No basta con decirle “puedes hablar conmigo”. Si quieres que tu hijo confíe y te hable de verdad, empieza por hacer esto en casa

No basta con decirle “puedes hablar conmigo”. Si quieres que tu hijo confíe y te hable de verdad, empieza por hacer esto en casa

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Si tu hijo tuviera un problema en el instituto, ¿serías la primera persona a la que acudiría? No es un juicio ni una crítica, sino una pregunta que sirve para introducir el término confianza. Un padre quiere que su hijo confíe y le cuente sus mejores y sus peores momentos. Quiero que se sienta seguro para hablar y poder apoyarle, pero no siempre sabe cómo se hace. Kelsey Mora es terapeuta infantil y asesora en educación, y explicaba en el medio CNBC Make it, que la confianza que un niño deposita en sus padres, debe siempre comenzar en las acciones de los padres con los hijos.

“Nada sucede automáticamente y la confianza no surge simplemente de decir ‘puedes hablar conmigo’”, asegura Mora. “En lugar de eso, empieza tú primero. Sé abierto y honesto. Muéstrales cómo manejar emociones incómodas y situaciones difíciles. Sé el ejemplo”, añadía la experta. Ahora el problema está en saber cómo se hace. Lo mejor es empezar por hacer estas seis cosas a diario para fomentar la confianza con tu hijo.

Habla de sentimientos. También de los malos

Daniel Goleman, el conocidísimo psicólogo autor de ‘Inteligencia emocional’, afirmaba en su libro que una persona que tiene inteligencia emocional es capaz de identificar lo que siente en ese momento de una forma precisa, lo que en psicología se conoce como “granuralidad emocional”. Si identificamos y aceptamos lo que sentimos, no tendremos miedo a comunicar esas emociones abiertamente porque sabremos que todas las emociones son válidas. Y no tendremos miedo de hacerlo también delante de nuestros hijos.

“Cuando los niños ven a los adultos expresar sus sentimientos, aprenden que está bien hacer lo mismo. Les da un permiso silencioso y no escrito para abrirse”, explica Mora. Cuando las emociones se nombran en voz alta, ya sean positivas o las mal llamadas negativas, “les enseñamos a nuestros hijos que los sentimientos no son algo que se pueda ocultar”, asegura la experta.

No evites las cosas difíciles

Cuando intentamos ocultar a nuestros hijos ciertos temas, conseguimos que los niños aprendan que existen temas “prohibidos”, de los que no hablar o de los que hay que preocuparse. Por ejemplo, un niño pregunta por la muerte y cambiamos de tema, o pregunta por qué hay gente en silla de ruedas o contestamos porque sí. Según Mora, son oportunidades perdidas. “Cuando evitamos lo incómodo o lo desconocido, les enseñamos a los niños que esas conversaciones no tienen cabida en casa. En lugar de eso, intenta crear un espacio donde todas las preguntas sean bienvenidas, la curiosidad se reciba con calma y la honestidad sea parte de la vida cotidiana”.

Todas las preguntas pueden contestarse y si en ese momento no sabemos la respuesta, no pasa nada por decirle, “no conozco la respuesta a tu pregunta, pero ¿qué te parece si intentamos averiguarla juntos?”. De esta forma le mostramos además una realidad: que no tenemos todas las respuestas por mucho que seamos los padres.

Cosas Que Hacen Los Padre Para Conseguir Confianza

Sé honesto

Mora asegura que para muchos padres, la apertura emocional no es algo natural. Pero añade que la honestidad crea conexión. “Le demuestra a tu hijo que la apertura emocional no se trata de ser perfecto, sino de estar presente y dispuesto”, explica. Puede que no hayas crecido en un entorno en el que las emociones hayan sido el centro, como ocurre por ejemplo con la armonía deshonesta, pero puedes hacerlo de una forma diferente con tus hijos.

No preguntes "qué tal el día", da ejemplo

Preguntar “qué tal el día”, está bien. Pero puedes recibir un “bien” y que no pase de ahí. Sabemos que las relaciones más profundas se consiguen con conversaciones más profundas, así que la experta propone darle la vuelta y en lugar de pedirle a tus hijos que te cuenten qué tal su día y se abran contigo, hazlo tú primero. “Este modelo fomenta la reflexión y la conciencia emocional y enseña a los niños cómo hacer lo mismo”, afirma Mora.

Haz que hablar forme parte de vuestra rutina

En casa de mis padres siempre se ha comido y cenado en familia, y ese momento, es especialmente interesante para hablar. Mantener una comunicación fluida es más sencillo si integramos la comunicación en hábitos que hagamos a diario. Por ejemplo, en el camino en coche al colegio. En los desayunos. En el momento del baño. Que todos esos espacios sean espacios de comunicación.

Enseña estrategias de afrontamiento

“Cuando hablas de sentimientos, también abres la puerta para hablar de habilidades de afrontamiento que pueden ayudarte a manejarlos”, explica Mora. Hace referencia a la gestión de las emociones, una de las habilidades que cualquier persona con inteligencia emocional debería tener. La experta pone un ejemplo al hablar de frustración. Le contamos a nuestro hijo que x situación nos frustra, pero cuando lo hacemos, añadimos qué hacemos para gestionarlo con un “Cuando me siento así, trato de respirar profundamente para ayudar a mi cuerpo a calmarse”. De esta manera no solo hablamos de las emociones que tenemos sino de cómo gestionamos las mismas. “Es una forma sencilla y eficaz de demostrar que regular las emociones es normal y factible”, asegura Mora.

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Fotos | Kimmy Williams en Unsplash, Guillaume de Germain en Unsplash

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La noticia No basta con decirle “puedes hablar conmigo”. Si quieres que tu hijo confíe y te hable de verdad, empieza por hacer esto en casa fue publicada originalmente en Trendencias por Anabel Palomares .