Hablamos con Joe Abercrombie de las claves del gran fenómeno actual de la fantasía oscura: "A lo mejor Sauron tiene razón"

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Lo primero que tengo que hacer en este artículo es darle las gracias a la estupenda traductora que me ayudó a realizar esta entrevista. Porque Joe Abercrombie es un autor que habla mucho. Y muy deprisa. Afortunadamente, todo lo que dice es interesante. Y divertido. Así que debo agradecerle a esta auténtica jinete de la palabra que diera forma en castellano a mi charla con uno de los grandes nombres actuales del género fantástico. Según los lectores, el segundo autor más popular del género en activo, solo por detrás del mismísimo Tolkien, nada menos.

He tenido la suerte de hablar con Joe varias veces en los últimos años y siempre me fascina cómo su personalidad no acusa lo más mínimo su tremendo éxito. Esta vez, aprovechando su visita a España, y gracias a los amigos de Alianza Editorial, volví a sentarme con él para hablar sobre el género, su nuevo libro Los Diablos y, nada menos, que James Cameron.

Del autor nocturno al profesional aterrado a tiempo completo

Joe Abercrombie lleva más de dos décadas sacudiendo los cimientos de la fantasía épica con historias que huelen a sangre, sudor y pólvora, y personajes que navegan sin brújula moral. Pero su carrera no empezó como un plan maestro. "Con La Primera Ley todavía no me habían publicado, así que escribía por las noches, para entretenerme", recuerda con humildad. Aquellos borradores, cargados de ideas que llevaba años rumiando y, en sus propias palabras, "probablemente imitaban otras cosas que había leído", acabaron convirtiéndose en un debut rompedor.

"Cada libro es algo que te tiene que aterrar, algo que nunca va a ser fácil"

El éxito llegó. Y también el vértigo. "Me dije: 'Soy un autor a tiempo completo, voy a ser súper productivo’. Y pasó lo contrario. Empecé a mirar por la ventana, dejé de producir, jugué a muchísimos videojuegos…" El entusiasmo inicial dejó paso a una etapa de bloqueo y dudas hasta que empezó a adoptar un enfoque más metódico y profesional. "Poco a poco empecé a desarrollar un enfoque más profesional, más formal… si es que se puede decir que mis libros son formales y profesionales", añade entre risas.

Lo que no ha cambiado es la intensidad emocional con la que se enfrenta a cada nueva historia. "Cada libro es algo que te tiene que aterrar, algo que nunca va a ser fácil. Me voy a encontrar con eso, pero tengo que tener fe en que el libro va a salir adelante." Una mezcla de miedo y esperanza que se ha convertido en parte esencial de su proceso creativo.

Los Diablos Abercrombie Critica Resena Opinion Detalle de la portada internacional de Los Diablos

Planificar lo justo, escribir para descubrir

Abercrombie no es un escritor de mapas detallados ni esquemas cerrados. Prefiere mantener cierto caos inicial y dejar que las ideas respiren. "Intento tener un plan bastante amplio y lo divido en partes. Por ejemplo, Los Diablos son cuatro partes, y tengo una idea bastante general de lo que va a pasar en cada una, algunas frases, párrafos, eventos clave para cada personaje… pero muy en bruto." El método consiste en escribir primero para encontrar la voz de los personajes y luego, a medida que avanza, ir afinando el plan. "Planifico según voy creando, experimentando. Escribo para ver si siento cómo es la voz de cada personaje, cómo funciona. Y a partir de ahí empiezo la planificación más detallada."

El primer borrador es clave, aunque a menudo le resulta terrible. "Cuando termino el primer borrador, digo: 'Bueno, vale, esto es un libro. Un libro todavía en bruto, un libro terrible… pero ahora es cuando hay que darle forma para que se convierta en una obra gloriosa y terminada’." Después de ese primer borrador, entra en escena el equipo editorial, uno en Reino Unido, otro en EE. UU., con quienes mantiene "un estupendo debate sobre cómo funciona o no funciona" el texto. A partir de ahí, el proceso se vuelve más riguroso: cambios de nombres, actitudes, incluso reescrituras completas. "Y con un poco de suerte, para cuando escriba la cuarta parte de la trama ya todo se habrá desarrollado más y habremos estrechado el camino para encontrar las posibilidades que funcionan mejor."

