"No creo que funcionase muy bien". Ken Levine no siente ninguna envidia del equipo haciendo Bioshock 4, y tiene claro que están mejor sin él

Desde que viéramos su primer tráiler hace dos años en los Game Awards de 2022, Uno de los grandes debates con Judas es hasta qué punto Ken Levine nos ha colado aquí otro Bioshock. Años después de la debacle con su marcha de la franquicia y el cierre de Irrational, su nuevo estudio Ghost Story nos presentaba aquí una aventura en primera persona de ciencia ficción con tics muy familiares.

La cosa se ponía más interesante si teníamos en cuenta que un nuevo Bioshock llevaba un tiempo anunciado, y es algo con lo que Levine parece estar totalmente en paz. En una entrevista con MrMattyPlays, reitera que no solo no está involucrado de ninguna manera en el nuevo título (ni siquiera como consultor), sino que se alegra de que el juego esté sucediendo sin él.

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"Creo que la cosa es, que yo llegue y por encima diga A, B y C… así no es como se hacen los juegos. Quieres estar ahí todos los días. Puedes tener una idea genial y el día siguiente cuando la meditas mejor, resulta que eres el mayor idiota del mundo. Así que no creo que puedas ponerte en plan, 'oh, llamemos a Ken que va a llegar y dar un holpe de efecto', o algo así. No creo, incluso si alguien quisiera, que, ya digo, no pienso que nadie quiera, no creo que funcionase muy bien."

Levine aprecia su libertad creativa en Judas

Durante el resto de la entrevista, parece claro que Levine no tiene ningún problema en dejar que otros continúen su legado, y recuerda lo quemado que llegó a estar con la saga ya desde que decidiera apartarse de Bioshock 2. "Fue mucho más duro cuando pasó Bioshock 2, porque yo quería ir en una dirección diferente, y por un tiempo no estaba claro que eso iba a poder suceder, y hubo algunos desacuerdos al respecto."

Con el material que tenemos delante, es fácil relacionar Judas con Bioshock, pero en la misma entrevista Levine afirma que hay mucho más bajo la superficie. Hace tiempo que no menciona sus legos narrrativos, pero es evidente que la filosofía está presente en el nuevo título, que vende como algo mucho más rejugable y con más posibilidades de las que había en Bioshock. Por no hablar de que en su nuevo estudio tiene libertad creativa total. "Para ser honesto y muy egoísta, en Judas tengo la última palabra", admite Levine, en referencia a las muchas concesiones que tuvo que hacer con respecto a la visión original de Bioshock Infinite.

Esta libertad creativa apunta a ser también la razón del dilatado tiempo de desarrollo. En un informe de Jason Schreier de 2017 reportaba que el desarrollo de lo nuevo de Levine estaba siendo caótico, en parte debido a las cambiantes prioridades y opiniones del creativo. Es otra cosa más que une a ambos juegos. El nuevo Bioshock también parece estar teniendo un desarrollo accidentado, y recientemente trajeron de vuelta a Rod Fergusson con intención de que pusiera orden y ayudase a terminarlo.

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