la propia humanidad invocaba sobre sí misma.
Un choque entre Oriente y Occidente
La primera vez que ambos colosos compartieron pantalla fue en King Kong vs. Godzilla. La película de la legendaria productora Toho Studios fue un fenómeno internacional dentro del cine de ciencia ficción. Lo que comenzó como un proyecto para enfrentar a Frankenstein contra Godzilla terminó convirtiéndose en una sátira televisiva y un espectáculo sin precedentes, con Godzilla como producto japonés y Kong como icono estadounidense.
El resultado fue un éxito importante en taquilla y una muestra temprana de lo que hoy llamaríamos cine evento, aunque su impacto cultural se dejó notar muchos años después con la revalorización del fenómeno kaiju dentro de la cultura pop. A pesar de su humor y sus maquetas evidentes, la cinta reflejaba una tensión cultural real: la rivalidad económica entre Oriente y Occidente. El desenlace, ambiguo, dejaba abierta la interpretación: ¿había ganado Kong o solo sobrevivido para volver a luchar otro día?
El renacimiento del MonsterVerse
Décadas después, Legendary Pictures y Warner Bros. retomaron la idea con el llamado MonsterVerse, un universo compartido que comenzó con Godzilla (2014) y Kong: Skull Island (2017). La gran colisión llegó con Godzilla vs. Kong (2021), una película que, en plena pandemia, logró recaudar más de 470 millones de dólares, demostrando que el público sigue necesitando ver a estos titanes en pantalla grande.
En esta nueva etapa, las criaturas se reimaginaron como fuerzas naturales que coexisten en un delicado equilibrio ecológico, una idea que resonaba con los temores actuales sobre el cambio climático y la fragilidad del planeta. El propio Adam Wingard, director de Godzilla x Kong: The New Empire (2024), llevó esa visión al extremo. En mi crítica de la peli publicada en 3DJuegos, señalé que "la película no tiene medida, pierde los papeles y la vergüenza, pero brilla con energía nuclear". Y esa es, precisamente, la virtud del MonsterVerse: su apuesta por la diversión más descarada. Su decisión de apostar por el espectáculo sin complejos, abrazando la fantasía como una forma de catarsis colectiva.
El legado de dos monstruos que habla de nosotros
Más allá de los rugidos y los edificios derrumbados, la unión de Godzilla y Kong tiene un profundo impacto cultural y simbólico. Godzilla se convirtió en un icono de la ansiedad nuclear y más tarde de la crisis ecológica; Kong, en cambio, siguió siendo la representación del conflicto entre naturaleza y civilización, pero su legado cultura se ha ido perdiendo en los últimos años a pesar de los esfuerzos de Peter Jackson por recuperar su mitología en su recomendadisima película de 2005. Juntos, Godzilla y Kong, encarnan las tensiones geopolíticas de cada época: en los sesenta, el enfrentamiento tecnológico entre Japón y Estados Unidos heredado del final de la Segunda Guerra Mundial; en el siglo XXI, la globalización y la necesidad de cooperación ante un nuevo choque de bloques a escala mundial.
Su herencia se ha expandido por todos los medios posibles: cómics, series animadas, videojuegos, juguetes y un flujo constante de reinterpretaciones. Son espejos de nuestras propias preocupaciones. Lo que antes era el miedo al átomo, hoy es la amenaza ambiental; lo que antes era la lucha de civilizaciones, hoy es la convivencia entre especies.
El nuevo rugido de Monarch
Por eso, la segunda temporada de Monarch: Legacy of Monsters no solo es una secuela televisiva más: es una pieza clave del nuevo ciclo mitológico del MonsterVerse. Apple TV+ y Legendary parecen haber entendido que, si quieres mantener viva una saga de monstruos gigantes, necesitas dos cosas: respeto por su legado y la voluntad de hacerlo explotar, literalmente, en pantalla. Y si a todo eso le sumamos el carisma incombustible de Kurt Russell, que aporta humanidad y experiencia a este caos titánico, tenemos la receta perfecta para divertirnos. Monarch: el legado de los monstruos llegará el 27 de febrero a Apple TV+.
En 3DJuegos | La nueva serie de ciencia ficción del creador de Breaking Bad lo ha conseguido: ya está mejor valorada que Separación
-
La noticia
Cuando no tienes suficiente con Kurt Russell y el más famoso de los kaiju siempre está bien invitar a King Kong a tu serie
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Chema Mansilla
.