Ned Stark Imagen de Juego de Tronos

"El mal necesario": la fantasía en la era de la ambigüedad moral

Uno de los rasgos más celebrados de Abercrombie es su capacidad para construir personajes profundamente humanos, que se mueven en un espectro ético turbio. "Creo que he leído muchos libros que moralmente eran sencillos, sobre todo en el terreno de la fantasía. Cosas con un gran éxito comercial, como Dragonlance, la fantasía clásica, que siempre tiene un punto de vista moral muy básico."

"Aragorn nunca se pregunta si Sauron está equivocado"

A pesar de ser especialmente célebre por sus personajes éticamente gristes, Joe no cree que sus personajes sean especialmente ambiguos.  "Es más bien el mundo, un mundo más complejo y diferente en el que no existe algo que es absolutamente correcto ". Claro esto sí afecta a sus personajes:  "Aragorn nunca se pregunta si Sauron está equivocado. Esa pregunta no existe. Sauron es malo, Aragorn es bueno, Gandalf es bueno. No hay duda. Esa duda no existe. "

Joe sí le plantea preguntas difíciles a sus personajes, pero deja claro que no el primero autor que lo hace, y cita, claro, al actual referente mundial en el terreno de la fantasía, George R.R: Martin y su obra Juego de Tronos:  "Eddard Stark, por ejemplo, ¿es mejor persona que Aragorn, es peor? ¿Es un tipo decente? No se encuentra con una serie fácil de decisiones, es una serie de cosas muy difíciles de elegir: ¿El bien general, el bien para su familia, para el reino, el mal necesario para evitar un mal mayor? Ahí es donde realmente nos encontramos con un mundo mucho más polarizado y complejo, como el mundo real. Y por eso me interesa ese tipo de personajes nos permiten ver quién es el personaje en las elecciones que hace".

Abercrombie se enamoró del enfoque de Juego de Tronos en los años noventa: "Me abrió los ojos porque lo que generalmente había visto en otros géneros como el cine, el western… podríamos traer ese punto gris al mundo de la fantasía." Ya no se trataba de ver si un personaje era bueno o malo, sino de analizar los dilemas que lo definían. "El mundo de Aragorn es muy sencillo. El de Eddard Stark no lo es."

Los Diablos Abercrombie Ilustración de la edición americana de Los Diablos

El humor como bálsamo (y como cuchillo por la espalda)

A pesar de su violencia explícita y sus conflictos morales, las novelas de Abercrombie están atravesadas por un punzante humor negro que sirve tanto para aligerar como para reforzar el drama. "Nunca hay un momento malo en el que no pueda ser gracioso", afirma. "Como lector, me encanta leer y reír. Me encantan los personajes con voces propias y que en esa voz tenga sentido del humor."

"Nunca hay un momento malo en el que no pueda ser gracioso"

Le obsesiona que el lector no perciva que los diálogos son falsos o demasiado solemnes. "Cuando leía fantasía de niño era muy solemne, los diálogos muy pomposos… Me gusta mezclar un poco las cosas. Como en los westerns: momentos muy oscuros, pero también intensos y con chispa. Tarantino hace eso: en Pulp Fiction hay puntos divertidísimos y horrorosos… incluso en la misma escena. Normalmente triunfa cuando mezcla luz y oscuridad, como un claroscuro de Caravaggio."

Los Diablos: amor por monstruos clásicos

En Los Diablos, Abercrombie se atreve con algo nuevo sin dejar de ser él mismo. El escenario: una Europa alternativa donde una Papisa de diez años gobierna una Iglesia que recuerda sospechosamente a ciertos episodios reales. "Nunca he creado mundos completamente de fantasía; siempre hay una conexión con la Europa medieval", señala, y destaca que parte de la diversión de escribir fantasía es que está llena de elementos conocidos y familiares.

