Los juegos en formato físico necesitan más ayuda que nunca, y lo que está pasando con las contraportadas no ayuda

Decir que el formato físico está tocado de muerte quizás es hasta conservador. Incluso empresas históricamente potentes a la hora de vender videojuegos en su caja como Nintendo, están empezando a rebasar el 50% de ventas en formato digital. Por no hablar que entregas anuales como EA Sports FC o Call of Duty venden cada vez más a través de las tiendas digitales, y que las suscripciones son ya una parte importante de nuestras costumbres como jugadores.

Más allá de la comodidad del digital, que es una realidad y más en los tiempos en los que instalar un videojuego desde el disco puede llevarte casi una hora, también hay que poner sobre la mesa la devaluación del formato físico durante las últimas dos décadas. Antes teníamos un libro de instrucciones cargado de ilustraciones, cupones de ofertas o carátulas especiales; ahora el juego en un disco o cartucho... Y eso con suerte en vista de lo sucedido con Doom: The Dark Ages o las tarjetas llave de Nintendo Switch 2.

Nos habíamos quedado con la caja y un mero soporte para la instalación del videojuego, y quizás sigamos perdiendo cosas a tenor de lo que ha sucedido en las últimas semanas. Estamos hablando de las contraportadas en dos de los grandes lanzamientos más recientes: Battlefield 6 y Leyendas Pokémon Z-A.

El arte es secundario

Empecemos por los monstruos coleccionables de Nintendo Switch. Al ser un first party, no tenemos esa molesto aviso en la portada de que se trata de una tarjeta llave, y todo el juego está incluido en el cartucho. Sin embargo, la mitad de la contraportada está ocupada ya por cuestiones concernientes al online de la consola, el aviso por edades o cuestiones técnicas. No es algo muy nuevo, porque esto era incluso más sangrante en el caso de la edición de Escarlata y Púrpura que incluía los DLC.

Contraportada de Battlefield 6. Reddit.

Donde sí estamos llegando a nuevos extremos es con Battlefield 6. La edición física del shooter en primera persona de Electronic Arts reserva un mínimo de cuatro quintos de la contraportada a un texto plano sobre fondo blanco. Todo tipo de avisos sobre copyright, necesidad de suscripción para jugar online o datos concretos sobre el videojuego pueblan la parte trasera de la caja del videojuego.

Por suerte esta práctica, que tiene que ver con la necesidad de que los usuarios puedan leer los Términos y Servicios antes de abrir siquiera la caja, ha creado otra tendencia, que es la de las portadas alternativas. Son bastantes los videojuegos que cuentan ahora con una segunda portada por el otro lado del papel, donde se omiten todo tipo de informaciones generales y sólo hay un arte del juego.

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Tenemos casos recientes, como el de Silent Hill f, Chronos: The New Dawn o Lost Souls Aside, pero también otros de la anterior generación como la práctica totalidad del catálogo de Bethesda. Es una solución que no convence a muchos coleccionistas ya que no les permite identificar los juegos con un vistazo a los lomos dentro de la estantería, pero que se agradece. 

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