Mi vecina se ha echado un novio vampiro y hablan a todas horas por el móvil, ¿debería probarlo?

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Escuchas una notificación de tu móvil. Sientes una vibración suave. "¿Estás despierta? No puedo dejar de pensar en ti". El mensaje viene de un número desconocido; su avatar es un chico de ojos grises y mirada intensa. Al fondo, una música etérea... Y no, no estás soñando: así comienza Mystic Messenger, uno de los juegos de romance interactivo más populares de la historia, y también uno de los más influyentes en el género. ¿Lo conocías?

Lo que parecía una rareza de nicho se ha convertido, en los últimos años, en un fenómeno cultural: los simuladores de citas y novelas visuales en el móvil han creado un nuevo espacio para la fantasía romántica digital. Una fantasía que no exige tener pareja, ni compromiso, ni exposición alguna. Solo tu tiempo, tu atención... y una buena conexión WiFi.

Amor a golpe de scroll: la mecánica del apego

Juegos como Obey Me!, The Arcana, Lovelink, Dangerous Fellows o el ya mítico Mystic Messenger han encontrado una fórmula infalible: ofrecer historias inmersivas de romance, misterio o drama, protagonizadas por personajes atractivos—si te gusta ese rollo, claro—, complejos y a menudo diseñados para conectar con nuestras necesidades emocionales más profundas.

En muchos de estos títulos, el jugador (o jugadora, aunque el público ya es muy diverso) puede elegir respuestas, tomar decisiones y desbloquea distintas rutas románticas estableciendo vínculos digitales que imitan, en parte, las emociones del apego real. Los personajes no son simples trozos de código programados para parecerse a nosotros y ya, sino que escriben como humanos, dudan, se enfadan, te mandan notas de voz y te intentan dar celos... Y a veces hasta cuela.

Mystic Messenger Mystic Messenger y sus llamadas repentinas

En Mystic Messenger, por ejemplo, los personajes te envían mensajes a distintas horas del día en tiempo real y si no entras al juego, te los pierdes. El resultado es una interacción emocional que nos recuerda, curiosamente, a las relaciones a distancia o al ligoteo online y efectivamente, puede volverse adictiva.

Desde un punto de vista psicológico, no es raro que estos juegos generen vínculos reales, ya que nuestra mente no distingue con facilidad entre un vínculo emocional verdadero y uno simulado, especialmente cuando se va alimentando a través de textos, imágenes y sonidos llenos de carga afectiva. Si a eso le sumamos rutinas de juego diarias, que nos mantienen con el enganche, y las narrativas profundas, el apego está servido.

Hay muchos estudios sobre videojuegos afectivos y narrativa interactiva que apuntan a que los simuladores de citas son capaces de movilizar unos mecanismos similares a los que movilizan las telenovelas o fanfictions, con la diferencia de que aquí el jugador participa activamente. No solo observa la historia sino que la protagoniza, la construye poco a poco y la va modificando.

Hay muchos estudios sobre videojuegos afectivos y narrativa interactiva que apuntan a que los simuladores de citas son capaces de movilizar unos mecanismos similares a los que movilizan las telenovelas o fanfictions, con la diferencia de que aquí el jugador participa activamente.

Además, muchos de estos títulos trabajan con arquetipos emocionales universales que todos conocemos, como el del protector atormentado, el malote que tanto nos gusta, el amigo que siempre estuvo ahí, el enemigo que se convierte en amante… Son tópicos que no buscan despertar una sensación derealismo, sino de deseo. Y eso, en un mundo lleno de relaciones difíciles y decepcionantes, puede resultar, para algunos, casi terapéutico.

Vampiros, mafiosos y otras pasiones imposibles

Una de las señas de identidad del romance móvil es su predilección por lo fantástico y, sobre todo, lo improbable. Desde vampiros milenarios llenos de traumitas emocionales (como en BloodKiss o Twilight in Vienna), hasta líderes mafiosos que se derriten solo por ti (Dangerous Relationship, Ikemen Series), estos juegos nos ofrecen tramas donde el riesgo, el poder y el romance se mezclan.