Esta vez decide no disimularlo y va directamente al grano: ¿Por qué no dar el paso siguiente y que ya sea Europa, y no haya duda? Esa elección le permite jugar con referentes culturales compartidos y centrarse en lo que más le interesa: los personajes: "Nos encantan ese tipo de cosas, es una manera de adelantarte ideas:  de represente llega un hombre con un sombrero de mago y una barba blanca y dices 'bueno, ya sé quién es'. Lo mismo pasa con el mundo, si un lugar tiene un nombre italiano y hace un calor increíble, hay edificios blancos, y altas torres, empiezas asociarlo con sitios que ya conoces. Todas son ideas que ya conocemos, así que es una especie de atajo para crear un mundo porque así no tienes que estar trabajando tanto en crearlo. Porque a mí lo que además me interesa es crear personajes, no tanto crear un mundo. Está ahí, pero no es el punto central de mi escritura. Creo que son el escenario donde se va a desarrollar la acción, pero la acción es lo más importante."

Los Diablos no es tanto una reinvención como una sátira feroz y lúcida sobre lo que esperamos de los monstruos… y lo que ignoramos de sus heridas

El núcleo de Los Diablos gira en torno a la Capilla de la Santa Conveniencia, un grupo secreto de siniestros agentes especiales que opera en secreto dentro una institución piadosa, monolítica. Pero no esperéis encontrar aquí a la típica hermandad de paladines épicos. "Quería un grupo de monstruos, y que la Papisa pudiera acudir a ellos en sus sótanos para que resolvieran los problemas de los justos", explica Abercrombie. Este heterogéneo escuadrón está formado por un puñado de inadaptados con habilidades aterradoras y personalidades aún más disfuncionales: vampiros eternamente hambrientos, elfos caníbales invisibles, nigromantes sin ética, y un hombre lobo con tendencia a descontrolarse. "Son ligeramente incompetentes, en una misión terrible que va de desastre en desastre. Eso está bien si lo comparas con un grupo de héroes competentes, que es lo que encuentras en la fantasía. Estos son un desastre lleno de fallos, inútiles…", comenta entre risas. Pero es precisamente en esa falta de heroicidad donde reside su encanto: Abercrombie convierte la ineptitud y el caos en motor narrativo, forzando la épica a ras de barro, traumas y conflictos absurdos entre seres sobrenaturales con demasiados problemas personales.

Los Diablos Abercrombie Ilustraciones Los portagonistas de Los Diablos

Como si se tratara de una partida de rol mal montada, cada personaje de la Capilla responde, en el fondo, a un arquetipo reconocible dentro de la fantasía clásica. Y Abercrombie, gran conocedor de los códigos del género, sabe perfectamente lo que está haciendo. "Obviamente el vampiro necesita de un hombre lobo. Es el pack de fantasía clásico. Y claro, se tienen que llevar mal", apunta con ironía, subrayando que parte de la gracia está en seguir las normas del género solo para dinamitarlas desde dentro. "Siempre necesitas un mago. Obviamente necesitas un mago", añade como si enumerara los ingredientes de una receta ancestral. La diferencia, en su propuesta, es que estos monstruos no funcionan como entidades de poder y solemnidad, sino como herramientas narrativas para hablar de incompetencia, trauma, y la extraña necesidad de que incluso lo más maldito tenga un propósito.

En vez de "subir de nivel", como ocurre en tanta fantasía comercial, estos personajes acumulan cicatrices físicas y emocionales. Jakob, uno de los protagonistas, es descrito por el autor como el perfecto ejemplo de esto: "En la fantasía se habría convertido en un monje meditando en la playa, pero aquí lo tenemos", dice, resignado, convertido en un veterano curtido en miles de batallas que se niega a morir, como si la redención no fuera una opción. Así, Los Diablos no es tanto una reinvención como una sátira feroz y lúcida sobre lo que esperamos de los monstruos… y lo que ignoramos de sus heridas.

James Cameron James Cameron en el rodaje de Avatar

James Cameron y las expectativas de Hollywood

Hace poco se anunció que James Cameron sí, ese James Cameron, había comprado los derechos para adaptar Los Diablos, las redes ardieron, los fans nos entusiamamos. Pero Abercrombie, una vez más, prefiere mantener la cabeza fría. "Creo que es un honor para él. Debe sentirse honrado, tiene mucho que aprender de mí", bromea. Pero su actitud y  admiración es sincera. "Me he criado con pelis como Aliens, Terminator, Abyss… Son películas fundacionales para nuestra generación." Sabe que Cameron tiene el talento y los medios para convertir la historia en algo memorable, pero también conoce las reglas del juego: "Muchos libros se adaptan y luego no se crean. O se estrenan y nadie se acuerda de ellos. No afectan ni al éxito de los libros ni a los escritores."

"Las adaptaciones son fascinantes… pero no van a reemplazar mi trabajo como escritor"

De llegar a convertirse en un fenómeno cinematográfico, ¿cómo afectará esto a sus lectores? Joe confiesa que no tiene ni idea. "Siempre pensamos en Juego de Tronos, que fue algo que transformó esos libros. George ya tenía un gran éxito como escritor, pero obviamente le llevó a un nivel de cultura popular muchísimo más amplio. Pero no todas las series ni todas las películas generan esto. Y no afectan ni al éxito de los libros ni a los escritores. No afecta a la carrera del autor, se siguen escribiendo libros, los libros siguen ahí. Cuando yo escribo un libro lo que quiero es que llegue a los lectores, las adaptaciones son fascinantes… pero no van a reemplazar mi trabajo como escritor."

Sin Perdon Clint Eastwood Clint Eastwood en Sin Perdón

Grimdark, ¿yo?

Esa relación entre Joe y sus lectores sin duda es singular dentro del terreno profesional, y más con autores de su nivel, así que intento ver la situación desde el otro lado y le pregunto a Joe qué reflexión social o humana cree puede provocar la fantasía oscura en el lector hoy. "¡Estupenda pregunta! El grimdark es una palabra nebulosa y compleja, difícil de definir. La gente habla de términos muy generales y amplios. Si algo no le gusta, dice, es grimdark: Es oscura, es terrible, es violenta, es sexual… Se centra en las cosas más terribles de la sociedad, del ser humano. ¡Pero mis libros no son así! ¡Hay mucho sentido del humor!" Curiosa respuesta para alguien que usa el apodo de "LordGrimdark" en redes sociales…

"¡Pero mis libros no son así! ¡Hay mucho sentido del humor!"

Abercrombie se ha convertido, aprece que a su pesar, en el abandero del "grimdark" este rincón más oscuro y áspero de la fantasía, pero él prefiere huir de categorías demasiado estrictas.Lo suyo es una mezcla ecléctica donde caben el thriller, el western y la sátira política. "El grimdark te ofrece la posibilidad de dar más sorpresas, y con un poco de suerte, hacer un comentario social y moral." Cita Sin Perdón como ejemplo: "Parece una película que podría tener muchos más años, un western muy clásico, pero lo que te fascina de ella son los giros, las sorpresas, cómo introduce realidad. Nadie ve una peli del oeste y dice '¡Oh, dios mio, hay un duelo en la calle principal al lado del saloon y alguien tiene un revólver! ¡Ahg, y ahora están otra vez montando a caballo!' Porque es lo que buscas es eso, quieres verlo de manera diferente, pero esos elementos los necesitas. Con frecuencia he trabajado con este mundo de violencia que es un rasgo muy fértil para mí, y quería añadir también esto, seguir investigando esta idea de cuanto cuesta la violencia, qué coste tiene."

Al cerrar esta entrevista, queda claro que Joe Abercrombie no quiere ofrecer respuestas fáciles, sino preguntas complicadas. Prefiere que sus lectores se revuelvan un poco, se cuestionen, se enfrenten a decisiones incómodas. Su fantasía no es escapismo. Es un espejo, aunque esté algo salpicado de sangre, como si alguien le hubiera arrancado la oreja a otro alguien de un mordisco estando lo suficientemente cerca. Seguramente uno de esos "alguien" era un mago y el otro "alguien" una persona completamente convencida de que lo estaba haciendo por un bien mayor. Entre el pánico de cada nuevo libro, la fe en que saldrá adelante, y un sentido del humor que no perdona, los lectores de Abercrombie no dejamos de disfrutar de aventuras espectaculares que te arrancan risas y reflexiones de lo más incómodas.

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La noticia Hablamos con Joe Abercrombie de las claves del gran fenómeno actual de la fantasía oscura: "A lo mejor Sauron tiene razón" fue publicada originalmente en 3DJuegos por Chema Mansilla .