¿Que es todo una fantasía para hacer que nos olvidemos del día a día? Sí. ¿Que son conscientes de ello? Pues también. La mayoría de estos títulos no tienen como objetivo simular la vida cotidiana, sino ofrecernos escenarios donde los jugadores podamos vivir historias de amor fuera de los márgenes del mundo real. Hay juegos donde eres la elegida de un culto sobrenatural, una hechicera en un reino en guerra, o la psiquiatra de un asesino reformado... todo esto, claro, siempre atravesado por el romance. Y muchas veces por elecciones éticamente turbias.

Frente a la homogeneidad del romance en otras plataformas, donde queda poco lugar para la originalidad, los juegos móviles han apostado —con distinto éxito, pero cada vez mayor en general— por la inclusión de distintos géneros, orientaciones y cuerpos. Títulos como The Arcana, por ejemplo, permiten romances queer sin necesidad de justificarlo de ninguna manera. Otros juegos ofrecen relaciones no binarias, parejas del mismo género o personajes que exploran la identidad más allá de lo binario.

BloodKiss BloodKiss y sus chicos vampiros

Además, este tipo de juegos ha roto la barrera de género tradicional en el gaming. Muchas de las personas que los juegan no se definen como "gamers" en el sentido clásico sino que son lectores, fans del K-pop, del anime, de la literatura romántica o incluso personas que solo quieren relajarse después del trabajo. El móvil, como plataforma accesible y constante que es, es ideal para ello.

Y donde hay comunidad, hay contenido: los foros, fanarts, mods y fics alrededor de estos juegos son una seña evidente de que la conexión emocional va mucho más allá de lo jugable. Muchas veces, los usuarios no solo quieren jugar sino que quieren continuar las historias, darles su propio giro, compartirlas.

¿Puede romperte el corazón un juego?

Pues por supuesto que sí. Y también puede curártelo. Lo que en un primer vistazo puede parecer una chorrada—enamorarse de un personaje 2D— tiene capas emocionales más complejas de lo que parecen. En contextos donde hay soledad, duelo o ansiedad de por medio, estos juegos pueden convertirse en espacios seguros para sentir, empatizar y canalizar distintas emociones.

En contextos donde hay soledad, duelo o ansiedad de por medio, estos juegos pueden convertirse en espacios seguros para sentir, empatizar y canalizar distintas emociones.

Hay quien juega Lovelink como quien ve una comedia romántica y  hay quien espera su cita de Obey Me! como si fuera real. Y ninguna de las dos posturas invalida la otra. En el fondo, el romance digital funciona porque nos recuerda que el deseo de conectar no solo necesita una cercanía física, sino también emocional.

Curiosamente, muchos juegos de amoríos en el móvil no giran únicamente en torno a gustarle a alguien. Tratan también de autoconocerse, tomar ciertas decisiones, establecer límites o aprender a ser querido sin miedo. Esas dinámicas —que son simbólicas pero potentes— hacen que la experiencia no se quede en un simple coqueteo. Es, muchas veces, un ensayo emocional para la vida real.

Algunos títulos, como Romance Club o Story Jar, introducen incluso elementos relacionados con la salud mental, traumas del pasado o dilemas morales. Otros, como Dear Otome o LoveUnholyc, directamente juegan con el terror psicológico y el romance tóxico para que el jugador se enfrente a situaciones incómodas.

En un mundo cada vez más interconectado y emocionalmente fragmentado, los romances digitales a través del móvil no son algo raro. Son una respuesta cultural. una forma íntima de contar historias, de explorar lo afectivo sin riesgo real y de vivir otras vidas sin moverse del sofá.

Es posible que no reemplacen el contacto humano, al menos para muchos. Pero lo complementan y, en muchos casos, sirven de alivio ante ciertas situaciones o en ciertos momentos. Porque al final, todos queremos lo mismo: que alguien —aunque sea un personaje en una pantalla— nos diga que estamos bien, que somos importantes y  que no estamos solos. Y si nos cabe en el bolsillo... mejor.

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La noticia Mi vecina se ha echado un novio vampiro y hablan a todas horas por el móvil, ¿debería probarlo? fue publicada originalmente en 3DJuegos por Bárbara Gimeno .